O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

domingo, 23 de mayo de 2010

See you soon


De madugada, cuando "Apriesa cantan los gallos é quieren quebrar albores", echo la llave y me voy a caminar.

Tarantella Siciliana
(Interpretado con scacciapensieri (marranzano)










Del 24 al 27 de mayo buscadme en Sicilia


Concerto BMW 974
(Transposición para clavecín del concierto para oboe de Alessandro Marcello)
Johann Sebastian Bach
Glenn Goudl


Y hasta el día 5 de junio en Roma donde, ¡Dios mio!, veré la esposición del IV centenario del fallecimiento de Caravaggio en la Scuderie de Quirinale o en Florencia, (buscadme en ella el día que me pierda). -Venecia no será esta vez- (Siento parecer arrogante pero estoy más contento que un estupido niño malcriado con zapatos nuevos por volver a la bella Italia).


"Ciao, un bacio"

L'ultimo bacio
Carmen Consoli
Teatro Griego de Taormina (Sicilia)




sábado, 22 de mayo de 2010

Tú, mi gitana, toca una canción para mí

(Hey! Ms. Tambourine Girl),
play a song for me,
I'm not sleepy
and there is no place I'm going to.

(Hey! Ms. Tambourine Girl),
play a song for me,
In the jingle jangle morning
I'll come followin' you.

Bob Dylan


William Godward - Tambourine girl



Bailan las gitanas
Miguel de Cervantes y Saavedra

Bailan las gitanas,
míralas el rey;
la reina, con celos,
mándalas prender.

Por Pascua de Reyes
hicieron al rey
un baile gitano
Belica e Inés.
Turbada Belica,
cayó junto al rey,
y el rey la levanta
de puro cortés;
mas como es Belilla
de tan linda tez,
la reyna, celosa,
mándalas prender.




Tu gitana
José Zeca Afonso

Tu gitana que adevinhas
me lo digas pues no lo se
si saldré desta aventura
o si nela moriré.
O si nela perco la vida
o si nela triunfaré,
Tu gitana que adevinhas
me lo digas pues no lo se.


Coro degli zingari
(Il Trovatore)
Giuseppe Verdi










¡Mirad! Despojandose de las sombras nocturnas
de los cielos desnuda queda la inmensa bóveda;
parece una viuda que al fin se quita
los oscuros paños donde estaba envuelta.
¡A la obra! ¡A la obra! *
Golpea, martillea.

¿Quién embellece los días del gitano?
¿Quién embellece los días del gitano?
¿Quién, quién, quién embellece los días?
¿Quién embellece los días del gitano?
¡La gitanilla!

Sírveme un trago, fuerza y coraje
el cuerpo y el alma obtienen de beber.

¡Oh, mira, mira! Del sol un rayo
brilla más vívido en mi vaso.
¡A la obra! ¡A la obra! *

¿Quién embellece los días del gitano?
¿Quién embellece los días del gitano?
¿Quién, quién, quién embellece los días?
¿Quién embellece los días del gitano?
¡La gitanilla!


* ¡A trabajar! ¡A trabajar!

viernes, 21 de mayo de 2010

Destejiendo el Arco Iris



Admirado Newton, querido Keats. :

No siempre lo verdadero es bello ni lo bello verdadero.

Pero yo os amo y admiro.

A los dos...

Max.



She`s A Rainbow
The Rolling Stones









Ella es un arco iris

Ella aparece rodeada de colores, por todas partes
Peina su pelo
Es como un arco iris
Peinando colores en el aire, por todas partes
Aparece con colores

¿La has visto vestida de azul?
Mira el cielo enfrente tuyo
Y su rostro es como una vela
Una mota blanca tan hermosa y pálida
¿Has visto una dama más hermosa?

Ella aparece con colores por todas partes
Peina su pelo
Es como un arco iris
Peinando colores en el aire, por todas partes
Aparece con colores

¿La has visto toda de oro?
Como una reina de días antiguos
Salpica colores a su alrededor
Como un ocaso descendiendo
¿Has visto una dama más hermosa?

Ella aparece con colores por todas partes
Peina su pelo
Es como un arco iris.



