O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

viernes, 30 de abril de 2010

Señora mía

Once upon a time...

"Mrs. Robinson, you're trying to seduce me. Aren't you?"
El graduado (1969)
Mike Nichols





Mrs. Robinson
Simon and Garfunkel








Sra. Robinson

A la salud de usted, Sra. Robinson,
Jesús le ama más de lo que usted sabrá. (Wo, wo, wo)
Dios le bendiga, por favor, Sra. Robinson,
El cielo guarda un lugar para aquellos que oran.
(Hey, hey, hey…hey, hey, hey)

Quisiéramos saber un poquito acerca de usted para nuestros archivos.
Quisiéramos ayudarla a que aprenda a ayudarse a sí misma.
Mire a su alrededor, todo lo que ve son ojos compasivos.
Pasee alrededor del recinto hasta que se sienta en casa.

A la salud de usted, Sra. Robinson,
Jesús le ama más de lo que usted sabrá. (Wo, wo, wo)
Dios le bendiga, por favor, Sra. Robinson,
El cielo guarda un lugar para aquellos que oran.
(Hey, hey, hey…hey, hey, hey)

Escóndalo en un escondite donde nunca va nadie.
Póngalo en su despensa con sus pastelitos.
Es un pequeño secreto, sólo asunto de los Robinson.
Sobre todo, hay que ocultarlo de los niños.

Coo, coo, ca-choo, Sra. Robinson,
Jesús le ama más de lo que usted pueda saber. (Wo, wo, wo)
Dios le bendiga, por favor, Sra. Robinson,
El cielo guarda un lugar para aquellos que oran.
(Hey, hey, hey…hey, hey, hey)

Sentada en un sofá un domingo por la tarde,
Asistiendo al debate de los candidatos,
Ríase de ello, vocifere de ello,
Cuando tiene que escoger,
Comoquiera que lo mire, usted pierde.

¿A dónde te has ido, Joe DiMaggio?
Una nación dirige sus ojos solitarios hacia ti. (Woo, woo, woo)
¿Qué es lo que dice, Sra. Robinson?
Joe el Golpeador se ha ido y ha marchado lejos.
(Hey, hey, hey…hey, hey, hey
)


La bibliotecaria
Render 3D 29/4/2010


Bibliotecaria
Childe
(poeta de la red)

Hay un castillo en mi villa
patrimonio cultural
y dentro una maravilla
con un cuerpo colosal

tiene la cara pintada
cual muñeco de cartón
muy colorado el mentón
y la frente despejada

-buenos días caballero
qué desea usted leer
-la luz del amanecer
leo en tu hermoso trasero

-repórtese buen señor
que he sentido unas cosquillas
y siento que a las mejillas
me está subiendo el calor.

Me miran sus ojos bellos
varias veces parpadea
el largo cuello menea
y con sus largos cabellos

rizos de color bermejo,
lanza su perfume al viento
nublándome el pensamiento
desde entonces ya no dejo

de ampliar el intelecto
mi mente se amplía y goza
es mi libro predilecto
el cuerpo de aquella moza.


Señora
Francisco Céspedes




... do you remember?

THE END

jueves, 29 de abril de 2010

No hay manera

La mañana de aquel día en la que mi cepillo de dientes, por primera vez sin compañía en cinco años, me dio los buenos días desde la soledad de su vaso en el cuarto de baño, fue el más triste de mi vida.





Te echo de menos
Kiko Veneno















Me doy cuenta de que me faltas
Jaime Sabines

Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.


Domenico Ghirlandaio - Retrato de Giovanna Tornabuoni

No puedo vivir sin ti
Los Ronaldos







miércoles, 28 de abril de 2010

Dos caras tiene la moneda


Fratelli a un tempo stesso amore e morte
Ingenerò la sorte;
Cose quaggiù più belle
Altre il mondo non ha, non han le stelle.

