O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

jueves, 25 de marzo de 2010

Cerrado por vacaciones

Agim Sulaj - Uomo chiuso


Cerrado por derribo
María Jiménez










Nos leemos el 7 de abril o eso espero...

¡Sed felices!


miércoles, 24 de marzo de 2010

Tú (Aquélla) - Yo (Aquél)



-Estás estupenda, te has vuelto a dejar el pelo rizado.



-Así es como lo llevo cuando puedo ser yo misma.


Escena final de
Tal como éramos
Sydney Pollack (1973)




The Way We Were
Barbara Streisand



Tal como éramos

Los recuerdos iluminan el fondo de mi mente.
La llovizna empaña los recuerdos
De cómo éramos.

Fotografías esparcidas de las sonrisas que dejamos atrás,
Sonrisas que nos dimos uno al otro
Por cómo éramos.

¿Será que era todo tan sencillo entonces,
O el tiempo ha vuelto a escribir cada línea?

Si tuviéramos la oportunidad de hacerlo todo de nuevo,
¿Dime? ¿Lo haríamos? ¿Podríamos?
Los recuerdos deberían ser bonitos pero,
Lo que era demasiado doloroso recordar
Decidimos simplemente olvidarlo.
Por lo tanto, las risas son
Lo que recordaremos
Cada vez que recordemos
Tal como éramos,
Tal como éramos.


martes, 23 de marzo de 2010

Mientras duermes

Nocturno Op. 72 Nº 1
Frédéric Chopin



"Questo gran silenzio quasi fa ruomore"

Qué hermoso es verte dormida.

Qué bella eres cuando duermes.

Qué desasosiego el no saber lo qué sueñas...



Roussin Georges - Asleep in the Studio


El sueño
J.L. Borges

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?


Innocent when you dream
Tom Waits


Inocente cuando sueñas
Tom Waits

Los murciélagos están en el campanario
y el rocío en el páramo
¿dónde están aquellos brazos
que me dieron en prenda de amor?
que me dieron en prenda de amor.

Es sorber un viejo y triste sentimiento
las colinas son suaves y verdes
y son recuerdos los que estoy robando
pero eres inocente cuando sueñas, cuando sueñas
eres inocente cuando sueñas.

Hice una promesa de oro
que nunca nos separaríamos
le dí un medallón a mi amada
y después le partí el corazón
y después le partí el corazón

Es sorber un viejo y triste sentimiento
las colinas son suaves y verdes
y son recuerdos los que estoy robando
pero eres inocente cuando sueñas, cuando sueñas
eres inocente cuando sueñas.

Corriendo por el cementerio
reíamos mis amigos y yo
juramos que estaríamos juntos
hasta el día que muriéramos
hasta el día que muriéramos.

Es sorber un viejo y triste sentimiento
las colinas son suaves y verdes
y son recuerdos los que estoy robando
pero eres inocente cuando sueñas, cuando sueñas
eres inocente cuando sueñas.



Dormi Amore
Adriano Celentano


"Dormi Amore la situazione non è buona"
Adriano Celentano

domingo, 21 de marzo de 2010

La cordura


"O de las ingles de unos muslos llenos,
correrá siempre, desbandada y loca
libre y presa y perdida en su locura".
Rafael Alberti


John William Waterhouse - The Lady Of Shallot

The Lady of Shalott
Loreena McKennitt




A
ambos lados del río se despliegan
anchos campos de cebada y centeno,
que decoran la tierra y se reúnen con el cielo;
y a través del campo se extiende el camino
que va hacia las torres de Camelot;
y la gente va y viene,
contemplando el lugar donde se balancean los lirios
alrededor de la isla de allí abajo,
la isla de Shalott.

Los sauces palidecen, tiemblan los álamos,
las leves brisas se ensombrecen y tiemblan
en las olas que discurren sin cesar
por el río que rodea la isla
fluyendo hacia Camelot.

Cuatro muros grises y cuatro torres grises,
dominan un lugar rebosante de flores,
y la silenciosa isla aprisiona
a la Dama de Shalott.

Sólo los segadores, segando temprano
entre la espesura de cebada,
escuchan un canto que resuena vivamente
desde el río transparente que serpea,
hacia las torres de Camelot:
Y a la luz de la luna, el cansado segador,
apilando los fajos en aireadas mesetas,
al escucharla, murmura: "Es el hada,
la Dama de Shalott".