Orgullosa María (en el río)
Render 3D 19de mayo de 2010



I giorni dell'arcobaleno
Nicola Di Bari








Los días del arcoiris

Eran los días del arcoiris,
acabado el invierno volvía el sereno.
Y tú con la luna y las estrellas en los ojos
sentías una mano rozar tu piel.
Y mientras enloquecías en el perfume de las flores,
la noche se encendió de mil colores.
Tendida en la hierba como una que sueña,
yaciste niña, te levantaste ya mujer.

Tú ahora te ves más grande,
te has vuelto más fuerte y segura,
ya ha comenzado la dulce aventura.
Ahora son niñas las amigas de antes
que se reencuentran en grupo para jugar
y sueñan aún sobre un rayo de luna.

Vives la vida de mujer importante
porque con dieciséis años ya te sientes grande.
Pero un día verás que cada mujer es madura
en el tiempo justo, y en la justa medida,
y en esta carrera tuya al encuentro del amor
te dejas a las espaldas el tiempo mejor.

Eran los días del arcoiris,
acabado el invierno volvía el sereno.




“Cada vez que aparezca el arco iris entre las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto que establecí para siempre con todos los seres vivientes que hay sobre la tierra”
(Genèsis 9:16)

"Mi música es similar a la luz que pasa a través de un prisma. La música puede tener un significado ligeramente diferente en cada oyente, creando un espectro de experiencias musicales, similar al arco iris"
Arvo Part
Lux Aeterna
Arvo Part








jueves, 20 de mayo de 2010

Dulce como la m(h)iel

Leonardo da Vinci - La Belle Ferronière



Lamento di Federico
L'Arlesiana (Francesco Cilea)
Afredo Kraus

Es la conocida historia del pastor ...
El pobre muchacho quería contarla
Pero se quedó dormido
Durante el sueño olvida todo
¡Como lo envidio!
¡También yo quisiera dormir así
y durante el sueño olvidar todo!
¡Solo busco la paz
quisiera olvidarlo todo!
Pero todo esfuerzo es vano
¡Ante mí siempre tengo
su dulce semblante!
¡La paz me está prohibida!
¿Por qué siempre he de sufrir?
¡Siempre está presente ante mí!
¡Oh, fatal visión, dejame
¡Me haces tanto daño!
¡Pobre de mí!

Et Dieu... Créa la Femme
Roger Vadim


lunes, 17 de mayo de 2010

Frío


Ma che freddo fa
Nada Malanima








Los formales y el frío
Mario Benedetti

Quién iba a prever que el amor, ese informal
se dedicara a ellos tan formales

mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella,
pero sus palabras, las de él,
no se enteraban de esa dulce encuesta

como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche

y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa, la de ella,
ya el frío estaba en sus labios ,los de él,
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos

una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre

él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedas
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedas
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.

domingo, 16 de mayo de 2010

Geografía, cartografía y geometría aplicada


Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,...
Pablo Neruda




Geografía
Render 3D / 12 de mayo 2010

Por tu cuerpo
(Octavio Paz)
Luis Pastor



Solo tu cuerpo
L. E. Aute


El mapa de tu cuerpo
Khateryn Rivera Mundo

He visitado la geografía de tu cuerpo,
selvas ardiente con árboles de fuego,
ríos que corren buscando compañía
mares con olas… en busca del acantilado.

Visité de día el Parque carente de alegrías,
y tu niño interno solitario
sin dar explicaciones a la noche
observaba mi luna de gran agonía.

He visitado los lagos de tus ojos
que a lo lejos delatan
el desierto de tu soledad.

He visto la lluvia de tus labios
llorando de tristeza y apatía.

He visitado tus puertos más sensibles,
ahí donde las islas calientes de deseo,
son playas de gozo meciéndose en un grito.

Y el mapa de tu cuerpo con su furia volcánica
reclama mi ignorancia sin lograr descifrar mi alegría.

Me ha causado lástima el océano de tu pecho,
ahí donde el turista abandonado,
se pierde en la aguas intranquilas
que brotan en el océano de mi cuerpo.




El lugar del crimen
Luis García Montero

Más allá de la sombra
te delatan tus ojos,
y te adivino tersa,
como un mapa extendido
de asombro y de deseo.
Date por muerta
amor,
es un atraco.
Tus labios o la vida.