(Hermanos a un mismo tiempo engendró la suerte al amor y a la muerte:
cosas aquí abajo más bellas,
no las tienen ni el mundo ni las estrellas)


Giacomo Leopardi

Francisco de Goya



Si vis amari ama.
San Agustín de Hipona







“el mar siempre estará ahí, yo no”

Paseo por el Amor y la Muerte
John Huston (1969)



Vivamus mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque senum severiorum
omnes unius aestimemus assis!
soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel occidit brevis lux,
nox est perpetua una dormienda.
da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut ne quis malus inuidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.

Gaius Valerius Catullus

Vivamos, Lesbia mía, y amémonos
y las habladurías de los viejos más severos
nos importen todas un bledo.
El sol puede ponerse y salir;
tan pronto como se nos haya muerto esta breve luz,
tenemos que dormir una noche eterna.
Dame mil besos y luego ciento,
después otros mil, luego de nuevo cien,
después otros mil todavía, luego cien.
Después, cuando nos hayamos dado muchos miles,
los embrollaremos para no saberlos
y para que ningún malvado pueda aojarnos
cuando sepa que fueron tantos nuestros besos.





"Oimè, se quest'è amor, com'ei travaglia!"
(¡Ay de mí, si esto es amor, cómo atormenta!)
Giacomo Leopardi

Rogelio de Egusquiza - Tistan e Isolda

Liebestod
Kirsten Flagstad
Covent Garden (1936)
Liebestod
Muerte de amor

Cuan dulce y suave
sonríe,
como se entreabren
sus ojos tiernamente
¿Le veis, amigos?
¿No le veis?...
¡Cómo resplandece
con luz creciente!
Cómo se alza
rodeado de estrellas.
¿No le veis?
¡Cuán valiente y enchido,
lleno y sublime,
se le inflama el corazón
en el pecho!
Y de sus labios
deleitosos y suaves
fluye un hálito dulce y puro:
¡Amigos, mirad!
¿No le percibís? ¿No le veis?
¿Tan sólo oigo yo esa melodía,
que tan maravillosa y quedamente,
suena desde su interior
en delicioso lamento
que todo lo revela,
en tierno consuelo, gentil reconciliación,
penetrando en mí, elevándose,
en dulces ecos
que resuenan en mí?
Esa clara resonancia que me circunda
¿es la ondulación de delicadas brisas?
¿Son olas de aromas embriagadores?
¡Cómo se dilatan y me envuelven!
¿Debo aspirarlas?
¿Debo percibirlas?
¿Debo beber o sumergirme?
¿O fundirme en sus dulces fragancias?
En el fluctuante torrente,
en la resonancia armoniosa,
en el infinito hálito
del alma universal,
en el gran Todo...
perderse, sumergirse...
sin conciencia...
¡supremo deleite!


Oscar Dominguez - Máquina de coser electro-sexual

martes, 27 de abril de 2010

Y tú te miraste en él



Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
Luces de Bohemia
Valle-Inclán


Y tú te miraste
y pensaste que era real
y corriste tras ello
y como humo se escapó
y te quedó un pañuelo al cuello
y una fotografía velada
y un taje de raso
y un collar falso
y una sonrisa falsa
y un beso falso
y una rosa de tela
y un paseo en el mercedes plateado
y una lágrima de ¿verdad?
y una verdad en los ojos
y una mentira en los labios
y una suplica
y dos labios húmedos provocando
y tres comencemos de nuevo
y sabor a sal en mi mejilla
....
y la felicidad, diez minutos después,
entrando por mi puerta.



Πανσέλινος
(
Luna llena)
Χάρις Αλεξίου
(Haris Alexiou)

En medio de una pequeña casa que tengo alquilada
la risa de un niño de pecho me ha abrazado.
He pedido todo de mi vida, mi alma lo ha pagado,
ojalá tenga un lugar el corazón antes de envejecer...

Esta noche hay luna llena y es bonita,
es diferente el silencio sin compañía.
No siento tristeza, pero tengo añoranza
de aquella niña que quisiste por casualidad.
No siento tristeza, pero tengo añoranza
de tu lascivo engaño, que todo lo hacía bonito.

