Clitemnestra: También es bueno que el dichoso ceda
Agamenón: ¿Tanto estimas vencer en esta pugna?
Clitemnestra: Aunque eres vencedor, cede a mis ruegos.
“Agamenon”
Esquilo
Han existido mujeres serenas de ojos claros,
infinitas y silenciosas como esa llanura
que atraviesa un río de agua pura.
Han existido mujeres con visos de oro,
rivales del estío y del fuego, semejantes a
trigales lascivos que no hieren la hoz
con sus dientes pero arden por dentro
con fuego sideral ante el cielo despojado.
Han existido mujeres tan leves
que una sola palabra, una sola,
las convirtió en esclavas. Y existieron otras,
de manos rojizas, que al tocar una frente
suavemente disiparon ideas terribles.
Y otras cuyas manos exangües y elásticas,
con giros lentos aparentaban insinuarse
creando una urdimbre rara y fina
en que las venas simulaban
hilos de vibración ultramarina.
Mujeres pálidas, marchitas, devastadas,
ardidas en el fuego amoroso
hasta lo más profundo de sí mismas,
consumido el rostro ardiente,
con la nariz agitada por el impulso
de inquietas aletas, con los labios abiertos
como yendo hacia las palabras pronunciadas,
con los párpados lívidos
como las corolas de las violetas.
Y todavía han existido otras y,
maravillosamente, yo las he conocido.
Aquí viene, mejor ándate con cuidado
Va a partirte el corazón en dos
Es verdad, no es difícil darse cuenta
Sólo mírale a esos ojos de color falso
Te pondrá por las nubes sólo para echarte por tierra
Vaya payasa
Porque todo el mundo lo sabe... Es una mujer fatal
Las cosas que hace para agradar, es sólo una provocativa
Mira cómo anda, oye cómo habla
Estás en su lista, eres el número 37, mira
Va a sonreír para hacerte fruncir el ceño, qué payasa
Chico, es de la calle
Antes de empezar ya has perdido
Te va a tratar como a un tonto
Sí, es verdad
Porque todo el mundo lo sabe... Es una mujer fatal
Las cosas que hace para agradar, es sólo una provocativa
Mira cómo anda, oye cómo habla
Intentará rebajarte, la tía más dura que hay
Porque todo el mundo lo sabe... Es una mujer fatal
Las cosas que hace para agradar, es sólo una provocativa
Es una mujer fatal.
Esquilo
Pierre Narcisse Guérin - Clitemnestra y Egisto a punto de matar a Agamenón
"Cuando soy buena, soy buena; pero cuando soy mala, soy mucho mejor"
Mae West
Mujeres
Gabriel D'annunzio
Han existido mujeres serenas de ojos claros,
infinitas y silenciosas como esa llanura
que atraviesa un río de agua pura.
Han existido mujeres con visos de oro,
rivales del estío y del fuego, semejantes a
trigales lascivos que no hieren la hoz
con sus dientes pero arden por dentro
con fuego sideral ante el cielo despojado.
Han existido mujeres tan leves
que una sola palabra, una sola,
las convirtió en esclavas. Y existieron otras,
de manos rojizas, que al tocar una frente
suavemente disiparon ideas terribles.
Y otras cuyas manos exangües y elásticas,
con giros lentos aparentaban insinuarse
creando una urdimbre rara y fina
en que las venas simulaban
hilos de vibración ultramarina.
Mujeres pálidas, marchitas, devastadas,
ardidas en el fuego amoroso
hasta lo más profundo de sí mismas,
consumido el rostro ardiente,
con la nariz agitada por el impulso
de inquietas aletas, con los labios abiertos
como yendo hacia las palabras pronunciadas,
con los párpados lívidos
como las corolas de las violetas.
Y todavía han existido otras y,
maravillosamente, yo las he conocido.
Hermosa, de una hermosura dominadora, atrayente y sugestiva, esta mujer ha jugado a la vida como otros hombres juegan al monte o al bacarrat, se ha burlado de todo de todo se ha reído, jamás tomó nada en serio, ni el matrimonio...
“Cantaores andaluces, historias y tragedias”
Guillermo Núñez de Prado
Julio Romero de Torres - Cante "Jondo"
La Parrala
Carlos Cano
Mata Hari
Al Di Meola
Al Di Meola
Marilyn Moroe en Niágara
Henry Hathaway
Femme Fatale
The Velvet Underground & Nico
The Velvet Underground & Nico
Mujer Fatal
Aquí viene, mejor ándate con cuidado
Va a partirte el corazón en dos
Es verdad, no es difícil darse cuenta
Sólo mírale a esos ojos de color falso
Te pondrá por las nubes sólo para echarte por tierra
Vaya payasa
Porque todo el mundo lo sabe... Es una mujer fatal
Las cosas que hace para agradar, es sólo una provocativa
Mira cómo anda, oye cómo habla
Estás en su lista, eres el número 37, mira
Va a sonreír para hacerte fruncir el ceño, qué payasa
Chico, es de la calle
Antes de empezar ya has perdido
Te va a tratar como a un tonto
Sí, es verdad
Porque todo el mundo lo sabe... Es una mujer fatal
Las cosas que hace para agradar, es sólo una provocativa
Mira cómo anda, oye cómo habla
Intentará rebajarte, la tía más dura que hay
Porque todo el mundo lo sabe... Es una mujer fatal
Las cosas que hace para agradar, es sólo una provocativa
Es una mujer fatal.
Que hace una chica como tu en un sitio como este
Burning
Burning
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