Cuerpo de mujer
Manolo Tena








sábado, 15 de mayo de 2010

La ola

"Aquellos que no pueden aprender de su pasado están condenados a repetirlo".
Jorge Santayana








La Ola
(
Die Welle - 2008)
Dennis Gansel
Novela homónima de Morton Rhue (1981)
basada en un experimento real de un profesor de un instituto de Palo Alto (California).




La guerra que vendrá
Luis Eduardo Aute




Guerra A La Guerra Por La Guerra
Rafael Alberti

Guerra a la guerra por la guerra. Vente.
Vuelve la espalda. El mar. Abre la boca.
Contra una mina una sirena choca
Y un arcángel se hunde, indiferente.

Tiempo de fuego. Adiós. Urgentemente.
Cierra los ojos. Es el monte. Toca.
Saltan las cumbres salpicando roca
Y un arcángel se hunde, indiferente.

¿Dinamita a la luna también? Vamos.
Muerte a la muerte por la muerte: guerra.
En verdad, piensa el toro, el mundo es bello

Encendidos están, amor, los ramos.
Abre la boca. (El mar. El monte.) Cierra
Los ojos y desátate el cabello.



jueves, 13 de mayo de 2010

Qué maneras

¡Campeones de Europa!

David volvió a vencer a los Goliat




Y no digo más "na"


Esa calle sin salida

Raglan Road
Van Morrison







Cuando el poeta Patrick Kavanagh compuso este poema, caminaba por una calle tranquila, recordando una historia de amor con una muchacha local. Sabía que corría el riesgo de salir con el corazón roto, pero aún así no pudo resistirse.


En Raglan Road, en un día de otoño
la vi por primera vez y supe
que su pelo oscuro tejería una trampa
que un día habría de lamentar.
Percibí el peligro y aun así
recorrí el camino encantado.
Y me dije: que el pesar sea
como una hoja caída al amanecer…

En Grafton Street durante noviembre
viajábamos ligeros a lo largo del muro
de un barranco profundo
en el que aún puede leerse la súplica de pasión
La Reina de Corazones urdiendo sus embrollos
y yo sin saber cómo deshacerlos
Oh!, he amado tanto, pero tanto.
Y por esto y aquello la felicidad se desperdicia.

Le entregué dones de la mente
Le enseñé el signo secreto que sólo saben
los artistas que han conocido
a los verdaderos dioses del sonido y de la piedra
Y palabra y tinta sin límite
Y poemas para que dijera con su único nombre allí
Y su única cabellera oscura
Como nubes sobre los campos de Mayo.

Desde una tranquila calle donde los viejos fantasmas se encuentran
La veo caminando apresurada ahora lejos de mí
Mi razón debe comprender que he amado como no debía
a una criatura de "polvo".
Cuando el ángel se enamora de la tierra
perderá sus alas al amanecer.








Ayer caminando.

Fue imposible el resistirme y no girar a la izquierda.

Salí indemne.





miércoles, 12 de mayo de 2010

Bulerías de lo imposible




"Todo es posible a condición de ser lo suficientemente insensato".

Orson Welles




Marc Chagall - Los amantes de la luna




Romance de la luna
F. G. Lorca

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.


En un charco de agua clara
Render 3D / 9 de mayo 2010

Bulerías de la luna
Lole y Manuel

La luna
J. L. Borges

Cuenta la historia que en aquel pasado
Tiempo en que sucedieron tantas cosas
Reales, imaginarias y dudosas,
Un hombre concibió el desmesurado

Proyecto de cifrar el universo
En un libro y con ímpetu infinito
Erigió el alto y arduo manuscrito
Y limó y declamó el último verso.

Gracias iba a rendir a la fortuna
Cuando al alzar los ojos vio un bruñido
Disco en el aire y comprendió, aturdido,
Que se había olvidado de la luna.

La historia que he narrado aunque fingida,
Bien puede figurar el maleficio
De cuantos ejercemos el oficio
De cambiar en palabras nuestra vida.

Siempre se pierde lo esencial. Es una
Ley de toda palabra sobre el numen.
No la sabrá eludir este resumen
De mi largo comercio con la luna.

No sé dónde la vi por vez primera,
Si en el cielo anterior de la doctrina
Del griego o en la tarde que declina
Sobre el patio del pozo y de la higuera.

Según se sabe, esta mudable vida
Puede, entre tantas cosas, ser muy bella
Y hubo así alguna tarde en que con ella
Te miramos, oh luna compartida.

