O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

viernes, 29 de abril de 2011

De primera plana e intereses de los H. de P.


Me pregunto, ¿a caso hoy el plutonio es menos peligroso que hace un mes? ¿se han clausurado las fugas en Fukushima? ¿Cuanta veces superan los niveles radiación las aguas del mar? ¿y el terreno? ¿y las lechugas? ¿a caso la leche ya se puede consumir sin riesgo para la salud?¿Se pueden cultivar los terrenos y en que radio alrededor de la centra nuclear?.

Que este "pobrecito hablador" sepa, cuando hace un mes ocurrió la tercera explosión en la central nuclear todo se media, todo eran palabras tranquilizadoras y primeras planas en los diarios y hoy ¿que sucede? ¿hay alguna manifestación en la salud de las personas irradiadas? ¿se va a seguir su evolución? ¿y durante cuanto tiempo? ya que los efectos se manifiestan a largo plazo y en el plutonio de las centrales nucleares el isótopo principal es el plutonio-239 que tiene una vida media de 24.131 años...




Fiesta de cumpleaños
MATT DUNHAM (AP) | 28-03-2011
(Una fotografía de un niño frente a lo que parece ser una tarta, recuperada en Kamaishi)




Aniversari
Manel

Cumpleaños

Las luces se han apagado, han sacado el pastel,
aplaudían los padres, los tíos, los amigos
todos a la vez, aunados en un único grito,
“que pida un deseo, que pida un deseo”.
Y tú, nerviosa, como siempre que te toca ser
el centro de atención,
has fijado los ojos en un punto impreciso del comedor
un segundo, dos segundos, tres segundos, cuatro y cinco.
Tus ojos cabalgaban buscando un deseo,
las velas quemaban y algunos amigos
te enfocaban con cámaras de retratar,
una voz comentaba “ay, qué guapa está”
y yo, en el fondo, apuraba la copa decidido
a encontrar un rinconcito para hacerme pequeño, pequeño.
Del tamaño de una mosca, del tamaño de un mosquito.
Para una vez empequeñecido, bajo los taburetes
y la mesa alargada por los dos caballetes,
abrirme paso con prudencia por un entramado
de zapatos de invierno, de confeti aplastado,
y esprintar maldiciendo la longitud de mis nuevos pasitos
y esconderme entre un corcho y la pared
justo a tiempo de que no me coma el maldito gatito.
Y escalar las cenefas de tu vestido
y calzar el pie izquierdo en un descosido
y llegarte a la espalda y sentarme en un botón
y coger un poquito de aire y, de un saltito,
agarrarte un cabello e impulsarme
en un último salto final
y acceder a tu deseo atravesando la pared del lagrimal.
¡Ahora un pie! ¡Ahora un brazo! ¡Ahora el torso! ¡Ahora la cabeza!


Y ya dentro del deseo, ver si hay buen ambiente,
repartir unas tarjetas, ser amable con la gente
y con maneras de joven discreto y educado
presentar mis respetos a la autoridad,
escuchar atento batallitas curiosas a los más viejos,
hacerme fotos graciosas con otros ilustres viajeros
y con un hombre con corbata que no sé quién es.
Y en la nube de sueños que tienes a tu alcance
y entre otros que, lo siento, pero ya no vivirás nunca,
detectar un caminito que me aleje del grupo
o una sombrita tranquila donde, desapercibido,
tumbarme un rato y, por fin, relajarme celebrando
el placer indescriptible que es estar contigo, hoy que te haces mayor,
mientras fuera del ojo las velas se van apagando.







jueves, 28 de abril de 2011

Tan fácil - Tan difícil


Después de todo -pero después de todo-
sólo se trata de acostarse juntos,
se trata de la carne,
de los cuerpos desnudos,
lámpara de la muerte en el mundo.

Gloria degollada, sobreviviente
del tiempo sordomudo,
mezquina paga de los que mueren juntos.

A la miseria del placer, eternidad,
condenaste la búsqueda, al injusto
fracaso encadenaste sed,
clavaste el corazón a un muro.

Se trata de mi cuerpo al que bendigo,
contra el que lucho,
el que ha de darme todo
en un silencio robusto
y el que se muere y mata a menudo.

Soledad, márcame con tu pie desnudo,
aprieta mi corazón como las uvas
y lléname la boca con su licor maduro.

Jaime Sabines


Antonio Canova - Psique reanimada por el beso del amor


Sometimes when we touch
Dan Hill




A veces cuando nos tocamos

Me preguntas si te quiero
y me ahogo con mi respuesta
prefiero herirte honestamente
que inducirte a error con una mentira
y ¿quién soy yo para juzgar
lo que haces o lo que dices?
Sólo estoy empezando a ver tu auténtico tú


Y a veces cuando nos tocamos
la honestidad es excesiva
y tengo que cerrar los ojos y esconderme
quiero abrazarte hasta morir
hasta que los fracasemos y lloremos
quiero abrazarte hasta que el miedo en mí remita


El romance y toda su estrategia
me deja luchando con mi orgullo
pero en la inseguridad
sobrevive un poco de ternura
sólo soy otro escritor
aún atrapado en mi verdad
un luchador premiado titubeante
aún atrapado en mi juventud


