O "el nido del cuco", si te gusta más.

No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar.
No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior.
Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.

viernes, 21 de agosto de 2009

Viva la Vida

Deb Hoeffner - Homeless Christ






Viva la Vida

Yo solía gobernar el mundo
Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba
Ahora en la mañana yo barro solo
barro las calles que solía poseer

Yo solía tirar el dado
Sentir el miedo en los ojos de mi enemigo
Escuchaba como la gente cantaba:
"Ahora el viejo rey está muerto, ¡larga vida al rey!"

Un minuto yo tenía la llave
Al siguiente las paredes se cerraban en mí
Y descubrí que mis castillos estaban construidos
Sobre pilares de sal y pilares de arena

Escucho las campanas de Jerusalén sonando
Los coros de la Caballería Romana están cantando
Son mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis misioneros en un campo extranjero
Por alguna razon que no puedo explicar
Una vez que sabes que nunca hubo una palabra honesta
Así era cuando yo gobernaba el mundo

Fue el viento loco y salvaje
Que tiró las puertas para dejarme entrar
Ventanas rotas y el sonido de tambores
La gente no podía creer en lo que me convertí

Los revolucionarios esperan
Mi cabeza en charola de plata
Solo una marioneta en una cuerda solitaria
Oh ¿Quien podría querer ser rey?

Escucho las campanas de Jerusalén sonando
Los coros del Caballería Romana están cantando
Son mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis misioneros en un campo extranjero
Por alguna razón que no puedo explicar
Yo se que San Pedro no dirá mi nombre
Nunca hubo una palabra honesta
Pero así era cuando yo gobernaba el mundo

Escucho las campanas de Jerusalén sonando
Los coros del Caballería Romana están cantando
Son mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis misioneros en un campo extranjero
Por alguna razón que no puedo explicar
Yo se que San Pedro no dirá mi nombre
Nunca hubo una palabra honesta
Pero así era cuando yo gobernaba el mundo

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