Tras 27 años, ayer, nevó y la ciudad se vistió de blanco. La que ilumina y yo paseamos por las calles inmaculadas, jugamos a tirarnos bolas de nieve en el parque, compramos castañas asadas, metiéndonos el cucurucho en los bolsillos y así desentumecernos las manos y también churros. Ya en casa, los tomamos junto con chocolate hirviendo mientras mirábamos desde el balcón el silencio de los copos cubrir los arboles.
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2 comentarios:
Amigo Max.
En mi tierra, Castelo Branco, Portugal, tambien nevó mucho en esto Domingo. Mi ciudad se vestió de blanco. Coincidencia, tras 27 años que no nevava por cá.
Un abrazo
Victor Gil
Nós estamos tão perto...
Um abraço.
Max
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