Y a veces cuando nos tocamos
la honestidad es excesiva
y tengo que cerrar los ojos y esconderme
quiero abrazarte hasta morir
hasta que los fracasemos y lloremos
quiero abrazarte hasta que el miedo en mí remita


A veces me gustaría destrozarte
y hacer que te arrodillases
a veces me gustaría seguir adelante
y abrazarte sin parar


A veces te entiendo
y sé lo mucho que lo has intentado
he estado mirando mientras el amor te dirige
y he estado mirando el amor pasar a tu lado


A veces creo que vamos dando tumbos por la vida
aún buscando un amigo
un hermano o una hermana
y luego la pasión brilla de nuevo


Y a veces cuando nos tocamos
la honestidad es excesiva
y tengo que cerrar los ojos y esconderme
quiero abrazarte hasta morir
hasta que los fracasemos y lloremos
quiero abrazarte hasta que el miedo en mí remita




"al margen de la vida y de la muerte,
para siempre abrazados.
Ahora son ya dos pobres desgraciados.
Pero dos. Para siempre."

Amor y psique (fragmento)
Carmen Jodra Davó

miércoles, 27 de abril de 2011

Dulce herida


Herido de amor
F. G. Lorca - J. M. Serrat
Ana Belen




Muy pronto, sin embargo, descubrió que uno de los efectos sorprendentes del amor era que la desdicha traía consigo su propia medicina. Era como si también al amor se le pudiera aplicar el refrán de 'lo que no mata, engorda', porque ahora la pesadumbre no sólo se ofrecía como paliativo contra ella misma sino que enseguida se convirtió en un motivo secreto, incomprensible y hasta fascinante de deleite. Cuando quiso darse cuenta, se encontró a todas horas aguzando el ingenio para buscar razones con que alimentar el fuego de aquel sufrimiento placentero.

Caballeros de Fortuna, Luis Landero. Bacerlona, Tusquets, 1994. P. 278



Caravaggio - El amor victorioso (Amor Vincit Omnia)




Più che penso alle fiamme del core,
più l'ardore crescendo sen va.
E il mio petto è ricetto ben poco
di quel foco, che pena mi dà.

Cuanto más pienso en la llama del corazón,
más va creciendo la pasión.
Mi pecho apenas puede soportar
ese fuego que tanta angustia me da.


Più che penso alle fiamme
Serse (Act I, scena 11)
Handel
Anne Sofie von Otter




A los que hirió el amor
Pedro Ruy-Blas

Me separé de ti
Pero el amor me acompañó siempre
Y cuando le tendí los brazos
El dolor se hizo más amargo
Todo un árido desierto


Por separarme de mí mismo.



De L'amour la poèsie
Paul Éluard


martes, 26 de abril de 2011

Quien pudiera detener las manillas del reloj del tiempo...



Por ejemplo esta madrugada. Cuando el aleteo de una golondrina y los trinos de su pareja en el nido que están construyendo en el alero de mi balcón (pura coincidencia, Bécker no tiene nada que ver) me desveló.




"¡Qué bella eres, amada mía,
qué bella eres!
Paloma son tus ojos
a través de tu velo.
Tu melena, como rebaño de cabras
que ondulan por el monte de Galaad.
Tus dientes, es un rebaño de ovejas esquiladas
que salen de bañarse,
Todas tienen mellizas
y no hay entre ellas estériles.
Tus labios, una cinta de escarlata,
tu hablar, encantador.
Tus mejillas, como corte de granada
a través de tu velo.
Tu cuello, la torre de David
erigida para trofeos;
mil escudos prenden de ellas,
todos parecen de valientes.
Tus dos pechos, como dos crías mellizas de gacela,
que pasan entre lirios del campo".

Cantar de los Cantares (4:1-5)

Bartholomeus Spranger  - Venus en la forja de Vulcano



Helena
J. M. Serrat


Helena

Hace días que
asomado al balcón
he perdido el jornal
charlando con un gorrión
más aburrido que yo.


O mirando cómo
se deshoja un encinar,
oliendo romero.
Cómo vuelven a florecer
y se vuelven a deshojar.


Hace días que  no sé cuantos días hace.
Hace días que  me estoy diciendo... 
mañana y espero... y espero.

Viviendo con nada.
Trabajando por nada 
y un día como si nada 
morirme de nada.
 Adiós. Gracias.

En el fondo de un bar
tomándome un perfumado
para calentarme el corazón
mientras llega la muerte a jugar al subastado.


Hace días que no sé cuantos días hace.
Hace días que me estoy diciendo...
mañana y espero... y espero... y espero...


Asomado al balcón espero.
Desnudando el horizonte espero.
Espero por Navidad y por la Magdalena
de día y de noche
que vuelva Helena,
que vuelva Helena...


y es que cuando pasa por mi calle
incluso los geranios le guiñan el ojo.
El aire se vuelve tibio con su aliento
y los adoquines miran hacia arriba,
su piel morena.


Cuando pasa Helena.
Cuando ella mira sabes
que la fuente cuando ella quiere, la da.


Cuando ella llora,
sabes qué es el luto.
Cuando ella calla,
todo yo tiemblo.
Cuando ella quiere,
el amor emprende el vuelo...