Más que las lunas de las noches puedo
Recordar las del verso: la hechizada
Dragon moon que da horror a la halada
Y la luna sangrienta de Quevedo.

De otra luna de sangre y de escarlata
Habló Juan en su libro de feroces
Prodigios y de júbilos atroces;
Otras más claras lunas hay de plata.

Pitágoras con sangre (narra una
Tradición) escribía en un espejo
Y los hombres leían el reflejo
En aquel otro espejo que es la luna.

De hierro hay una selva donde mora
El alto lobo cuya extraña suerte
Es derribar la luna y darle muerte
Cuando enrojezca el mar la última aurora.

(Esto el Norte profético lo sabe
Y tan bien que ese día los abiertos
Mares del mundo infestará la nave
Que se hace con las uñas de los muertos.)

Cuando, en Ginebra o Zürich, la fortuna
Quiso que yo también fuera poeta,
Me impuse. como todos, la secreta
Obligación de definir la luna.

Con una suerte de estudiosa pena
Agotaba modestas variaciones,
Bajo el vivo temor de que Lugones
Ya hubiera usado el ámbar o la arena,

De lejano marfil, de humo, de fría
Nieve fueron las lunas que alumbraron
Versos que ciertamente no lograron
El arduo honor de la tipografía.

Pensaba que el poeta es aquel hombre
Que, como el rojo Adán del Paraíso,
Impone a cada cosa su preciso
Y verdadero y no sabido nombre,

Ariosto me enseñó que en la dudosa
Luna moran los sueños, lo inasible,
El tiempo que se pierde, lo posible
O lo imposible, que es la misma cosa.

De la Diana triforme Apolodoro
Me dejo divisar la sombra mágica;
Hugo me dio una hoz que era de oro,
Y un irlandés, su negra luna trágica.

Y, mientras yo sondeaba aquella mina
De las lunas de la mitología,
Ahí estaba, a la vuelta de la esquina,
La luna celestial de cada día

Sé que entre todas las palabras, una
Hay para recordarla o figurarla.
El secreto, a mi ver, está en usarla
Con humildad. Es la palabra luna.

Ya no me atrevo a macular su pura
Aparición con una imagen vana;
La veo indescifrable y cotidiana
Y más allá de mi literatura.

Sé que la luna o la palabra luna
Es una letra que fue creada para
La compleja escritura de esa rara
Cosa que somos, numerosa y una.

Es uno de los símbolos que al hombre
Da el hado o el azar para que un día
De exaltación gloriosa o de agonía
Pueda escribir su verdadero nombre.






"Yo hago lo imposible, porque lo posible lo hace cualquiera".

