Hubert de Lartigue
Uno de nosotros tiene que saber
(tarde o temprano)
no deberías tomártelo tan a pecho,
sin querer te ocasioné tanta tristeza,
ocurrió porque estabas allí, eso es todo.
Cuando vi que decías, “adiós
a tu amigo y sonreías
pensé que estaba clarísimo
que regresarías en un momento,
no sabía que estabas diciendo
adiós para siempre.
Pero, tarde o temprano,
uno de nosotros tiene que saber
que tú hiciste lo que se suponía que harías,
tarde o temprano,
uno de nosotros tiene que saber
que yo lo intenté todo por estar cerca de ti.
No pude ver lo que tú querías mostrarme,
tu bufanda escondía tu boca muy bien,
no pude ver cómo me pudiste conocer,
pero dijiste que me conocías y me lo creí.
Cuando me susurraste al oído
y preguntaste si me iba contigo o con ella,
no me di cuenta de lo que oía,
no me di cuenta de lo joven que eras.
Pero, tarde o temprano,
uno de nosotros tiene que saber
que tú hiciste lo que se suponía que harías,
tarde o temprano,
uno de nosotros tiene que saber
que yo lo intenté todo por estar cerca de ti.
No pude ver cuando empezó a nevar,
tu voz era todo lo que oía,
no pude ver hacia dónde íbamos
pero tú dijiste que lo sabías,
y te tomé la palabra.
Y más tarde, mientras me disculpaba,
me dijiste que me habías engañado,
que no eras ninguna colegiala,
y, mientras me arrancabas los ojos, te dije
que nunca tuve intención de hacerte daño.
Pero, tarde o temprano,
uno de nosotros tiene que saber
que tú hiciste lo que se suponía que harías,
tarde o temprano,
uno de nosotros tiene que saber
que yo lo intenté todo por estar cerca de ti.
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