Y entre tejados se columpia el sol
y los pajaritos de los cables de la luz
miran celosos como se ríe y se mueve.
Color de larga espera
y perfume de luna llena
mi Helena.
Mi Helena... pero...


Hace días que 
el estar de pie me hace daño,
el reuma me rompe los dedos
y ha huido el último gorrión.

lunes, 25 de abril de 2011

Llueve y llueve y sobre lluvia llueve


Y cuando llueve en vacaciones las posibilidades se reducen a unos metros cuadrados, lo cual no está nada mal. ¿Verdad, cariño?



Gota de lluvia 
José Emilio Orozco

Una gota de lluvia temblaba en la enredadera.

Toda la noche estaba en esa humedad sombría

que de repente

iluminó la luna.




Nos quitaron un bajo en una noche de lluvia
La Romantica Banda Local





The rain song
Led Zeppelin

La Canción de la Lluvia
Esta es la primavera de mi amor
La segunda estación que he de conocer
Tu eres la luz que me hace crecer
He sentido tan poco calor antes
No es difícil sentirme brillar
Estuve mirando el fuego que apenas ardía


Es el verano de mis sonrisas
Huid de mí, Guardianes de las Tinieblas
Háblame sólo con tus ojos
Es a tí a quien doy esta canción
No es tan difícil de reconocer
Estas cosas nos resultan claras a todos de vez en cuando


Habla, habla...
He sentido el frío de mi invierno
Nunca pensé que se pudiera marchar
Maldije las tinieblas que cayeron sobre nosotros
Pero sé que te quiero tanto...


Estas son las estaciones de la emoción
Y como el viento, se levantan y caen
Esta es la maravilla de la devoción
Veo la antorcha que todos debemos portar
Este es el misterio del cociente
Debe caer un poco de lluvia sobre nosotros
Sólo un poco de lluvia...

domingo, 17 de abril de 2011

Atmósfera densa y huida



A Cristo crucificado
Anónimo del siglo XVI

No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

¡Tú me mueves, Señor!, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiese infierno te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera,
porque, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.




Matthias Grünewald - La crucifixión (Retablo de Isemheim)



Misa de Réquiem en re menor, K. 626
Wolfgang Amadeus Mozart

Matthias Grünewald - La crucifixión
Detalle




Así suspenso ni crucificado
ni en fúnebre meditación ni en cruz
ni en sepultura
suspendido
en perpetuo descenso
la figura está inmóvil tras ochocientos años.

Crueles escultores y conversos
que acudían y un mísero ladrón
le mantienen en perpetua agonía.

Mil años de madera
lo contienen a medio caminar
del fracaso y del triunfo:

ni cadáver ni resucitado,
más allá de los hombres
sin llegar a los dioses.

Félix de Azúa






Atmosphere
Joy Division


Atmósfera

Caminas en silencio.
No te vayas, en silencio.
Mira el peligro,
siempre peligro.
Conversaciones sin fin.
La vida comenzando de nuevo.
No te vayas.


Caminas en silencio.
No te apartes, en silencio.
Tu confusión,
mi ilusión,
vestida como una máscara de odio hacia ti mismo,
te hace frente, y luego se muere.
No te vayas.


La gente como tú lo encuentra fácil.
No lo pueden ver.
Caminando por el aire.
Cazando cerca de los ríos.
A través de las calles.
Esquinas abandonadas demasiado deprisa,
con la debida sutileza.
No te vayas en silencio.
No te vayas.




Pues yo si me voy.

Nos leemos el miércoles 17 de abril.


Sed felices



sábado, 16 de abril de 2011

Rincones



Idilio en el café
Jaime Gil de Biedma

Ahora me pregunto si es que toda la vida
hemos estado aquí. Pongo, ahora mismo,
la mano ante los ojos -qué latido
de la sangre en los párpados- y el vello
inmenso se confunde, silencioso,
a la mirada. Pesan las pestañas.

No sé bien de qué hablo. ¿Quiénes son,
rostros vagos nadando como en un agua pálida,
éstos aquí sentados, con nosotros vivientes?
La tarde nos empuja a ciertos bares
o entre cansados hombres en pijama.

Ven. Salgamos fuera. La noche. Queda espacio
arriba, más arriba, mucho más que las luces
que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados.
Queda también silencio entre nosotros,
silencio
y este beso igual que un largo túnel.



Woman In Love
Barbara Streisand


Mujer enamorada


La vida es un momento en el espacio,
cuando el sueño se ha ido, es un lugar más solitario,
te doy el beso matutino de despedida, pero profundamente
tú sabes que nunca sabemos el porqué...

El camino es largo y estrecho
cuando los ojos se encuentran y el sentimiento es fuerte,
me doy con la pared, tropiezo y me caigo
pero te lo entrego todo.

Soy una mujer enamorada, y haría cualquier cosa
para meterte en mi mundo y mantenerte allí,
es un derecho que defiendo una y otra vez,
¿qué estoy haciendo?

Contigo eternamente mío,
en el amor no hay medida de tiempo,
al principio planeamos
que viviríamos uno en el corazón del otro.

Podemos estar distanciados por océanos,
tú sientes mi amor, y yo escucho lo que dices,
ninguna verdad es una mentira,
tropiezo y me caigo, pero te entrego todo.