Pablo Picasso





martes, 11 de mayo de 2010

¡Ah! el Amor

Antonio Canova - Psique reanimada por el beso del amor

¡Ay amor!
Victor Manuel










amor.
(Del lat. amor, -ōris).
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
4. m. Tendencia a la unión sexual.
5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor
6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing. Para llevarle un don a sus amores
7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.
8. m. p. us. Apetito sexual de los animales.
9. m. ant. Voluntad, consentimiento.
10. m. ant. Convenio o ajuste.
11. m. pl. Relaciones amorosas.
12. m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.
13. m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros.
14. m. pl. cadillo (‖ planta umbelífera).
~ al uso.
1. m. Arbolito de la familia de las Malváceas, parecido al abelmosco, de ramos cubiertos de borra fina, hojas acorazonadas, angulosas y con cinco lóbulos, pedúnculos casi tan largos como la hoja, y flor cuya corola es blanca por la mañana, algo encarnada al mediodía y rosada por la tarde. Se cría en la isla de Cuba y se cultiva en los jardines de Europa.
~ de hortelano.
1. m. Planta anual de la familia de las Rubiáceas, parecida al galio, de tallo ramoso, velludo en los nudos y con aguijones echados hacia atrás en los ángulos, verticilos de ocho hojas lineales, lanceoladas y ásperas en la margen, y fruto globoso lleno de cerditas ganchosas en su ápice.
2. m. almorejo.
3. m. lampazo (‖ planta compuesta).
~ libre.
1. m. Relaciones sexuales no reguladas.
~ platónico.
1. m. amor idealizado y sin relación sexual.
~ propio.
1. m. El que alguien se profesa a sí mismo, y especialmente a su prestigio.
2. m. Afán de mejorar la propia actuación.
~ seco.
1. m. Nombre que designa diversas especies de plantas herbáceas cuyos frutos espinosos se adhieren al pelo, a la ropa, etc.
~es secos.
1. m. pl. Am. Mer. y Filip. amor seco.
al ~ del agua.
1. loc. adv. De modo que se vaya con la corriente, navegando o nadando.
2. loc. adv. Contemporizando, dejando correr las cosas que debieran reprobarse.
al ~ de la lumbre, o del fuego.
1. locs. advs. Cerca de ella, o de él, de modo que calienten y no quemen.
a su ~.
1. loc. adv. p. us. holgadamente.
con mil ~es.
1. loc. adv. coloq. de mil amores.
dar como por ~ de Dios.
1. loc. verb. desus. Dar como de gracia lo que se debe de justicia.
de mil ~es.
1. loc. adv. coloq. Con mucho gusto, de muy buena voluntad.
en ~ compaña.
1. loc. adv. coloq. en amor y compaña.
en ~ y compaña.
1. loc. adv. coloq. En amistad y buena compañía.
hacer el ~.
1. loc. verb. Enamorar, galantear.
2. loc. verb. copular (‖ unirse sexualmente).
por ~ al arte.
1. loc. adv. coloq. Gratuitamente, sin obtener recompensa por el trabajo.
por ~ de.
1. loc. prepos. Por causa de.
por ~ de Dios.
1. expr. U. para pedir con encarecimiento o excusarse con humildad. Hágalo usted por amor de Dios Perdone usted por amor de Dios
requerir de ~es.
1. loc. verb. Cortejar, galantear.
tratar ~es.
1. loc. verb. Tener relaciones amorosas.



"El amor no puede describirse igual que un árbol o el mar.
Son los ojos con los que vemos.
El ser santos aunque pequemos.
Es la luz que pintando reflejemos".
El hotel del millón de dólares

The Million Dollar Hotel
Wim Wenders (2000)
Guión: Nicholas Klein,
según un argumento de Bono (U2) y Nicholas Klein.



Los amorosos
Jaime Sabines

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.

lunes, 10 de mayo de 2010

El silencio











Fernando Zóbel - Paisaje sordo











Canción sin palabras
Op.30 no.3 in Mi Mayor
Mendelssohn















Fernando Zóbel - Paisaje

















Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.


Poema de la seguiriya gitana
El silencio
F. G. Lorca










Y otra vez vuelve a llover...
















domingo, 9 de mayo de 2010

Mi cena, mis amores.

Hace tiempo que no escribo nada de cocina así y, puesto que se me ha pasado la resaca y me salió una cena de cumpleaños bastante apañadita, lo cuento.

Por la mañana tras recolectar en el huerto de un amigo, las verduras (cortarlas escogiendo las más tiernas -alcachofas, cebollitas y demás verduras de temporada- que siguiendo sus indicaciones, fue un placer) y tras pasarme por el mercado Calatrava, poner Bach a todo volumen, me puse manos a la obra :

Concierto para tres violines, arco y continuo en do mayor BWV 1064
Johann Sebastian Bach








Primer Plato
Alcachofas con jamón

Ingredientes:

1 kg. de alcachofas
2 lonchas de jamón no muy finas
1 cebollita
2 dientes de ajo
1 zanahoria hermosa
Aceite
Sal
Vino blanco
Limón

Preparacion:

Limpiar las alcachofas de sus puntas, su tallo y sus hojas exteriores. Frotar sus corazones con medio limón y echarlos en agua hirviendo con sal y otro chorrito de limón. ·A los 10 minutos, escurrir. Poner en una cazuela de fondo amplio 4 cucharadas de aceite y rallarle encima la cebolla y la zanahoria añadiendo también el ajo muy picado. Cuando todo esto se sofría unos minutos incorporar el jamón cortado en dados, darle vueltas y echar las alcachofas, la sal, medio vaso de vino blanco y medio de agua. Cocer a fuego lento 15 minutos y servir caliente.