Allí, noche y día,
teje un mágico lienzo de alegres colores.
Ha oído un susurro advirtiéndole
que una maldición caerá sobre ella
si mira hacia Camelot.
Desconoce el tipo de que maldición es,
y debido a ello teje sin parar,
sin preocuparse de nada más,
la Dama de Shalott.
Y moviéndose a través de un cristalino espejo
colgado todo el año ante ella,
aparecen las tinieblas del mundo.

Ve la cercana calzada
discurriendo hacia Camelot:
ve los arremolinados torbellinos del río,
los rudos patanes pueblerinos,
y las capas rojas de las muchachas,
provinientes de Shalott.

Y a veces, a través del azul espejo
los caballeros vienen cabalgando en pares:
No tiene un caballero leal y franco,
la Dama de Shalott.

Pero aún gozando en tejer en su lienzo
las visiones del mágico espejo,
-cuando a menudo en las noches silenciosas
un funeral, con velas, penachos y música,
se dirigía hacia Camelot;
o cuando la luna estaba en lo alto,
y llegaban dos amantes recién casados-
"Cansada estoy de las sombras",
dijo la Dama de Shalott.

A tiro de arco de su alero,
cabalgaba entre los fajos de cebada,
el sol resplandecía por entre las hojas,
y llameó en las grebas de bronce
del intrépido Lancelot.
Un cruzado de rodillas para siempre
ante una dama en su escudo,
que resplandecía entre los dorados campos,
cercanos a la remota Shalott.

Bajo el azul del despejado día
brillaba la lujosa montura de cuero,
el yelmo junto con su pluma
ardían juntos en una única llama,
mientras él cabalgaba hacia Camelot.
Desde la orilla y el río
Brilló en el cristalino espejo,
"Tirra lirra", por el río
cantaba Sir Lancelot.

Ella dejó el lienzo, dejó el telar,
dio tres pasos por la habitación,
vio florecer el lirio en el agua,
vio la pluma y el yelmo,
y miró hacia Camelot.

La tela salió volando y ondeó en el vacío;
El espejo se quebró de lado a lado;
"la maldición cae sobre mí",
gritó la Dama de Shalott.

Tensos, bajo el tormentoso viento del este,
los dorados bosques empalidecían,
la corriente gemía en la ribera,
el cielo encapotado llovía fuertemente
sobre las torres de Camelot;

Ella descendió y halló una barca flotando
junto al tronco de un sauce,
y alrededor de la proa escribió
"La Dama de Shalott".
Y en la oscura extensión río abajo
-como un audaz vidente en trance,
contemplando su infortunio
-con turbado semblante
miró hacia Camelot.

Y en el ocaso del día
soltó las amarras y se marchó.
La amplia corriente la llevó lejos, lejos,
La Dama de Shalott.

Oyó una balada muy triste, mística
Cantado en voz alta, de forma humilde,
Hasta su sangre se fue congelando lentamente,
Y sus ojos totalmente se oscurecieron
Con la vista clavada en Camelot.

Y yendo su proa a la deriva
entre campos y colinas de sauces,
oyeron cantar su última canción,
a la Dama de Shalott.

Bajo numerosas torres y muchos balcones,
por jardines, muros y galerias,
una forma reluciente pasó flotando.
Palida como la muerte entre las altas almenas.
Silencio en Camelot.

Al embarcadero llegaron
caballero y burgués, señor y dama,
Y leyeron un nombre escrito en la proa :
La Dama de Shalott.
¿Quién es ella? ¿Y porqué está aquí?

Y junto al iluminado palacio,
cesaron los sones de aclamación real;
y temerosos se presignaron
todos los caballeros de Camelot;
Pero Lancelot se quedó pensativo
y dijo, "ella tiene una cara encantadora;
Dios en su misericordia preste su gracia, a esta Dama.
La Dama de Shalott."






Un loco
Antonio Machado

Es una tarde mustia y desabrida
de un otoño sin frutos, en la tierra
estéril y raída
donde la sombra de un centauro yerra.
Por un camino en la árida llanura,
entre álamos marchitos,
a solas con su sombra y su locura
va el loco, hablando a gritos.
Lejos se ven sombríos estepares,
colinas con malezas y cambrones,
y ruinas de viejos encinares,
coronando los agrios serrijones.
El loco vocifera
a solas con su sombra y su quimera.
Es horrible y grotesta su figura;
flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,
ojos de calentura
iluminan su rostro demacrado.
Huye de la ciudad... Pobres maldades,
misérrimas virtudes y quehaceres
de chulos aburridos, y ruindades
de ociosos mercaderes.
Por los campos de Dios el loco avanza.
Tras la tierra esquelética y sequiza
—rojo de herrumbre y pardo de ceniza—
hay un sueño de lirio en lontananza.
Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano!
—¡carne triste y espíritu villano!—.
No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno: la cordura,
la terrible cordura del idiota.

sábado, 20 de marzo de 2010

De ladrones de sueños


¿Quién ha robado el sueño de los ojos del niño? Yo lo descubriré.