Soy una mujer enamorada, y haría cualquier cosa
para meterte en mi mundo y mantenerte allí,
es un derecho que defiendo una y otra vez,
¿qué estoy haciendo?

Soy una mujer enamorada y te estoy hablando,
sé lo que sientes,
¿qué puede hacer una mujer?,
es un derecho que defiendo una y otra vez.

Soy una mujer enamorada, y haría cualquier cosa
para meterte en mi mundo y mantenerte allí,
es un derecho que defiendo una y otra vez...

viernes, 15 de abril de 2011

Lento atardecer en Cornalvo



Al tiempo que los turistas toman la ciudad huyo al campo. Demasiado ruido, demasiada gente, demasiados pantalones "capitantapioca", demasiadas camisas floreadas... Ayer, la que ilumina y yo, "huimos" hacia Cornalvo.


Idyll
Idilio
Tor Aulin
Nils-Erik Sparf -violin, Bengt Forsberg -piano
Pintura de Richard Bergh y Georg Pauli 




¿A un día de verano compararte?
Más hermosura y suavidad posees.
Tiembla el brote de mayo bajo el viento
y el estío no dura casi nada.


A veces demasiado brilla el ojo
solar y otras su tez de oro se apaga;
toda belleza alguna vez declina,
ajada por la suerte o por el tiempo.


Pero eterno será el verano tuyo.
No perderás la gracia, ni la Muerte
se jactará de ensombrecer tus pasos
cuando crezcas en versos inmortales.


Vivirás mientras alguien vea y sienta
y esto pueda vivir y te dé vida.

William Shakespeare
Versión de Manuel Mujica Láinez





Vals del atardecer
Ángel González

Los pianos golpean con sus colas
enjambres de violines y de violas.
Es el vals de las solas
y solteras,
el vals de las muchachas casaderas,
que arrebata por rachas
su corazón raído de muchachas.

A dónde llevará esa leve brisa,
a qué jardín con luna esa sumisa
corriente
que gira de repente
desatando en sus vueltas
doradas cabelleras, ahora sueltas,
borrosas, imprecisas
en el río de música y metralla
que es un vals cuando estalla
sus trompetas.

Todavía inquietas,
vuelan las flautas hacia el cordelaje
de las arpas ancladas en la orilla
donde los violoncelos se han dormido.

Los oboes apagan el paisaje.
Las muchachas se apean en sus sillas,
se arreglan el vestido
con manos presurosas y sencillas,
y van a los lavabos, como después de un viaje.

jueves, 14 de abril de 2011

Requiem por un sueño


Himno de Riego






Sueños rotos
William Butler Yeats

Hay gris en tus cabellos;
los jóvenes ya no se quedan sin aliento
a tu paso;
acaso te bendiga algún vejete
porque fue tu plegaria
la que lo salvó en el lecho de muerte.
Por tu bien -que ha sabido de todo dolor del corazón,
y que ha impartido todo el dolor del corazón,
desde la magra niñez acumulando
onerosa belleza- por tu solo bien
el cielo desvió el golpe de su sino,
tan grande su porción en la paz que estableces
con sólo penetrar dentro de un cuarto.


Tu belleza no puede sino dejar entre nosotros
vagos recuerdos, recuerdos nada más.
Cuando los viejos se cansen de hablar, un joven
le dirá a un viejo: «Háblame de esa dama
que terco en su pasión nos cantaba el poeta
cuando ya su sangre debiera estar helada por los años».


Vagos recuerdos, recuerdos nada más.
Pero en la tumba todos, todos se verán renovados.
La certidumbre de que veré a esa dama
reclinada o erecta o caminando
en el primor inicial de su feminidad
y con el fervor de mis ojos juveniles,
me ha puesto a balbucear como un tonto.


Era más bella que cualquiera
no obstante tu cuerpo tenía una tacha;
tus manos pequeñas no eran bellas,
y temo que has de correr
y las hundirás hasta la muñeca
en ese lago misterioso, siempre rebosante
donde todos los que cumplieron la ley sacra
se hunden y resurgen perfectos. Deja intactas
las manos que besé,
por bien del viejo bien.


Muere el último toque de media noche.
Todo el día, en la misma silla
de sueño a sueño y rima a rima he errado,
en charla incoherente con una imagen de aire:
vagos recuerdos, recuerdos nada más.




Requiem For A Dream
Lux Aeterna
B.S.O.
Clint Mansell



miércoles, 13 de abril de 2011

De cañas y miradas


De reojo, sentado en una terraza de la Plaza de España, niños corriendo tras una pelota, turistas japoneses fotografiando todo -como si quisieran llevarse, no solo la ciudad, sino la vida en su cámara-. Saludo a conocidos/as, una sonríe, otro que cambia la ruta para no hacerlo, miro lo conocido, observo lo desconocido, voyeur de lo cotidiano.


Sogneur - Soñador
Luis Felipe Comendador

Siempre me gustó todo lo que no tuve,
por eso me gustas más ahora
que ya no eres mía.
Y quisiera comerte
desde el vientre a la boca
en el centro del parque
para que nos llamaran indecentes.






Treintañera
Javier Krahe




domingo, 10 de abril de 2011

La violencia no es un acto de amor



Anoche presencie algo horrible. Un hijo de perra abofeteando a una mujer en mitad de la calle.