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Segundo plato
Codornices


Ingredientes (4 personas):

8 codornices
1 rama de apio
1 cebolla
2 zanahorias
4 dientes de ajo
1 cucharón de aceite de oliva
1 vasito de vinagre
10 granos de pimenta negra


1 cucharada de tomillo
Sal
Pimienta
1/2 l. de caldo de pollo
Para el caldo : 1 cebolla, 3 zanahorias, 2 puerros, 3 dientes de ajos, ¼ de repollo o apio, 1 tomate, 1 buen pedazo de morcillo de ternera, ¼ de pollo, un hueso de la rodilla de ternera, un hueso de espinazo de cerdo, hueso de jamón…

Preparación:


Se prepara el caldo, con los ingredientes arriba mencionados. Se cuela y se reserva 1/2 l. para hacer este plato.

Se cortan las cebollas en juliana.Se reserva.

Los ajos se dejan con la piel.

Se limpian las zanahorias y el apio y se corta también en juliana. Se reservan.

Se cogen las codornices, se limpian bien por dentro y por fuera, se chamuscan si fuera necesario. Luego se salpimentan y se fríen en una sartén con aceite de oliva. Se reservan en una cazuela.

En la misma sartén de freír las codornices, se sofríen las cebollas, los ajos enteros, las zanahorias y el apio, hasta que estén pochaditas.

Se añaden las hierbas y la pimienta en grano.

Se mete todo en la cazuela de las codornices, junto con el caldo. Se deja cocer durante 20 minutos.

Después se añade el vinagre y se deja cocer todo junto, hasta que esté bien tierno.

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Postre
Sorbete de limón y cava

Ingredientes (4 personas):

Una botella de cava o vino espumoso blanco, bien frío, 6 limones, 250 gr. azúcar, 150 cc. agua.

Elaboración:

Exprime los limones, cuela el zumo y reserva la cáscara de dos de ellos, lavada.

Prepara un almíbar ligero calentando en un cazo el agua con el azúcar. Cuando rompa el hervor, deja cocer un minuto, añade la cáscara de dos limones y deja enfriar.

Mezcla aparte el zumo de limón, colado, con el cava, bien frío. Añade el almíbar frío y colado, remueve ligeramente y vierte en bandejas metálicas. Congela una hora, o hasta que los bordes estén cristalizados. Rompe con un tenedor, removiendo. Vuelve a congelar una hora, batiendo de nuevo.

Deja ahora congelar por completo. A la hora de servir bate con varillas para que quede ligero y semilíquido. Se sirve al momento en copas.

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Los vinos, blanco italiano; tintos navarros y castellanos.

Si no fueron mentiras piadosas y, ya que en la cocina no hago gala de falsa modestia, debo suponer que les gustó.

Tras dar las 12, me dieron los regalos.

Libros, música, etc...
Mi hija pequeña me regaló el grabado de la Plaza Navona que compró en Roma (reimpresión moderna, pero a una estudiante no se le puede pedir más).
Mi otra hija, la mayor, como filóloga de hispánicas, la Nueva gramática de la lengua española de la RAE.
Un amigo, que lo es desde la infancia, me emocionó regalándome: un libro de poesía romántica alemana junto a una botella de vino blanco del Rin, otra de Chianti de la Toscana y, claro, un ejemplar de "La Vita Nuova" de Dante, un ribera del Duero acompañando a un ejemplar del "Libro del buen amor" así como una botella de vino extremeño ribera del Guadiana y una edición en facsímil del "Lazarillo de Tormes" encontrado en la llamada Bilioteca de Barcarrota, Su esposa una grabación del clave bien temperado de Johann Sebastian Bach, interpretada por Glenn Gould (tengo amigos que no los merezco).


Y "La que Ilumina" (tan maravillosa siempre) me sorprendió con un sobre conteniendo dos billetes y la reserva de hotel en ¡Sicilia! para el próximo día 24.

Los amo.

viernes, 7 de mayo de 2010

Ella

"Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,

voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado".