¡Si le alcanzo ya le daré trabajo! Asaltaré su nido y veré dónde guarda todos los sueños robados.

La arrebataré su botín y me lo llevaré conmigo.

Luego ataré fuertemente las alas de la ladrona y la dejaré al borde del agua. ¡Que se divierta pescando con un junco entre los nenúfares! Y al atardecer, cuando el mercado del pueblo haya acabado y los niños descansen en el regazo de sus madres, entonces los pajarracos de la noche la aturdirán con sus burlas: ‘Ea, ¿a quién le robarás el sueño ahora?’

Rabindranath Tagore
La luna nueva



Escena final de Cinema Paradiso
Giuseppe Tornatore (1988)




Fuimos niños manipulados y hombres buscando la palabra.
¡Cuánto silencio bajo el tejado!
Fernando Arrabal

Carta al General Franco
(Comienzo)
Fernando Arrabal


París, 18 de marzo de 1971
Don Francisco Franco
Palacio de El Pardo
España

Excelentísimo Señor:

Le escribo esta carta con amor.

Sin el más mínimo odio o rencor, tengo que decirle que es usted el hombre que más daño me ha causado.

Tengo mucho miedo al comenzar a escribirle:

Temo que esta modesta carta (que me conmueve de pies a cabeza) sea demasiado frágil para llegar hasta usted; que no llegue a sus manos.

Creo que usted sufre infinitamente; sólo un ser que tanto sufre puede imponer tanto dolor en torno suyo; el dolor preside, no sólo su vida de hombre político y de militar, sino incluso sus distracciones; usted pinta naufragios y su juego favorito es matar conejos, palomas o atunes.

En su biografía, ¡cuántos cadáveres! en África, en Asturias, en la guerra civil, en la postguerra...

Toda su vida cubierta por el moho del luto. Le imagino rodeado de palomas sin patas, de guirnaldas negras, de sueños que rechinan la sangre y la muerte.

Deseo que usted se transforme, cambie, que se salve, sí, es decir, que sea feliz por fin, que abandone el mundo de represión, odio, cárcel, buenos y malos que hoy le rodea.

Quizás haya una remota esperanza de que me oiga: siendo niño me llevaron a un acto oficial que usted presidía.

Al llegar usted, entre ovaciones, las autoridades le agasajaron.

Entonces una niña, preparada para ello, se acercó a usted y le tendió un ramo de flores. Luego comenzó a recitar un poema (mil veces ensayado)... Pero, de pronto, presa de emoción, se puso a llorar. Usted le dijo, acariciándole la mejilla:

- No llores, yo soy un hombre como los demás.

¿Es posible que hubiera en sus palabras algo más que el cinismo?

......


¿Quién me ha robado el mes de abril?
Joaquín Sabina



viernes, 19 de marzo de 2010

Ignis fatuus

"Malaya el corazón triste,

que en su fuego quiso arder.
Lo mismo que el fuego fatuo,
lo mismito es el querer".

Danza del fuego fatuo (El amor brujo)
Manuel de Falla
Libreto de Gregorio Martínez Sierra


"Están muertos, consiguió decir entre sollozos, Quiénes están muertos, Ellos, y no pudo continuar, Cálmate, me lo contarás cuando puedas. Unos minutos después, ella dijo, Están muertos, Has visto algo, abriste la puerta, preguntó el marido, No, sólo vi que había fuegos fatuos agarrados a las rendijas, estaban allí agarrados y danzaban, no se soltaban, hidrógeno fosforado resultante de la descomposición".

Ensayo sobre la ceguera
José Saramago


Acaso
L.E. Aute







Le feu follet
(1963)
Louis Malle



“Muero porque no me han amado, porque no los he amado”.


Última frase de la novela El fuego fatuo (Le feu follet)
de Pierre Drieu
y de la pelicula de Louis Malle.



"Alrededor, alrededor, por un lado y por el otro
Los fuegos-de-la-muerte bailaban a la noche;
El agua, como óleos de una bruja
Ardía verde, y azul, y blanco".
«La canción del viejo marinero»
Baladas líricas
Samuel Taylor Coleridge


Canción del Fuego Fatuo
M.Falla
Lole y Manuel



jueves, 18 de marzo de 2010

Retorno II


Orilla del Anas
Render 3D - 17-III-2010



Moon River
Louis Amstrong



Retornos del amor en los vividos paisajes
Rafael Alberti

Creemos, amor mío, que aquellos paisajes
se quedaron dormidos o muertos con nosotros
en la edad, en el día en que los habitamos;
que los árboles pierden la memoria
y las noches se van, dando al olvido
lo que las hizo hermosas y tal vez inmortales.