 [...] que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón.[...] 
Jorge Luis Borges

 

Sobre la víctima nuestra,
este canto, que es delirio
y un extravío mortal
de la mente, himno de Erinia
que las almas encadena,
un himno sin lira que
va marchitando los hombres [...]

[...] Para mí reservé
la total destrucción
de los hogares, cuando
algún Ares doméstico
asesina algún deudo.
Entonces nos lanzamos
en su persecución
y por fuerte que sea,
al fin lo aniquilamos
con el peso de la sangre derramada.

Esquilo, Euménides




The Godfather: Part III (B:S:O)
Preludio de Cavalleria Rusticana
(Pietro Mascagni)


A secreto agravio, secreta venganza
Pedro Calderón de la Barca

Cuando la fama en lenguas dilatada
vuestra rara hermosura encarecía,
por fe os amaba yo, por fe os tenía,
Leonor, dentro del alma idolatrada.

Cuando os mira, suspensa y elevada
el alma que os amaba y os quería,
culpa la imagen de su fantasía
que sois vista mayor que imaginada.

Vos sola a vos podéis acreditaros;
¡dichoso aquel que llega a mereceros,
y más dichoso si acertó a estimaros!

Mas, ¿cómo ha de olvidaros ni ofenderos?
Que quien antes de veros pudo amaros,
mal os podrá olvidar después de veros.

sábado, 9 de abril de 2011

Con la que esta cayendo, pondré buena cara (no hay más remedio)







In your eyes
Peter Gabriel

En tus ojos


Amor estoy tan perdido, a veces
los días pasan y este vacío llena mi corazón
cuando quiero huir
salgo conduciendo mi coche
pero sin importar el sitio al que vaya
vuelvo al lugar donde tú estás


Todos mis instintos vuelven
y la gran fachada, enseguida arderá
sin un ruido, sin mi orgullo
vuelvo desde mi interior


En tus ojos
la luz, el calor
en tus ojos
estoy completo
en tus ojos
veo la entrada a mil iglesias
en tus ojos
la solución a todas las búsquedas sin fruto
en tus ojos
veo la luz y el calor
en tus ojos
Oh, quiere estar así de completo
quiero tocar la luz
el calor que veo en tus ojos


Amor, no quiero ver tanto dolor
tanto malgasto y este momento sigue escabulléndose
me canso tanto de trabajar tan duro en nuestra supervivencia
me fijo en el tiempo contigo para mantenerme despierto y vivo


Todos mis instintos vuelven
y la gran fachada, enseguida arderá
sin un ruido, sin mi orgullo
vuelvo desde mi interior


En tus ojos
la luz, el calor
en tus ojos
estoy completo
en tus ojos
veo la entrada a mil iglesias
en tus ojos
la solución a todas las búsquedas sin fruto
en tus ojos
veo la luz y el calor
en tus ojos
Oh, quiere estar así de completo
quiero tocar la luz
el calor que veo en tus ojos
en tus ojos, en tus ojos
en tus ojos, en tus ojos
en tus ojos, en tus ojos.

En fin, voy al huerto. Ayer compré en Mercadona una paleta de jamón ibérico y, ya que es temporada de habas y el jamón está a buen precio, hay que aprovechar el momento pues las habas dejarán de estar tiernas en unos días y el jamón subirá de precio para las vacaciones de Semana Santa y a "la que ilumina" le encantan ambas cosas.



Habas tiernas con jamón ibérico


Ingredientes:

Habas pequeñitas
Cebolletas tiernas
Un poco de aceite de oliva
Jamón ibérico
Un huevo, para acompañar
Sal

Preparación:

Echar una cucharada de aceite pochar las cebolletas partidas a trocitos luego saltear las habitas, añadir un poco de sal, y cuando estén a medio hacer, añadir el jamón y se dan unas vueltas más.

Acompañarlo con un huevo frito.


viernes, 8 de abril de 2011

Estúpidos bastardos


Otro terremoto, otra central nuclear dañada que expulsa gases radioactivos y en la que no habían detenido la producción de energía pese al desastre, otra vez por no querer dejar de tener beneficios, otra vez la misma piedra, otra vez la codicia.

25.000 años la tierra y sus criaturas contaminadas por un puñado de ¥ en nombre de los "mercados."

¿Quien detendrá esta locura?

¡Que los dioses tengan piedad!

Tengo ganas de rezar, pero me voy a caminar...


Fire and Rain
James Taylor


Fuego y lluvia


Y ayer por la mañana me dijeron que te habías ido
Susanne los planes que habían hecho te pusieron un final
salí para andar esta mañana y escribí esta canción
sólo que no puedo recordar a quién enviársela.


He visto fuego y he visto lluvia
he visto días soleados que pensé que nunca terminarían
he visto tiempos solitarios cuando no podía encontrar un amigo
pero siempre pensé que te vería de nuevo.


No me mires por desde encima, Jesús
tienes que ayudarme a tomar una postura
sólo tienes que calarme otro día
mi cuerpo se queja, y mi momento es inminente
y no lo haría de ninguna otra manera.


Oh, he visto fuego y he visto lluvia
he visto días soleados que pensé que nunca terminarían
he visto tiempos solitarios cuando no podía encontrar un amigo
pero siempre pensé que te vería de nuevo.


