O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

martes, 19 de enero de 2010

Que nunca se apague la candela


Llama de amor viva
San Juan de la Cruz

1. ¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

2. ¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida la has trocado.

3. ¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su Querido!

4. ¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!



Liebestraum nº 3
Franz Liszt



O lieb', so lang du lieben kannst!
¡Oh, amor, ama tanto como puedas!

¡Oh, amor! Ama tanto como puedas.
Oh, amor! Ama tanto como desees.
El momento llegará, el momento llegará
en que ante la tumba te lamentes.

Y ten cuidado, que tu corazón se inflame
y alimente el amor y lleve el amor,
que otro corazón, de cálido amor,
palpite junto a él.

Y a aquel que su pecho te abre,
dale todo el amor que puedas.
Y haz que cada momento sea feliz.
Y haz que ningún momento sea triste.

Y sujeta bien tu lengua,
que no escape de ella una mala palabra.
¡Dios! No era mala la intención,
pero el otro se aleja y llora.

¡Oh, amor! Ama tanto como puedas.
¡Oh, amor! Ama tanto como desees.
El momento llegará, el momento llegará
en que ante la tumba te lamentes.

Entonces te arrodillarás en la tumba
y ocultarás tus ojos, mojados y tristes
—ya no volverán a verlo—
en la larga y húmeda hierba del cementerio.

Y dirás: Mírame aquí postrado
llorando ante tu tumba.
Perdóname por haberte hecho sufrir.
No era esa mi intención.

Pero él ni te ve ni te escucha,
él, de quien tan pronto te separaste.
Su boca, que tantas veces te besó,
no te dirá jamás:
Hace tiempo que te perdoné.

De hecho, hace tiempo que te perdonó.
Pero derramó muchas lágrimas
por ti y por tu palabra amarga.
Silencio. Él descansa, ha llegado a su fin.

¡Oh, amor! Ama tanto como puedas.
¡Oh, amor! Ama tanto como desees.
El momento llegará, el momento llegará
en que ante la tumba te lamentes.

1 comentario:

Tony dijo...

Franz Listz, monstruo al piano.

Musica maravillosa.

Y Palabras no menos .