Pero basta el más leve palpitar de una hoja,
una estrella borrada que respira de pronto
para vernos los mismos alegres que llenamos
los lugares que juntos nos tuvieron.
Y así despiertas hoy, mi amor, a mi costado,
entre los groselleros y las fresas ocultas
al amparo del firme corazón de los bosques.
Allí está la caricia mojada de rocío,
las briznas delicadas que refrescan tu lecho,
los silfos encantados de ornar tu cabellera
y las altas ardillas misteriosas que llueven
sobre tu sueño el verde menudo de las ramas.

Sé feliz, hoja, siempre: nunca tengas otoño,
hoja que me has traído
con tu temblor pequeño
el aroma de tanta ciega edad luminosa.
Y tú, mínima estrella perdida que me abres
las íntimas ventanas de mis noches más jóvenes,
nunca cierres tu lumbre
sobre tantas alcobas que al alba nos durmieron
y aquella biblioteca con la luna
y los libros aquellos dulcemente caídos
y los montes afuera desvelados cantándonos.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Retorno I


SoñArte
(Ensoñación de
Ataecina a orillas del río Anas)
Render 3D 16-III-2010




"Canción sin palabras" Op. 30 Nº. 3 en Mi mayor
Felix Mendelssohn
Interpretación Daniel Barenboim


Retornos del amor ante las antiguas deidades
Rafael Alberti

Soñarte, amor, soñarte como entonces,
ante aquellas dianas desceñidas,
aquellas diosas de robustos pechos
y el viento impune entre las libres piernas.

Tú eras lo mismo, amor. Todas las Gracias.
igual que tres veranos encendidos,
el levantado hervor de las bacantes,
la carrera bullente de las ninfas,
esa maciza flor de la belleza
redonda y clara, poderosamente
en ti se abría, en ti también se alzaba.

Soñarte como entonces, sí, soñarte
ante aquellas fundidas alamedas,
jardín de Amor en donde la ancha Venus,
muslos dorados, vientre pensativo,
se baña en el concierto de la tarde.

Soñarte, amor, soñarte, oh, sí, soñarte
la idéntica de entonces, la surgida,
del mar y aquellos bosques, reviviendo
en ti el amor henchido, sano y fuerte
de las antiguas diosas terrenales.

martes, 16 de marzo de 2010

Si quieres...

Cancioncilla
Dámaso Alonso

Otros querrán mausoleos
donde cuelguen los trofeos,
donde nadie ha de llorar,
y yo no los quiero, no
(que lo digo en un cantar)
porque yo
morir quisiera en el viento,
como la gente de mar
en el mar.
Me podrían enterrar
en la ancha fosa del viento.
Oh, qué dulce descansar
ir sepultado en el viento
como un capitán del viento
como un capitán del mar,
muerto en medio de la mar.



Harvest
Neil Young








Las hojas muertas
Jacques Prévert

Oh, me gustaría tanto que recordaras
Los días felices cuando éramos amigos...
En aquel tiempo la vida era más hermosa
Y el sol brillaba más que hoy.
Las hojas muertas se recogen con un rastrillo...
¿Ves? No lo he olvidado...
Las hojas muertas se recogen con un rastrillo
Los recuerdos y las penas, también.
Y el viento del norte se las lleva
En la noche fría del olvido
¿Ves? No he olvidado
la canción que tú me cantabas.

Es una canción que nos acerca
Tú me amabas y yo te amaba
Vivíamos juntos
Tú, que me amabas, y yo, que te amaba...
Pero la vida separa a aquellos que se aman
Silenciosamente sin hacer ruido
Y el mar borra sobre la arena
El paso de los amantes que se separan.

Las hojas muertas se recogen con un rastrillo.
Los recuerdos y las penas, también.
Pero mi amor, silencioso y fiel
Siempre sonríe y le agradece a la vida.
Yo te amaba, y eras tan linda...
Cómo crees que podría olvidarte?
En aquel tiempo la vida era más hermosa
Y el sol brillaba más que hoy
Eras mi más dulce amiga,
Mas no tengo sino recuerdos
Y la canción que tú me cantabas,
¡Siempre, siempre la recordaré!