Es duro para una mujer estar sola,
te lo digo ahora que la verdad no enoja.
Sea cuanta sea mi fuerza, quiero a alguien junto a mí.
La soledad tiende trampas y hiere...

Pero esta noche hay luna llena y es bonita,
mi casa está desierta pero nos hacemos compañía.
No siento tristeza, pero tengo añoranza
de aquella niña que quisiste por casualidad.
No siento tristeza, pero tengo añoranza
de tu lascivo engaño, que todo lo hacía bonito.



El Farolero y su novia
Rafael Alberti

Bien puedes amarme aquí,
que la luna yo encendí,
tú, por ti, sí, tú, por ti.
—Sí, por mí.
—Bien puedes besarme aquí,
faro, farol farolera,
la más álgida que vi.
—Bueno, sí.
—Bien puedes matarme aquí,
gélida novia lunera
del faro farolerí.
—Ten. ¿Te di?


-----
---
-

¡Ojalá esté equivocado!




lunes, 26 de abril de 2010

De malos

Caravaggio - La incredulidad de Santo Tomás


"Aparte del olor a alcohol y de algun babeo ocasional,
algunas veces dices cosas muy interesantes".


Nicolas Cage y Elisabeth Shue en Leaving Las Vegas de Mike Figgis (1995)



Malo
José Luis Piquero


Yo soy malo. ¿Recuerdas cuando Gina
me lo llamaba -Malo-, no con esa
complicidad coqueta tras mi típica broma
cruel a costa de alguien, sino en serio
y con la gravedad de lo que es cierto
y muy triste (ya estábamos
a punto de dejarlo).

Es curioso: de niños somos ‘malos’
sin más; después ser malo
se llena de matices: eres cínico
(malo), rebelde (malo), contestón
(malo).
Llegas a adulto y las palabras
recuperan su antigua contundencia:
te miran con sorpresa y rebuscado
espanto y ¡Tú eres malo!, dice alguien
resumiéndolo todo, tus traiciones
cotidianas, tus infidelidades,
tu vicio: causar daño.
Vicios: Bichos.
Ninguna casa está libre de bichos.

En cada grieta, bajo tu colchón.
Huyen de ti, te pican, te dan miedo.
Se alimentan de ti.

De los malos
ElBicho










sábado, 24 de abril de 2010

La gallarda, esa danza pecaminosa y censurarada


La gallarda solía interpretarse después de la pavana.

Pavana y Gallarda
Donaires


Pavana Impura
Antonio Gamoneda

1. Tu
cabello en sus manos; arde en las manos del vigilante
de la nieve.


Son las cebadas, la siesta de las
serpientes y tu cabello en el
pasado.


Abre tus ojos para que yo vea las cebadas
blancas: tu cabeza
en las manos del vigilante de la nieve.


* * *


2. Todos los árboles se han puesto a
gemir dentro de mi espíritu
al recordar tus bragas en la oscuridad, la luz debajo de tu piel,
tus pétalos vivientes.


Atravesando los aniversarios, a veces
viajan las palomas ebrias.


Venga desnuda tu misericordia, ah paloma
mortal, hija del
campo.


* * *


3. El mirlo en la incandescencia de
tus labios se extingue.


Yo siento en ti grandes heridas y te
desnudas en mis fuentes.


Se extingue el mirlo en las alcobas
blancas donde soy ciego,
donde, algunas veces, suenan en ti grandes campanas.


* * *

4. Busco tu piel inconfesable, tu piel ungida por la
tristeza de las
serpientes; distingo tus asuntos invisibles, el rastro frío del

corazón.

Hubiera visto tu cinta ensangrentada, tu llanto entre cristales
y no tu llaga amarilla,

pero mi sueño vive debajo de tus párpados.


* * *


5. La
inexistencia es hueca como las máscaras y su visión es
lívida, pero tú oyes el grito de las madres del agua y acaricias
los ojos que vieron la inexistencia.


