O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

viernes, 8 de octubre de 2010

Mala noche

J. H. Füssli. La pesadilla


Entra la noche como un trueno...
José Manuel Caballero Bonald

Entra la noche como un trueno
por los rompientes de la vida,
recorre salas de hospitales,
habitaciones de prostíbulos,
templos, alcobas, celdas, chozas,
y en los rincones de la boca
entra también la noche.

Entra la noche como un bulto
de mar vacío y de caverna,
se va esparciendo por los bordes
del alcohol y del insomnio,
lame las manos del enfermo
y el corazón de los cautivos,
y en la blancura de las páginas
entra también la noche.

Entra la noche como un vértigo
por la ciudad desprevenida,
rasga las sábanas más tristes,
repta detrás de los cobardes,
ciega la cal y los cuchillos
y en el fragor de las palabras
entra también la noche.

Entra la noche como un grito
por el silencio de los muros,
propaga espantos y vigilias,
late en lo hondo de las piedras,
abre los últimos boquetes
entre los cuerpos que se aman,
y en el papel emborronado
entra también la noche.


Ce plaisir (ne m’est pas donné)
Bless


Ese placer (no me es dado)
Bless
Yo voy, tú vienes,
tu cuerpo se desliza entre mis manos.
Yo vengo, tú vas,
mi cuerpo fluye entre tus dedos.

Pero ya sabes,
ese placer no me es dado.
Como te puedes imaginar,
prefiero jugar sin disimular.

Yo inspiro, tú respiras,
rompo tu silencio a veces.
Caigo, me atraes,
tu deseo me llena de alegría.

Estribillo

Sueño, crees,
tus preguntas se posan sobre mí.
Si (te) induzco, reduces,
todas tus soluciones se pierden en mí.

Estribillo

Llego, me esperas,
el suspense es grande.
Vengo, al fin,
pero ya era hora.

Estribillo

Pues ya sabes,
el placer no me es dado.
Como te puedes imaginar,
prefiero jugar sin disimular.



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