Gabriel Rossetti - La Viuda Romana

Love You To
The Beatles




Los días pasan tan rápido
Me giro y ya ha pasado otro
no tienes tiempo ni de hacerme una seña.

Ámame mientras puedas
antes de que sea un viejo muerto.

La vida es tan corta
No puedes comprar otra
Pero lo que tienes significa tanto para mí.

Haz el amor todo el día
Haz el amor cantando
Haz el amor todo el día
Haz el amor cantando.

Hay gente a tu alrededor
Que te atornillarán al suelo
Te atiborrarán la cabeza con las cosas que ves.

Yo te haré el amor
Si quieres.


lunes, 15 de marzo de 2010

Escampó

¡Abril divino, que vienes
cargado de sol y esencias,
llena con nidos de oro
las floridas calaveras!
F.G. Lorca



Por fin ha dejado de llover. El sol acaricia los campos que, agradecidos, han reventado en mil colores.



Adagietto de la Sinfonía nº 5 en Do sostenido menor
Gustav Mahler
Berliner Philharmoniker-Herbert von Karajan








Boticelli - Fragmento de La Primavera

domingo, 14 de marzo de 2010

Con el tiempo...

Aria de antaño
Paul Verlaine

"Son joyeux, importum, d'un clavecin sonore"
Petrus Borel

Lucen vagamente las teclas del piano
a la luz del suave crepúsculo rosa,
y bajo los finos dedos de su mano

un aire de antaño canta y se querella
en la diminuta cámara suntuosa
en donde palpitan los perfumes de Ella.

Un plácido ensueño mi espíritu mece
mientras que el teclado sus notas desgrana;
¿por qué me acaricia, por qué me enternece

esa canción dulce, llorosa e incierta
que apaciblemente muere en la ventana
a las tibias auras del jardín abierta...?




Avec le temps
Léo Ferré







Con el tiempo

Con el tiempo...
Con el tiempo todo se va
Se olvida el rostro y se olvida la voz
Cuando el corazón ya no late, no vale la pena ir a buscar más lejos
Hay que dejar las cosas como son y están muy bien.

Con el tiempo...
con el tiempo todo se va
El otro, al que se adoraba, al que se buscaba bajo la lluvia...
El otro, al que se adivinaba a la vuelta de una mirada,
entre palabras, entre líneas y entre polvos
de una promesa maquillada, que se va...
Con el tiempo todo se aleja.

Con el tiempo...
Con el tiempo todo se va, todo se va,
aun los más bellos recuerdos tienen pinta de cosa de trapería
en los estantes de la muerte
el sábado por la noche cuando la ternura se va completamente sola.

Con el tiempo...
Con el tiempo todo se va
El otro al que se le daban viento y joyas,
por quien se hubiera vendido el alma por unos céntimos
Ante el que se arrastraba como se arrastran los perros
Con el tiempo se va, todo va bien.

Con el tiempo...
Con el tiempo todo se va
Se olvidan las pasiones y se olvidan las voces
que decían bajito con palabras de la gente pobre:
“No vuelvas tarde, sobre todo no cojas frío”.

Con el tiempo...
Con el tiempo todo se va,
y uno se siente encanecido como un caballo agotado.
Y uno se siente catalogado al azar
Y uno se siente muy sólo quizá, pero tranquilo
Y uno se siente ridículo por los días perdidos...
Entonces, de verdad,
con el tiempo, ya no se ama.


sábado, 13 de marzo de 2010

Mademoiselle, l'amour aura ma peau


Mademoiselle
"Señorita"
Berry

Señorita, tengo secretos,
cosas que sé y que callo,
un viejo chicle Bubble Gum
que se pega en los zapatos
como un hombre.

Señorita, tengo remordimientos,
por cosas no muy elegantes que he hecho,
un olor a ron
que se pega a la piel
como un hombre.

Temo saber demasiado
El amor acabará conmigo
Temo saber demasiado
El amor acabará conmigo

Señorita, tengo escalofríos.
Tiemblo por una tontería,
un revólver Smith & Wesson
que se pega a la cabeza
como un hombre.

Señorita, tengo mis razones,
una multitud de preguntas, un nombre,
el filtro de un cigarrillo Winston
que se pega a los labios
como un hombre.

Temo saber demasiado
El amor acabará conmigo
Temo saber demasiado
El amor acabará conmigo.



viernes, 12 de marzo de 2010

A pesar de todo...




Pensé borrar tu comentario sin leerlo. No fui capaz.

De acuerdo y si así lo quieres: sea.




"...y aun con el diablo casada,
será questión bien dudada
cuál á de ser, él o bos,
la vella malmaridada".