He estado paseando mi cabeza hacia un tiempo mejor mi espalda vuelta hacia el sol
El Señor sabe que cuando sopla el viento frío que te hace volver la cabeza
Y hay horas de tiempo en la línea telefónica para hablar sobre las cosas que vendrán
Dulces sueños y máquinas voladoras a trozos por el suelo.


Oh, he visto fuego y he visto lluvia
he visto días soleados que pensé que nunca terminarían
he visto tiempos solitarios cuando no podía encontrar un amigo
pero siempre pensé que te vería de nuevo, nena, una vez más, ahora.


Pensé que te vería una vez más
Sólo hay pocas cosas que me vienen a la cabeza ahora mismo
pensé que te vería, pensé que te vería, fuego y lluvia, ahora.

miércoles, 6 de abril de 2011

Tocarte



La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.

Pedro Salinas



José de Ribera (Lo Spagnoletto) - El tacto (serie de "Los cinco sentidos")



Desire
U2

Deseo


Si, amante, estoy fuera de las calles.
Voy a ir a dónde las luces brillan
y la gran ciudad se reune.
Con una guitarra roja, ardiendo.
Deseo.

Ella es una vela
encendida en mi habitación.
Yo soy como una aguja,
aguja y cuchara.
Sobre el contador
con una recortada.
Muy pronto, todo el mundo tiene una,
y la fiebre cuando estoy a su lado...
Deseo, deseo.

(Ardiente, ardiente).

Ella tiene la pasta.
Ella tiene mi protección.
Ella tiene la promesa
en año electoral.
Hermana, no te puedo dejar ir.
Soy como un predicador
robando corazones en un espectáculo ambulante,
¿por amor o dinero, dinero...?
Deseo...

martes, 5 de abril de 2011

La misma piedra se llama codicia






Tu destrucción se gesta en la codicia
de esta sed, toda tacto, asoladora,
que deshecha, no viva, te atesora
en el nimio caudal de la noticia.

Te miro ya morir en la caricia
de tus ecos, en esa ardiente flora
que, nacida en tu ausencia, la devora
para mentir la luz de tu delicia.

Pues no eres tú, fluente, a ti anudada.
Es belleza, no más, desgobernada
que en ti porque la asumes se consuma.

Es tu muerte, no más, que se adelanta,
que al habitar tu huella te suplanta
con audaces resúmenes de espuma.

José Gorostiza


Blowin' in the Wind
Bob Dylan

Soplando en el viento


¿Cuántos caminos tiene que andar un hombre
antes de que le llaméis hombre?
¿Cuántos mares tiene que surcar
la paloma blanca
antes de poder descansar en la arena?
Sí, ¿y cuánto tiempo tienen que volar
las balas de cañón
antes de que sean prohibidas para siempre?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el viento.


Sí, ¿y cuánto tiempo tiene un hombre
que mirar hacia arriba
antes de que pueda ver el cielo?
Sí, ¿y cuántos oídos tiene que tener un hombre
para que pueda oír a la gente gritar?
Sí, ¿y cuántas muertes se aceptarán,
hasta que se sepa
que ya ha muerto demasiada gente?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el viento.


Sí, ¿y cuántos años puede existir una montaña
antes de ser bañada por el mar?
Sí, ¿y cuántos años deben vivir algunos
antes de que se les conceda ser libres?
Sí, ¿y cuantas veces puede un hombre
volver la cabeza
fingiendo no ver lo que ve?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el viento.


lunes, 4 de abril de 2011

Comienza la carrera


Todos a sus puestos
Jorge Drexler







El rostro de un candidato político en una valla publicitaria
Charles Bukowski

Ahí está:
No demasiadas resacas
No demasiadas peleas con mujeres
No demasiados neumáticos desinflados
Nunca pensó en el suicidio


No más de tres dolores de muelas
Nunca se saltó una comida
Nunca estuvo encarcelado
Nunca estuvo enamorado


7 pares de zapatos


un hijo en la universidad
un coche que no tiene más que un año
pólizas de seguros
un césped muy verde
cubos de basura con tapa hermética


seguro que le eligen.




Malditas elecciones
Chico Sánchez Ferlosio

domingo, 3 de abril de 2011

Si así lo quereis



Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente.
A. Pérez de Ayala



Across the universe
The Beatles


A través del Universo


Las palabras vuelan como
la lluvia sin fin en un vaso de papel
se deslizan mientras pasan
se deslizan a través del universo
lagunas de tristeza, olas de alegría
están pasando por mi mente abierta
poseyéndome y acariciándome

Jai guru deva om*
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo

Imágenes de luz rota que
baila ante mí como un millón de ojos
que me llaman una y otra vez a través del universo
pensamientos serpenteando como un
viento inquieto en un buzón
caen ciegamente mientras
siguen su camino a través del universo

Jai guru deva om
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo

Ruidos de risas, sombras de vida
están sonando a través de mis orejas abiertas
excitándome e invitándome
amor inmortal sin límite que
brilla a mi alrededor como un millón de soles
que me llaman una y otra vez a través del universo

Jai guru deva om
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Jai guru deva
Jai guru deva


*Gracias, maestro Deva, om



Nel Amaro


Street Fighting Man
Rolling Stones

Luchador callejero


Por todas partes oigo el ruido
de pies en marcha y a la carga…
¡Oh, chico! Porque el verano está aquí
y el tiempo es excelente para peleas callejeras…
¡Oh, chico! ¿Pero que puede hacer un pobre chico,
excepto cantar en una banda de rock’n roll?
Porque en la soporífera ciudad de Londres
no hay lugar para un luchador callejero. ¡No!