* * *


6. Nuestros
cuerpos se comprenden cada vez más tristemente,
pero yo amo esta púrpura desolada.


Ah la flor negra de los dormitorios, ah
las pastillas del amanecer.


* * *


7. Entra otra vez en las alcobas blancas.


Grandes son las jarras de la tristeza en
las manos mortales.


Entra otra vez en las alcobas blancas.


* * *


8. Amor
que duras en mis labios:

Hay una miel sin esperanza bajo las hélices y las sombras de las
grandes mujeres y en la agonía del verano baja como mercurio
hasta la llaga azul del corazón.

Amor que duras: llora entre mis piernas,

come la miel sin esperanza.


* * *


9. Ha
venido tu lengua; está en mi boca


como una fruta en la melancolía.


Ten piedad en mi boca: liba, lame,


amor mío, la sombra.


* * *


10.Llegan los animales del silencio, pero debajo
de tu piel arde la
amapola amarilla, la flor del mar ante los muros calcinados
por el viento y el llanto.


Es la impureza y la piedad, el alimento
de los cuerpos
abandonados por la esperanza.


* * *


11. He envejecido dentro de tus ojos; eras la
dulzura y el exterminio
y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.


Tu inocencia es como un cuchillo delante
de mi rostro,


pero tú pesas en mi corazón y, como una
miel oscura, yo te
siento en mis labios al ir hacia la muerte.


* * *


12. Eres como la flor de los agonizantes


que es invisible mas su aroma entra


en la sombra nasal y es la delicia,


todo en la vida, durante algún tiempo.


* * *


13. En la
humedad me amas


y eres azul en tus pezones. hablas


suavemente en mis labios y regresas


a tu prisión en la melancolía.


* * *


14. Tu cabello encanece entre mis manos y, como
aguas silenciosas,
nos abandonan los recuerdos. siento la frialdad de la existencia
pero tu olor se extiende en las habitaciones y tu lascivia vive en
mi corazón y entra mi pensamiento en tus heridas.



* * *


15. Existe el mar en las ciudades blancas,


coágulos en el aire dulcemente
sangriento,


sábanas en la serenidad.


Existen los perfumes inguinales, lenguas
en las heridas femeninas


y el corazón está cansado.


Entra con tus campanas en mi casa,
pastora ciega, sin embargo,


como si no tuviera la dulzura su fin aún
en las ciudades blancas.




La Gallarda es una danza renacentista de origen popular adaptada a los repertorios cortesanos. Fue una danza muy popular durante los siglos XVI y XVII, tanto en España, como en Francia, Italia o Inglaterra. Difusión Aunque se trata sin duda de una danza de origen italiano, algunos autores aseveraron que era una danza española, denominada en un principio "romanesca". Durante el siglo XVI y el siglo XVII, la gallarda se difundió de Italia al resto de Europa, Francia, España e Inglaterra, y se mantuvo en alza hasta muy entrado el periodo del Barroco. En el Siglo de Oro español se convirtió en una danza realmente popular, especialmente en la corte de Castilla, donde caballeros y damas se esforzaban con gran entusiasmo por bailarla ...


"La Reina está tan bien como se lo aseguro... sus ejercicios habituales son seis o siete gallardas en un día, además de tocar música y cantar"
John Stanhope

“Si queréis bailar la volté, debéis colocar la mano derecha en la espalda de la damisela y la izquierda debajo del busto y, empujándola con el muslo derecho puesto debajo de su nalga, hacedla dar la vuelta”
Orchesographie
Thoinot Arbeau
(Seudónimo-anagrama de
Jean Tabourot)







El baile de Águedas
Claudio Rodriguez

Veo que no queréis bailar conmigo
y hacéis muy bien. ¡Si hasta ahora
no hice más que pisaros, si hasta ahora
no moví al aire vuestro estos pies cojos!
Tú siempre tan bailón, corazón mío.

¡Métete en fiesta; pronto,
antes de que te quedes sin pareja!

¡Hoy no hay escuela! ¡Al río,
a lavarse primero,
que hay que estar limpios cuando llegue la hora!

