O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

lunes, 16 de febrero de 2009

Formentera Lady

Mi vieja mochila descansa en el trastero, la guitarra de cuerdas de acero la regalé a mi hermano pequeño.
Y tú, muchacha de ojos negros, ¿Conservas aún mi pulsera de cuero?




Casas enjalbegadas, como heladas,
custodian la pálida costa
rematada por cactos y pinos.
Vago aquí, donde crecen
la dulce savia, las extrañas yerbas,
por un camino arrugado
de piedras recocidas por el sol.

Ruedas polvorientas se oxidan al sol,
muros de marrón rapé
que cruzan lagartijas españolas.
Aquí estoy, a la sombra
de una higuera-dragón que me abanica,
rodeado de hormigas,
meditando sobre el hombre.

Sacaré mis viejas cuerdas cuando se ponga el sol,
no hay cima que alcanzar mientras el sol siga brillando.
Dama de Formentera, canta para mí tu son .
Dama de Formentera, dulce amante.

La luz de las lámparas brilla
en las guitarras viejas que rasguean los viajeros.
Niños de incienso danzan al son de un tambor indio.
Aquí cayó embrujado Ulises por la negra Circe,
aún persiste su aroma, aún su hechizo.

La mano gris del tiempo no me hallará en el ocaso,
seré libre de lazos, de cancelas,
si brillan las estrellas.
Dama de Formentera, haz tu danza para mí.
Dama de Formentera, negra amante.

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