Cartapacio
Diego Hurtado de Mendoza
(1503 – 1575)




Por amiga, por amiga...
Rafael Alberti

Por amiga, por amiga.
Por amiga, por amiga.
Sólo por amiga.

Por amante, por querida.
Sólo por querida.

Por esposa, no.
Sólo por amiga.

You`ve got a friend
James Taylor







Tienes un amigo

Cuando estés triste y preocupada
Y necesites una mano amiga
Y nada, nada va bien.
Cierra tus ojos y piensa en mí
Y pronto estaré ahí
Para iluminar incluso tu noche más obscura.

Tu solo grita mi nombre,
Y tu sabes que donde sea que esté
Vendré corriendo, oh sí nena
A verte otra vez.
Invierno, primavera, verano, o otoño,
Todo lo que tienes que hacer es llamar
Y estaré ahí, sí, sí, sí
Tienes un amigo

Si el cielo sobre ti
Se hace más oscuro y se llena de nubes
Y ese viejo viento del norte empieza a soplar
Mantén la calma y llámame en voz alta
Y pronto estaré golpeando a tu puerta.
Tu solo grita mi nombre, y tu sabes que donde sea que esté
Vendré corriendo a verte otra vez.
Invierno, primavera, verano o otoño
Todo lo que tienes que hacer es llamar
Y estaré ahí, sí, sí, sí.

¿Hey, no es bueno saber que tienes un amigo?
La gente puede ser tan fría.
Te lastimarán y te abandonarán.
Se llevarán tu alma si los dejas.
Oh sí, pero no los dejes

Tu solo grita mi nombre y tu sabes que donde sea que esté
Vendré corriendo a verte otra vez.
Oh nena, no sabes que en,
Invierno, primavera, verano o otoño,
Hey todo lo que tienes que hacer es llamar.
Señor, estaré ahí, si estaré.
Tienes un amigo.
Tienes un amigo.
¿Hey, no es bueno saber que tienes un amigo?
¿Hey, no es bueno saber que tienes un amigo?
Tienes un amigo.

Adios



Esta madrugada a muerto Miguel Delibes
un hombre bueno,
que además escribía como los ángeles.

D.E.P.


Cantus in memory of Benjamin Britten
Arvo Part


Quan plau a déu
Ausiàs March

Cuando place a Dios que la nave perezca,
áncoras y jarcias rompe en seguro puerto,
y de escaso mal veo morir mucha gente;
nadie está seguro de cómo acabará ningún hecho.
El hombre sabio no tiene más ventaja sobre el necio
sino que éste suele menos hechos acertar.
Veo fallar la experiencia y la muerte.
Fortuna y Azar mudan su costumbre.


jueves, 11 de marzo de 2010

Tiempo de cenizas

“¿Qué, el amor? Si, el amor.
Si claro, el amor.
Un año de llamas y pasión y treinta de cenizas”.
El Gatopardo
G.T. di Lampedusa




Ceniza son mis labios
José Manuel Caballero Bonald

En su oscuro principio, desde
su alucinante estirpe, cifra inicial de Dios,
alguien, el hombre, espera.
Turbador sueño yergue
su noticia opresora ante la nada
original de la que el ser es hecho, ante
su herencia de combate, dando vida
a secretos cegados,
a recónditos signos que aún callaban
y pugnan ya desde un recuerdo hondísimo
para emerger hacia canciones,
puro dolor atónito de un labio, el elegido
que en cenizas transforma
la interior llama viva del humano.

Quizá solo para luchar acecha,
permanece dormido o silencioso
llorando, besando el terso párpado rosa,
el pecho triste de la muchacha amada;
quizá solo aguarda combatir
contra esa mansa lágrima que es letra del amor,
contra
aquella luz aniquiladora
que dentro de él ya duele con su nombre: belleza…


miércoles, 10 de marzo de 2010

El ocaso



"Después de Auschwitz no es posible escribir poesía"
T. Adorno


Ayer, tras visitar los destrozos que el tiempo causa en lo que un día se nos antojó eterno, las huellas y cicatrices que su paso, cruel e inexorable, deja en lo que amamos, me enroqué en mi atalaya y busqué de nuevo -como siempre hago- un sitio en la montura del caballero de la triste figura, o sea que me pertreché de las armas que desde siempre me han proporcionado un punto de apoyo, el centro di gravita que diría el amigo Franco Battiato: Un libro, música y un buen café.