Ya están ahí, ya vienen
por el raíl con sol de la esperanza
hombres de todo el mundo! Ya se ponen
a dar fe de su empleo de alegría
¿Quién no esperó la fiesta?
¿Quién los días del año
no los pasó guardando bien la ropa,
cuánto refajo de lanilla, cuánto

Cuánto manteo, cuánta media blanca,
cuánto refajo de lanilla, cuánto
corto calzón. ¡Bien a lo vivo, como
esa moza se pone su pañuelo,
poned el alma así, bien a lo vivo!

Echo de menos ahora
aquellos tiempos en los que a sus fiestas
se unía el hombre como el suero al queso.

Entonces sí que daban
su vida al sol, su aliento al aire, entonces
sí que eran encarnados en la tierra.

Para qué recordar. Estoy en medio
de la fiesta y ya casi
cuaja la noche pronta de febrero.
y aún sin bailar: yo solo.

¡Venid, bailad conmigo, que ya puedo
arrimar la cintura bien, que puedo
mover los pasos a vuestro aire hermoso!

¡Águedas, aguedicas,
decidles que me dejen
bailar con ellos, que yo soy del pueblo,
soy un vecino más, decid a todos
que he esperado este día
toda la vida! Oídlo.

Óyeme tú, que ahora
pasas al lado mío y un momento,
sin darte cuenta, miras a lo alto
y a tu corazón baja
el baile eterno de Águedas del mundo,
óyeme tú, que sabes
que se acaba la fiesta y no la puedes
guardar en casa como un limpio apero,
y se te va, y ya nunca...
tú, que pisas la tierra
y aprietas tu pareja, y bailas, bailas.

viernes, 23 de abril de 2010

Aniversario




Vals de aniversario
Jaime Gil de Biedma

Nada hay tan dulce como una habitación
para dos, cuando ya no nos queremos demasiado,
fuera de la ciudad, en un hotel tranquilo,
y parejas dudosas y algún niño con ganglios,

si no es esta ligera sensación
de irrealidad. Algo como el verano
en casa de mis padres, hace tiempo,
como viajes en tren por la noche. Te llamo

para decir que no te digo nada
que tú ya no conozcas, o si acaso
para besarte vagamente
los mismos labios.

Has dejado el balcón.
Ha oscurecido el cuarto
mientras que nos miramos tiernamente,
incómodos de no sentir el peso de tres años.

Todo es igual, parece
que no fue ayer. Y este sabor nostálgico,
que los silencios ponen en la boca,
posiblemente induce a equivocarnos

en nuestros sentimientos. Pero no
sin alguna reserva, porque por debajo
algo tira más fuerte y es (para decirlo
quizá de un modo menos inexacto)
difícil recordar que nos queremos,
si no es con cierta imprecisión, y el sábado,
que es hoy, queda tan cerca
de ayer a última hora y de pasado

mañana
por la mañana...






¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!

Cántico Espiritual
San Juan de la Cruz



Ἑλένη
Render 3D - 16/4/2010



Tu vientre y otros resabios
Blas de Otero

La juventud
su paso acelerado ojos de acero manos más de dos
alegría
escuchar un disco cuadrado hacer el amor con la mujer
del prójimo (¿no somos todos prójimos'?)
el aturdimiento del atardecer
el microcosmos de la física moderna
-después de muerto me basta ser electrón-
mi juventud tirada por la ventana
tu piel papel de seda
tus senos uno al sol el otro en la sombra
mi deambular por los barrios galdosianos
el electroshock de súbito
alegría
dios es bueno en tanto la mujer responda
quédate esta noche a desayunar
me permito exclamar oh tu entrepierna en voz baja
quiero vivir en América
qué coño en América del Sur,
he visto demasiadas tierras
todas caben en tu axila
salgamos de la habitación por la puerta de urgencia
compremos un buen periódico clara utopía
y saludemos a la juventud desde los cincuenta y siete años
como diecisiete como veintiuno como tu vientre de malvavisco

