O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

viernes, 5 de marzo de 2010

Déjà vu

Penas de amores
Madrigal
Anónimo medieval

Aquel caballero, madre,
que de mi se enamoró...
Pena él y muero yo.
Madre, aquel caballero que va herido de amores...
También siento sus dolores
porque dellos mismos muero.




El trovador - Chiclana de la Frontera (Cádiz)

Más vale trocar
(Juan del Encina)
Jordi Savall









M
ás vale trocar
placer por dolores,
que estar sin amores.

Donde es gradecido
es dulce morir;
vivir en olvido
aquél no es vivir;
mejor es sufrir
pasión y dolores,
que estar sin amores.

Es vida perdida
vivir sin amar,
y más es que vida
saberla emplear:
mejor es penar
sufriendo dolores,
que estar sin amores.

La muerte es vitoria
do vive afición;
que espera haber gloria
quien sufre pasión:
más vale presión
de tales dolores,
que estar sin amores.

El que es más penado
más goza de amor;
que el mucho cuidado
le quita el temor:
así que es mejor
amar con dolores,
que estar sin amores.

No teme tormento
quien ama con fe,
si su pensamiento
sin causa no fué;
habiendo por qué
más valen dolores,
que estar sin amores.


Amor que no pena
no pida placer,
pues ya le condena
su poco querer;
mejor es perder
placer por dolores,
que estar sin amores.

Juan de Encina




El último trago
José Alfredo Jiménez








Poema XX
Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.




Tristeza de amor
Hilario Camacho










Es verdad
F.G.Lorca

¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!

Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.

¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?

¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!




Sufre como yo
Albert Plá











Donde habite el olvido
Luis Cernuda

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido


Llegó con tres heridas
Miguel Hernández - J.M. Serrat







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