¡Hey! Creo que el momento es excelente
para una revolución de palacio,
pero donde yo vivo
el juego que se lleva es solución de compromiso…
¡Oh, chico! ¿Pero que puede hacer un pobre chico,
excepto cantar en una banda de rock’n roll?
Porque en la soporífera ciudad de Londres
no hay lugar para un luchador callejero. ¡No!


¡Hey! ¡Dije que mi nombre es “Jaleo”!
¡Gritaré y chillaré,
mataré al rey,
me quejaré de todos sus criados!
¡Oh, chico! ¿Pero que puede hacer un pobre chico,
excepto cantar en una banda de rock’n roll?
Porque en la soporífera ciudad de Londres
no hay lugar para un luchador callejero. ¡No!



No hay democracia sin determinación
(J. Anguita en la Voz de Galicia)




España en marcha
(Gabriel Celaya)
Paco Ibañez en el Olympia de París


sábado, 2 de abril de 2011

Felicidades

Contigo
Joaquin Sabina



¡Dormirse en el olvido del recuerdo,
en el recuerdo del olvido,
y que en el claustro maternal me pierdo
y que en él desnazco perdido!

¡Tú, mi bendito porvenir pasado,
mañana eterno en el ayer;
tú, todo lo que fue ya eternizado,
mi madre, mi hija, mi mujer!

Miguel de Unamuno


Menelao y Elena
Cerámica pintada, Vasija griega (S. V a.c.)

Helena o la otra cara del silencio
Odette Alonso
Sentada ante la rueca
Helena piensa en Paris.
Sus hijos crecen
y Menelao dormita entre las mantas
en un rincón desde donde la mira a veces.
Ella hilando la rueca
está pensando en Paris
la hermosura y el pánico
y tal vez una lágrima o un pálpito
mientras el hilo corre entre sus dedos
y Menelao dormita
y sus hijos persiguen mariposas
y Paris es un sueño que el tiempo le devuelve detenido
engalanado vencedor de nada
en esta dulce tarde en que Helena está hilando su recuerdo
con una limpia lágrima o un pálpito.



Lucha de gigantes
Antonio Vega



Menelao sostiene el cuerpo sin vida de Patroclo
Copia del original griego
(Loggia del Lanzi) Piazza Della Signoria, Florencia, Italia.


Troya
Wolfgang Petersen - 2004

 




Gambito De Caballo En Troya
Homero Aridjis

Ad aeternam un hombre y un perro semejante a un caballo de oro; dos guerreros como esculpidos por el polvo; un rey y un yelmo donde el sol reverbera; una reina blonda cautiva tras un muro que rodea afiladas fortalezas.

Ad aeternam una imagen vagarosa, que no toma forma definida en la imaginación del hombre; un ave de rapiña; un montón de cuerpos hacinados desencarnándose, resplandeciendo al sol; brotes de sangre negra en el vasto coágulo de musgo oscuro, en la piedra.

Ad aeternam el rey inútil, con la derrota como una corona entre las manos; los guerreros inútiles con las lanzas y los pies clavados en el suelo; el brillo de unas cuantas espadas homicidas; el fluido rojo que responde a la súbita escisión, abriéndose sobre la tierra como un tapete.

Ad aeternam el horizonte azul, en el que vuela el color como un ave encendida; las naves meciéndose en el agua; el nombre de algún desconocido dicho gradualmente con sílabas rotundas, pero igual que un soplo; la muerte que acampa como un huésped de rigor bajo las tiendas, bajo arrugadas campanas de paño desteñido; la imagen en la imaginación del hombre como una nube, como un abalorio, como un ojo a veces fijo, a veces policromo entre la bruma.

Ad aeternam los ágiles pies sobre la arena, la piel curtida, el sonido opaco del escudo, la adivinada risa, el paso adivinado de la reina cautiva allá en la fortaleza; la vivida mirada de los ojos lejanos que imprecisos son más agudos y están más próximos; la desolación, la visión funeral de todo aquello que en un minuto se deshace.

Ad aeternam el perro lentamente gris, casi una nube, casi una mancha árida, blanco por el roce de la luz sobre sus orejas y su lomo; el ave de rapiña, casi un lobo del aire, una amenaza demasiado rápida, demasiado alada; el ave de rapiña que vuela sobre la afilada torre y traza en el aire duramente una L; la imagen en la imaginación del hombre; la nube como abalorio, como ojo, como L que el sueño de alguien ha soñado en el aire.

Ad aeternam el caballo que irrumpe en el instante con sonidos de campana sorda, con las patas rotas y el vientre abierto y los nervios sosteniendo los intestinos como blandas rejas; el caballo, en difícil huida sobre la arena de oro, con la fuerza de la agonía contra los filos de la piedad de dos guerreros que asisten a su muerte con un tajo.