martes, 20 de abril de 2010

Madrid

Me voy para Madrid.
Mi hija, "atrapada" en Roma desde hace tres días a causa la nube de cenizas de ese volcán islandés de nombre impronunciable debe estar dando saltos de alegría, me ha llamado diciendo que seguramente mañana -que pena- al fin podrá tomar un vuelo para España. Así que aprovecharé la ocasión para solucionar algunos asuntos y recogerla para llevarla a Salamanca.
Es sorprendente, tal vez por inconsciencia, quizá por ilusión, la facilidad de adaptación a las circunstancias de la gente joven. Si a mi me dicen en Roma que no puedo regresar hasta pasada una semana, es un problema; para ella, una bendición.
- Papá, se han suspendido los vuelos a casa de esa erupción en Islandia y me tengo que quedar unos días más.
- ¿Pero donde vas a alojarte?
- No se, ya encontraré algo.
Y por la noche me llama diciendo que ha conocido a unas chicas españolas del programa Erasmus y se quedará en su casa.
- ¡Qué suerte! ¿no? Ingresamé 200 € en el banco, "porfa". Te he comprado un grabado de la Piazza Navona. ¡Ciao!

Cosas de los 20 años.

Así que, sin planearlo, me marcho unos días y debo confesar a fuerza de ser sincero que no está nada mal visitar a la Villa y Corte y aprovechar para ver algunas cosas que si no fuera por este imprevisto nunca hubiera podido ser. Esto es lo que se llama "a mal tiempo buena cara".




Madrid
Luis de Gongora

Nilo no sufre márgenes, ni muros
Madrid, oh peregrino, tú que pasas,
Que a su menor inundación de casas
Ni aun los campos del Tajo están seguros.

Émula la verán siglos futuros
De Menfis no, que el término le tasas;
Del tiempo sí, que sus profundas basas
No son en vano pedernales duros.

Dosel de reyes, de sus hijos cuna
Ha sido y es; zodíaco luciente
De la beldad, teatro de Fortuna.

La invidia aquí su venenoso diente
Cebar suele, a privanzas importuna.
Camina en paz, refiérelo a tu gente.




lunes, 19 de abril de 2010

Para tonto, este que lo es.

Wilhelm Staehle

El tonto de Rafael
(Autorretrato burlesco)
Rafael Alberti

Por las calles, ¿quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tonto llovido del cielo,
del limbo, sin un ochavo.
Mal pollito colipavo,
sin plumas, digo, sin pelo.
¡Pío-pic!, pica, y al vuelo
todos le pican a él.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tan campante, sin carrera,
no imperial, sí tomatero,
grillo tomatero, pero
sin tomate en la grillera.
Canario de la fresquera,
no de alcoba o mirabel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tontaina tonto del higo,
rodando por las esquinas
bolas, bolindres, pamplinas
y pimientos que no digo.
Mas nunca falta un amigo
que le mendigue un clavel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Patos con gafas, en fila,
lo raptarán tontamente
en la berlina inconsciente
de San Jinojito el lila.
¿Qué runrún, qué retahíla
sube el cretino eco fiel?
¡Oh, oh, pero si es aquél
el tonto de Rafael!






Dingue, dingue, dingue
(Chiflado, chiflado, chiflado)
Christophe Maé

Sé que no se vuelve atrás
y que tampoco volverás
pero si cambiaras de opinión
te juro que no te decepcionaría.

Me esforzaré en vestir mejor,
volveré a la hora prevista,
pasaríamos los domingos al borde del mar
como hacíamos al principio.

Venga cede
y déjame ceder.
Sí, déjame ceder;
sabré hacerlo.

Chiflado, chiflado, chiflado, chiflado...
Esta situación me vuelve loco.
Dime a dónde voy contigo.
Chiflado, chiflado, chiflado...
Porque estoy totalmente chiflado,
Loco por ti.
Chiflado, chiflado, chiflado, chiflado
Me vuelve loco saber
que he estropeado todo lo que tenía contigo
Chiflado, chiflado, chiflado
Porque estoy totalmente loco por ti.