Despojé a "Invisible", de Paul Auster, del papel de celofán que garantiza el ser el primero que toca sus páginas (soy un estúpido fetichista pero, me gusta que los libros que adquiero sean primera edición y vírgenes).
El café, mezcla de dos continentes, solo y cargado.
La musica, Vier letzte Lieder de Richard Strauss, no soy purista así que aunque no en la grabación de Jessye Norman que he encontrado en la red y cuelgo, tampoco es la de Elisabeth Schwarzkop (la tengo en vinilo y muy estropeado).

Esto último no fue una buena elección, no estaba la noche para echar leña al fuego.



Frühling
(Primavera)
Richard Strauss
Poema de Hermann Hesse

En el fondo de las peñas crepusculares
he soñado largamente
con tus árboles y aire azul,
con tus aromas y con tus cantos de pájaros.

Ahora te has desplegado
en esplendores y aderezos,
desbordando de luz,
como un milagro ante mí.

Tú me reconoces,
tú me atraes tiernamente,
un escalofrío cruza todos mis miembros,
tu bienaventurada presencia.






September
(Septiembre)
Richard Strauss
Poema de Hermann Hesse


El jardín está triste,
la fría lluvia pesa sobre las flores.
El verano tiembla
dulcemente hacia su fin.

Doradas, gota a gota, caen las hojas
de lo alto de la acacia.
El verano sonríe, sorprendido y cansado,
entre el sueño de los jardines que se mueren.

Largamente, entre las rosas
se detiene todavía, desea el reposo.
Lentamente cierra
sus ya cansados ojos.







Beim Schlafengehen
(Al irme a dormir)
Richard Strauss
Poema de Hermann Hesse


A
hora que el día se ha fatigado,
que mi nostálgico deseo
sea acogido por la noche estrellada
como un niño cansado.

Manos, abandonad toda acción.
Mente, olvida todo pensamiento.
Ahora todos mis sentidos
quieren caer en el sueño.

Y el alma sin más guardián
quiere volar, liberadas sus alas,
en el círculo mágico de la noche,
para vivir profundamente mil veces.







Im Abendrot
(En la puesta de sol)
Richard Strauss
Poema de Joseph von Eichendorff


Con penas y alegrías,
mano a mano, hemos caminado.
Reposemos ahora de nuestros viajes,
en la tranquila campiña.

A nuestro alrededor se inclinan los valles,
ya la brisa se ensombrece.
Sólo dos alondras alzan todavía el vuelo
soñando de nuevo en el oloroso aire.

Acércate y déjalas trinar,
pronto será hora de dormir,
para que no podamos perdernos
en esta soledad.

Oh, inmensa y dulce paz,
tan profunda en la puesta de sol,
qué fatigados estamos por haber caminado.
¿Será esta, entonces, la muerte?

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Cuando escucho las "Cuatro últimas canciones" (Vier letzte Lieder) casi perdono a Richard Strauss sus actos y pertenencias políticas en vida. Como no hacerlo con un hombre de 84 años, que ya escucha los pasos de la muerte acercandose y acepta su destino creando tanta belleza.

Soy incapaz de que el nudo en la garganta al final de "Beim Schlafengehen" no me impida tragar saliva o que las lágrimas no empañen mis ojos cuando escucho "Im Abendrot".


No perdono pero, si afirmo que,
Theodor Adorno estaba equivocado.


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Son das 3 de la madrugada, programo el post para mañana, me voy a dormir. Buenas noches.


martes, 9 de marzo de 2010

Hola y adiós

Hello Goodbye
The Beatles







No dijiste hola. Tampoco adiós. En hora y media, urgencias para gastar besos que se perdieron, vano intento de recuperar años en unos minutos y después, reproches inútiles, palabras como balas y por tu parte justificaciones que nadie te pide.

No te pedí que abandonases nada, ni que me jurases "toute une éternité d'amour" como decía el viejo Moustaki, ni tan siquiera que acudieses al río. Pero una vez que lo propusiste, solo quise volver a rozar tu piel y sentir tu pecho de seda. Imaginé que eso mismo era lo que tú pretendías.
¿O es que acaso, mi pequeña bella e inconsciente, tú si querías lo imposible, volver veinte años en el pasado como si nada hubiese pasado? ¿Crees que saldríamos indemnes?

Esta tarde cortarás ante notario la última amarra que te une a esta ciudad, después montarás en el brillante mercedes del señor corbata y volverás a las flores de tu jardín, a repartir copos de maíz para el desayuno, a la partida de mus con tus amigas en ese precioso chalet adosado del que me hablaste.

"Nos hemos tomado un mes, X y yo, para solucionar todos los tramites. Mañana volveremos".
¿Eso es todo lo que tienes que decir?

