Supremumm est mortalibus bonum
Guillaume Dufay
Guillaume Dufay
Se dice que al salir de esta iglesia, Stendhal en 1817, padeció los síntomas de vértigo, palpitaciones, confusión, etc, llamándose a partir de ese momento Síndrome de Stendhal.
Yo por mi parte, debo confesar que no me atacó ningún síndrome o al menos no sentí ningún síntoma, habría pecado de soberbia al compararme con un genio, así que mi pobre sensibilidad solo sintió hambre -era mediodía- a pesar de la cantidad tan enorme de obras de arte que alberga, Cimabue, Giotto, Brunelleschi, Donatello, Giorgio Vasari, Lorenzo Ghiberti, Andrea Orcagna, Taddeo Gaddi, Luca Della Robbia, Giovanni da Milano, Bronzino, Michelozzo, Domenico Veneziano, Maso di Banco, Giuliano da Sangallo, Benedetto da Maiano, Antonio Canova, etc.
Encendí algunas velas y deje alguna flor en agradecimiento de los inquilinos de algunos de los sepulcros que aloja, Nicolás Maquiavelo, Galileo Galilei, Miguel Ángel, Rossini, entre otros. Me quedé sin hacerlo en algunos, los más, pero son tantos que no llevé un ramo suficiente grande. Tras ello, "la que ilumina" y yo, dirigimos nuestros pasos a un restaurante donde comimos unos Affettati Misti regados con un buen Chianti del año y luego tras pasarnos por el Giubbe Rosse para tomar un cappuccino que nos ayudo a continuar con la visita a la ciudad con más densidad en obras de todas las artes por metro cuadrado del mundo.
Altar Mayor, "Santa Croce", Florencia
Canto III del Infierno de Dante
Chicho Sánchez Ferlosio
Chicho Sánchez Ferlosio
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