Diré a mis colegas la suerte que tengo,
dejaré de ver a los que no te gustan.
Ya verás, esta vez voy a cambiar;
incluso si nunca me has creído.

Tengo el corazón roto
y el cuerpo en objetos perdidos.
Prefiero abandonarlo todo
que estar seguro
de que lo nuestro se ha acabado.

[Estribillo]

Y corro detrás de ti
incluso si ya es tarde.
Y grito a los cuatro vientos
mis ganas de volver a verte.
Nunca es demasiado tarde.

[Estribillo]

domingo, 18 de abril de 2010

Día rojo

—¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
—¿Color rojo? querrá decir negro.
—No, se puede tener un dia negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué.

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Los días rojos son terribles y en esos momentos lo único que me viene bien es ir a Tiffany's, porque nada malo me puede ocurrir allí.










Breakfast at Tiffany's
Blake Edwards (1961)



Media hora después de subir el "post" de ayer sonó el teléfono y me dieron la tristísima noticia de la muerte del padre de un amigo. Acabo de llegar del funeral. No creo en los sueños premonitorios pero...

Como no puedo ir, como Audrey Hepburn, a comerme un croissant ante es escaparate de Tiffany y a pesar del diluvio que esta cayendo, me voy a caminar y a perderme por las calles.

Espero que no afecte a mis bronquios.

sábado, 17 de abril de 2010

Irremediable

"Quédate, dama, quédate
quédate mientras nos quede algo de noche."


Lay Lady Lay
Bob Dylan








Acaso por algún resto de fiebre, acaso debido a las lecturas o tal vez por el desasosiego que me produce el golpeteo de la lluvia -que de nuevo a vuelto- en los cristales, esta noche he tenido un triste, triste, triste sueño, una terrible pesadilla que ha sido la causa de que me despertase sobresaltado y entre sudores, buscando la mano de la que ilumina.

Tras respirar hondo varias veces y unos tragos de agua el mundo se ha recompuesto y la luz del alba ha colaborado definiendo las siluetas de los muebles, ahuyentando brumas y vistiendo de realidad el dormitorio.

¡Ufff!


John White Alexander - Anna Palmer Draper


Despedida
J.L. Borges

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes. Irremediable


viernes, 16 de abril de 2010

Puta vida


Coplilla después del 5º Bourbon
José Hierro

Pensaba que sólo habría
sombra, silencio, vacío.
Y murió. Estaba en lo cierto.
El mismo Dios se lo dijo.




Romance de Curro "El Palmo"
J. M. Serrat









Es la mujer del hombre lo más bueno...
Félix Lope de Vega

E
s la mujer del hombre lo más bueno,
y locura decir que lo más malo,
su vida suele ser y su regalo,
su muerte suele ser y su veneno.

Cielo a los ojos, cándido y sereno,
que muchas veces al infierno igualo,
por raro al mundo su valor señalo,
por falso al hombre su rigor condeno.

Ella nos da su sangre, ella nos cría,
no ha hecho el cielo cosa más ingrata:
es un ángel, y a veces una arpía.

Quiere, aborrece, trata bien, maltrata,
y es la mujer al fin como sangría,
que a veces da salud, y a veces mata.

jueves, 15 de abril de 2010

El silencio del cordero



“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero;
y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca”
(Isaías 53:7).


Ayer por la tarde una enfermera, que más pareciese el Sargento Thomas Highway (Clint Eastwood) en Heartbreak Ridge, me humilló e hizo, al ordenarme que me bajara los pantalones, que me sintiera como la víctima que sumisa se dirige impotente al altar en el cual va ha ser inmolada.

¡Los dioses te lo demanden, Señorita "Tom" Highway !



Pero mis suplicas fueron oídas y esta mañana los dioses han mandado un ángel de manos de seda.

¡Oh, padre del Olimpo, gracias os sean dadas!