O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Sara Baras

Anoche, Sara Baras en el Teatro romano y no pude ir. ¡Snif!

El Albaicín
Isaac Albéniz

2 comentarios:

CANTACLARO dijo...

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No pudiste ir a verla... Yo me conformé hace unos cinco años cuando vino a Bogotá a presentar a "Mariana Pineda", con comprar el DVD. Envidio poder ver en vivo tanto espectáculo, cosa que en mi pueblo es imposible. Cuando tenía 11 años, por allá en 1500, vi en el Teatro Colón de Bogotá una compañía española "Romería", que trajo al Niño de Utrera, Libertad La Marque, un grupo flamenco, que si mal no recuerdo se hacían llamar Los Cortijeros y una bailarina "La Greca" danzando La Leyenda del Beso entre otras... Desde muy pequeña, toda esta música estuvo cerca de mi. De modo que he encontrado aquí en tu espacio un compendio de muchas cosas afines.

Gracias.

Ana Lucía

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José Mª dijo...

Pues no sabes lo que daría yo por ver tu valle...
Y comerme un ajiaco "in situ". Un amigo, que ahora trabaja en el Canal de Panamá y que anteriormente trabajó en Colombia, donde casó con una dulcísima colombiana el verano pasado nos preparó un ajiaco que estaba muy rico. Aunque ella decía que no, ya que no pudo conseguir las variedades de patatas (papas dicen ustedes)y otros aderezos necesarios en el original.
Y si me conoce algo comprenderá mi envidia al no opoder contemplar los lugares donde floreció la cultura calima y debo conformarme con los apuntes de clase del catedrático de precolombino de mi hija en Salamanca.
En fin, que se le va hacer. Tengo un consuelo: Mañana es el día de Extremadura y en el mismo sitio da un recital Dulce Pontes y ya sabe mi debilidad por las cantantes portuguesas...
La pena es que me va a entrar "saudade" de Lisboa.

Un beso.
Max