O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

martes, 9 de marzo de 2010

Hola y adiós

Hello Goodbye
The Beatles







No dijiste hola. Tampoco adiós. En hora y media, urgencias para gastar besos que se perdieron, vano intento de recuperar años en unos minutos y después, reproches inútiles, palabras como balas y por tu parte justificaciones que nadie te pide.

No te pedí que abandonases nada, ni que me jurases "toute une éternité d'amour" como decía el viejo Moustaki, ni tan siquiera que acudieses al río. Pero una vez que lo propusiste, solo quise volver a rozar tu piel y sentir tu pecho de seda. Imaginé que eso mismo era lo que tú pretendías.
¿O es que acaso, mi pequeña bella e inconsciente, tú si querías lo imposible, volver veinte años en el pasado como si nada hubiese pasado? ¿Crees que saldríamos indemnes?

Esta tarde cortarás ante notario la última amarra que te une a esta ciudad, después montarás en el brillante mercedes del señor corbata y volverás a las flores de tu jardín, a repartir copos de maíz para el desayuno, a la partida de mus con tus amigas en ese precioso chalet adosado del que me hablaste.

"Nos hemos tomado un mes, X y yo, para solucionar todos los tramites. Mañana volveremos".
¿Eso es todo lo que tienes que decir?

Esta tarde visitaré esa "casa vieja y llena de humedades" de la que ahora Dios sabe quien será el propietario, esa nueva gente que ahuyentará tus juegos y sueños. Nuestros juegos, nuestros sueños. Habitaciones que son testigo de las cartas que me escribías, de mis cartas que leías, de aquellos tres días que tus padres se fueron de viaje y te dejaron al cuidado de tu hermano pequeño-pecoso y la llave.

Yo si te dije adiós cuando, tras ponerte tus gafas de sol, me diste la espalda.

¿Qué querías ocultar, lágrimas o rabia?

Queda la música
L.E.Aute








Me equivoqué. Si, era un espejismo.


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