Ad aeternam el perro como un dios canino, con las orejas doradas inclinadas como puntas de consternación, ágil hasta en su sombra, hasta en su inmovilidad; el perro, con ojos casi humanos, y sin olfato ya para los muertos.

Ad aeternam el regreso, las naves que esperan meciéndose en el agua como agresivos cisnes, castigados por un hado adverso que los ata a la orilla, y por la noche inmortal que mira y confunde desde lejos el cielo con el mar y sus caminos.

Ad aeternam el volcado carro con las ruedas girando y la astilla de sangre en la cara del auriga; el rey entre nosotros y la blonda reina cautiva en la torre; los guerreros vestidos de oscuro que emergen a la furia y al nunca más de este tiempo homicida.

Ad aeternam el brío blanco del anciano que arenga a dos guerreros arañados por el último frío, lo mismo que a un joven que resiste un viento de desnudos brazos.

Ad aeternam la imagen en la imaginación del hombre; la nube como abalorio, como ojo, como L que alguien trazó en el aire; el caballo que murió con las patas rotas y el vientre abierto como reja o ventana; los guerreros que introdujeron los filos en su desesperación como a una funda, como a una aljaba.

Ad aeternam los guerreros recortados en el paisaje por el aire musitando en su interior deseos de irse, de ocultar lo humano de sus pasos, de sus ojos, y de todo aquello que la adversidad descubre como sitio mortal; los guerreros que ensartan pechos y rostros casi femeninos en su manera de aceptar la muerte.

Ad aeternam el rapsoda que canta al dios de polvo que levantan los muertos al caer, el pesado sonido de un guerrero que cae, el tinte violeta de la boca hendida, el esbelto cuello con un hueco imprevisto, la espalda del que escapa herido por la cólera de un dios, los ojos del que se queda habitado por un dios, la noche que desciende como un gran escudo anunciando reposo.

Ad aeternam la imagen en la imaginación del hombre, casi ya viva como una presencia, como un recuerdo; las torres afiladas, las naves, el regreso, la L que vuelve a trazar el ave de rapiña; el vientre del caballo, los hombres que quisieran irse, ocultar sus rostros; la noche que reemplaza la luz con tinieblas; la imagen definida en la imaginación del hombre.

Ad aeternam el tiempo por venir, el horror, la matanza y la ruina; la noche y el terror en la pupila ajena; el vientre del caballo habitado por la cólera de un dios; el perro sin olfato ladrando a fantasmas incesantes que pasan a su lado; el dolor vidente y femenino aullando como un perro.

Evelyn de Morgan - Helen of Troy

Vivo por ella
Andrea Bocelli y Marta Sánchez



viernes, 1 de abril de 2011

Señora mia:





Carta a Usted
José Ángel Buesa

Según dicen, ya usted tiene otro amante.
Lástima que la prisa nunca sea elegante.

Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa,
se resigne a ser viuda, sin haber sido esposa.

Y me parece injusto discutirle el derecho
de compartir sus penas sus goces y su lecho.

Pero el amor señora, cuando llega el olvido,
también tiene el derecho, de un final distinguido.

Perdón... Si es que la hiere mi reproche... Perdón
aunque sé que la herida no es en el corazón.

Y para perdonarme... Piense si hay más despecho
que en lo que yo le digo, que en lo que usted ha hecho.

Pues sepa que una dama, con la espalda desnuda
sin luto, en una fiesta, puede ser una viuda.

Pero no como tantas de un difunto señor,
sino para ella sola, viuda de un gran amor.

Y nuestro amor recuerdo, fue un amor diferente,
al menos al principio, ya no, naturalmente.

Usted será el crepúsculo a la orilla del mar,
que según quien lo mire será hermoso o vulgar.

Usted será la flor que según quien la corta,
es algo que no muere o algo que no importa.

O acaso cierta noche de amor y de locura
yo vivía un ensueño y... y usted una aventura.

Sí... usted juró cien veces, ser para siempre mía
yo besaba sus labios pero no lo creía.

Usted sabe y perdóneme, que en ese juramento,
influye demasiado la dirección del viento.

Por eso no me extraña que ya tenga otro amante,
a quien quizás, le jure lo mismo, en este instante.

Y como usted señora, ya aprendió a ser infiel,
a mí así de repente, me da pena por él.

Sí, es cierto... alguna noche su puerta estuvo abierta
y yo en otra ventana me olvidé de su puerta.

O una tarde de lluvia se iluminó mi vida,
mirándome en los ojos de una desconocida.

Y también es posible, que mi amor indolente
desdeñara su vaso bebiendo en la corriente.

Sin embargo señora... Yo con sed o sin sed,
nunca pensaba en otra... si la besaba a usted.

Perdóneme de nuevo si le digo estas cosas;
pero ni los rosales dan solamente rosas.

Y no digo estas cosas, por usted, ni por mí,
sino por... por los amores que terminan así.

Pero vea señora... que diferencia había;
entre usted que lloraba... y yo que sonreía.

Pues nuestro amor concluye con finales diversos
usted besando a otro... Yo escribiendo estos versos.



Comte Ory
(El conde Ory)
Gioacchino Rossini
Damrau, DiDonato y Flórez
(Canal del MET en Youtube)