Esta tarde visitaré esa "casa vieja y llena de humedades" de la que ahora Dios sabe quien será el propietario, esa nueva gente que ahuyentará tus juegos y sueños. Nuestros juegos, nuestros sueños. Habitaciones que son testigo de las cartas que me escribías, de mis cartas que leías, de aquellos tres días que tus padres se fueron de viaje y te dejaron al cuidado de tu hermano pequeño-pecoso y la llave.

Yo si te dije adiós cuando, tras ponerte tus gafas de sol, me diste la espalda.

¿Qué querías ocultar, lágrimas o rabia?

Queda la música
L.E.Aute








Me equivoqué. Si, era un espejismo.


lunes, 8 de marzo de 2010

De nuevo, el río

"Ella tiene el poder de ir a donde
nadie me puede encontrar
y en silencio recordarme
la felicidad y los buenos tiempos"

Something in the way she moves
James Taylor










Me senté a la vera del camino, justo en el centro, donde se bifurca en dos y esperé.
Apareciste a lo lejos, vestida con ropa deportiva blanca, mota inmaculada en el verde de los campos.
Te detuviste justo a dos metros antes de llegar mi y sin decir nada sonreíste.

-Veo que me lees. - le dije.

Moviste la cabeza afirmando.

-El camino sigue hasta Don Alvaro y el que se dirige hacia la derecha... creo que ya sabes a donde va...

Volviste a sonreír mientras acababas mi frase:

-Al sitio de "nuestro" recreo.

-Tu decides... -dije

Comenzaste a caminar por el sendero de la derecha.




Tan solo las 9' 07'' A.M.


"Niño, joven o anciano, sonriendo o llorando,
en el alba o la tarde, yo te estaré esperando,
y si me convenciera que ese ansiado día
no habría de llegar, también te esperaría".
J.A. Buesa



Time
Kroke







domingo, 7 de marzo de 2010

Filibustero loco tras el botín de un beso



Sinfonía N. 101 En Re Mayor "El Reloj"
Josef Haydn







Segundo poema de la espera
José Ángel Buesa

Por un agua de hastío voy moviendo estos remos,
que pasan tanto al irme y tan poco al volver;
pero quizá un día no nos separaremos,
mujer mía y ajena, como el amanecer.

No importa que me quede ni importa que me vaya,
mientras pasan las nubes sin dejar de pasar,
porque tu corazón es igual que una playa,
que, pudiendo ser tierra, nunca llega a ser mar.

Tu amor nunca responde cuando mi amor te nombra;
tu amor, que sin ser mío, tantas veces perdí;
y yo empuño los remos y viajo hacia las sombras,
pues todo se hace sombra si estoy lejos de ti.

Filibustero loco tras el botín de un beso,
viajo por aguas tristes que me entristecen más;
pero tu amor es siempre camino de regreso,
mujer que nunca llegas y que nunca te vas.

Tu amor es un remoto país desconocido,
más allá del mañana, más allá del ayer;
y ya sólo recuerdo las veces que me he ido
recordando las veces que tuve que volver.

Hay virtudes tan tristes, que es mejor ser culpable,
y más si es una culpa de amor amarte así;
pero, si en nuestras vidas hay algo inevitable,
inevitable tú serás para mí.

Ya me duelen las manos de remar en mi hastío;
pero yo sé que un día dejaré de remar,
y he de mirar el mundo como si fuera mío,
y romperé los remos en la orilla del mar...




Time
Pink Floyd









Tiempo

Viendo pasar los momentos que componen un día monótono
Desperdicias y consumes las horas de un modo indecoroso
Vagando de aquí para allá por alguna parte de tu ciudad
A la espera de que alguien o algo te muestre el camino.
Cansado de tumbarte bajo el sol y quedarte en casa mirando la lluvia
Eres joven y la vida es larga y hoy hay tiempo que matar
Y luego te das cuenta un día de que tienes diez años más tras de ti
Nadie te dijo cuando correr, perdiste el disparo de salida.
Y tú corres y corres para alcanzar al sol, pero él se está poniendo
Y girando velozmente para de nuevo elevarse por detrás de ti
El sol es el mismo de modo relativo, pero tú eres más viejo
Tu respiración es más corta y estás un día más cerca de la muerte.
Cada año se hace más corto, nunca pareces encontrar tiempo
Planes que se quedan en nada o en media página de líneas garabateadas
Esperando en silenciosa desesperación a la manera inglesa
El tiempo se ha acabado, la canción se ha terminado, pensaba que diría algo más.