Jaime Sabines


Orgullosa Mari
Render 3D - 27 abril 2010


Palabras de Amor
Joan Manuel Serrat


Nos amamos en una Bicicleta
Santiago Azar

Ayer tú y yo, en un solo beso para la vida,
en el amor que nos conoció a los quince años
y yo pedaleando para un nunca llegar tarde a tu corazón.
Fuimos nosotros los que inventamos el beso en una bicicleta,
la edad de las miradas con un cuaderno en la mano.
Fuimos nosotros, los que sin respirar, nos cansamos de viajar;
y ayer, sólo ayer, las calles dicen: Allí van, son ellos!,
pero fue tan rápido que pedazo a pedazo nos despedimos.
Tú y yo, querida, ahora quizás dónde, dónde volveríamos a rodar,
dónde volveríamos a comandar dos ruedas como a un barco,
dónde volveríamos a conquistar los mundos con un sueño.
Eso no m importa, porque en mi memoria tengo un niño despierto,
llevo a ese revoltoso quinceañero en los dedos del alma,
tengo aún, esos años diminutos como zapatos de liceano.
Entonces, será a las siete, te pasaré a buscar como cochero,
subirás en mi caballo veloz con rayos de aluminio,
dispuesta a saltar a la gloria al besar cada calle,
recostándote en cada parada para retomar las fuerzas.
Entonces, será a las siete, cuando llegue a tu casa,
salgas a recibirme como ansiosa de la nueva carrera.
Entonces, son las siete y recuerdo tu mano en la mía,
riendo del pedaleo en mañana y tarde,
cuando nos amamos en una bicicleta sobre la vida,
cuando se me vienen los quince felices años,
ahora que son más, sin bicicletas ni sueños.

jueves, 6 de mayo de 2010

El espiritu de la colmena



Rima LXIII
Gustavo Adolfo Bécquer

Como enjambre de abejas irritadas,
de un obscuro rincón de la memoria
salen a perseguirme los recuerdos
de las pasadas horas.
Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerzo tan inútil!
Me rodean, me acosan,
y unos tras otros a clavarme vienen
el agudo aguijón que el alma encona.










El espiritu de la colmena
Víctor Erice (1973)


"El título, en realidad, no me pertenece. Está extraído de un libro, en mi opinión, el más hermoso que se ha escrito nunca sobre la vida de las abejas, y del que es autor el gran poeta y dramaturgo Maurice Maeterlinck. En esa obra, Maeterlinck utiliza la expresión 'El espíritu de la colmena' para describir ese espíritu todopoderoso, enigmático y paradójico al que las abejas parecen obedecer, y que la razón de los hombres jamás ha llegado a comprender".
Víctor Erice






"Los grandes episodios de la vida de las abejas, a saber:
la formación y la partida del enjambre,
la fundación de la ciudad nueva,
el nacimiento, los combates
y el vuelo nupcial de las jóvenes reinas,
la masacre de los machos
y el regreso del letargo del inverno".
Maurice Maeterlinck


miércoles, 5 de mayo de 2010

Le bateau ivre

"Si je désire une eau d'Europe, c'est la flache
Noire et froide où vers le crépuscule embaumé
Un enfant accroupi plein de tristesse, lâche
Un bateau frêle comme un papillon de mai."


El barco ebrio
Arthur Rimbaud



Yo sentí al descender los impasibles Ríos
que ya no me sirgaban mis conductores rudos;
de blanco a pieles-rojas chillones y bravíos
sirvieron en los postes, clavados y desnudos.

Por las tripulaciones nunca tuve interés
y cuando terminó la cruel algarabía,
a mí, barco de trigo y de algodón inglés,
me dejaron los Ríos ir adonde quería.

Bogué en un cabrilleante furor de marejadas
más sordo e insensible que meollo de infantes
y las viejas Penínsulas por el mar desgajadas
no han sufrido vaivenes más recios y triunfantes.

La tempestad bendijo mi despertar marino.
Diez noches he bailado más leve que un tapón
sobre olas que a las víctimas abrían el camino,
sin lamentar la necia mirada de un farón.

Cual para el niño poma modorra, regodeo
fue para el agua verde este casco de pino;
dispersando el timón y perdiendo el arpeo
me lavó de inmundicias y de manchas de vino.

Desde entonces me baña el poema del mar
lactascente, infundido de astros; muchas veces,
devorando lo azul, en él se va pasar
un pensativo ahogado de turbias palideces.

Algo tiñe la azul inmensidad y delira
en ritmos lentos, bajo el diurno resplandor.
Más fuerte que el alcohol, más vasta que una lira
fermenta la amargura de las pecas de amor.

He visto las resacas, la tormenta sonora,
las corrientes, las mangas -y de todo sé el nombre-;
cual vuelo de palomas a la exaltada aurora,
y alguna vez he visto lo que cree ver el hombre.

Yo he visto al sol manchado de místicos horrores,
alumbrando cuajados violáceos sedimentos.
Cual en dramas remotos los reflujos actores
lanzaban en un vuelo sus estremecimientos.

Soñé en la noche verde de espuma y nieve ahita
-en los ojos del mar, lentos besos de amor-
y en la circulación de la savia inaudita
que arrastra áureo y azul, al fósforo cantor.

Asaltando arrecifes, un mes tras otro mes,
seguí a la marejada histérica y vesánica,
sin creer que las Marías con sus fúlgidos pies
cortaran el resuello a la jeta oceánica.

¡No sabéis... ! Dí con muchas increíbles Floridas,
con ojos de panteras y con pieles humanas
mezclábanse arcos-iris, tendidos como bridas,
al rebaño marino de las verdosas lanas.

He visto fermentar las enormes lagunas
en cuyas espadañas se pudre un Leviathán
y he visto, con bonanza, desplomándose algunas
cataratas remotas que a los abismos van...

Vi el sol de plata, el nácar del mar, el cielo ardiente,
horrores encallados en las pardas bahías
y mucha retorcida y gigante serpiente
cayendo de los árboles, con fragancias sombrías.

Quisiera yo enseñar a un niño esas doradas
de la onda azul. pescados cantores, rutilantes...
Me bandijo la espuma al salir de las radas
y el inefable viento me elevó por instantes...

Fui mártir de los polos y las zonas hastiado,
el sollozo del mar dulcificó mi arfada;
con flores amarillas ventosas fui obsequiado,
y me quedé como una mujer arrodillada.

Igual que una península llevaba las disputas
y el fimo de chillonas aves de ojos melados,
y mientras yo bogaba, de entre jarcias enjutas
bajaban a dormir, de espaldas, los ahogados.

Y yo, barco perdido entre la cabellera
de ensenadas, al éter echado por la racha,
no merecí el remolque de anseáticas veleras
ni de los monitores, nave de agua borracha.

Humeante, libre, ornado de neblinas violetas
segué el cielo rojizo con brío de segur
llevando -almíbar grato a los buenos poetas-
mis líquenes de sol y mis mocos de azur.

Las lúnulas eléctricas me fueron recubriendo,
almadía, escoltada por negros hipocampos.
Las ardientes canículas golpearon abatiendo
en trombas, a los cielos de ultramarinos lampos.

Yo que temblé al oír a través latitudes
el rugir de los Behemots y los Maelstroms en celo,
eterno navegante de azuladas quietudes,
por los muelles de Europa ahora estoy sin consuelo.

Yo vi los archipiélagos siderales que el hondo
y delirante cielo abren al bogador.
¿Te recoges tú y duermes en las noches sin fondo,
millón de aves de oro, venidero Vigor?

El acre amor me ha henchido de embriagador letargo.
Lloré mucho. Las albas son siempre lacerantes.
Toda luna es atroz y todo sol amargo.
¡Que se rompa mi quilla y vaya al mar cuanto antes!

Si yo ansío algún agua de Europa es la del charco
negro y frío en el cual, al caer la tarde rosa,
en cuclillas y triste, un niño suelta un barco
endeble y delicado como una mariposa.

Ya nunca más podré, olas acariciantes,
aventajar a otros transportes de algodón,
ni cruzando el orgullo de banderas flameantes
nadar junto a los ojos horribles de un pontón




Tο μεθυσμένο καράβι
To methismeno karavi
(Arthoure Rempo)
Manolis Mitsias - Manos Hatzidakis




Arturo Rimbaud,
de noche iré yo
a bordo de tu barco siempre ebrio
bien lejos a abrir
un orbe infernal
que el mundo no podría entender nunca.

Angélicos jazmines,
escorpinas en la mugre
son nuestra heredad
y en las encrucijadas
tenebrosas siempre tú
combates con Satanás.

Arturo Rimbaud,
bien tarde iré yo,
el portal del Edén está cerrado.
El mundo es mitad
de la ira y el mal
y de la mano van los condenados.

Arturo Rimbaud,
me subiré a tu barco siempre ebrio.
Arturo Rimbaud,
a ver qué chispa se salvó y asciende.