No son las 1000 mejores canciones de la historia, ni los 500 mejores poemas, ni los 100 mejores libros, ni tan siquiera las 10 mejores películas, ni los mejores sabores, olores o sensaciones. Son lo que se me ha pegado y sigue pegándose en la piel a lo largo de las décadas que he tenido la suerte de presenciar. Algo que a modo de Jukebox virtual, en el que pueda tener a mano la música, pinturas, fotográfias, etc. que se encuentran desparramadas a lo largo del camino.
Lo que silbo al caminar. No es nostalgia y por supuesto que, cualquier tiempo pasado tan solo fue, anterior. Escríbeme un comentario si en algo coincidimos.
Te gustaría que te dijese que te amaré toda mi vida. Te gustaría que te prometiese todas mis noches hasta el infinito. Te gustaría que te siguiera por siempre sin hacer ruido y que me diese cuenta de todo esto sin que tú dijeses nada.
Estribillo:
Y no podría decirte lo que no sé y no podría darte lo que no tengo y no podría huir de ti incluso cuando todo nos separa. Todo lo que te prometo es un nuevo comienzo
Me gustaría que el tiempo se parase cuando hablamos y que aparecieran en pleno día en el cielo un millón de estrellas para pedir un deseo sin que mi sol se oculte y que pudiéramos ser de nuevo dos sin hacernos este daño
[Estribillo]
Y me gustaría esconderme bajo tus párpados para que pudieses verme cuando haces tus oraciones y me gustaría romper todas esas luces que te impiden ver un poco más claro Lala lala lalala lalala [Estribillo]
Libre te quiero
Poema de Agustin García Calvo
Amancio Prada
Deseada
Luis Alberto de Cuenca
Era su turno. Cuidadosamente dobló la gabardina sobre el brazo. Se echó el pelo hacia atrás, y su mirada se cruzó con la mía. Con los ojos le devolví la calma. Se marchaba, pero regresaría, y todo aquello terminaría bien. Cerró la puerta. Yo me quedé sentado, acariciando, tembloroso, su ropa interior verde.
En lo alto y sediento, en un largo y caluroso día,
perdido y solitario en todo sentido, rodeado de apartamentos y con el cielo sobre mi cabeza, necesito un poco de agua para el amor.
Ya hace tiempo que estoy solo y mi corazón está dolorido, clamando por una lluvia que me tranquilice, yo creo que ya he tenido suficiente, necesito un poco de agua para el amor.
Agua para el amor, profundo bajo el suelo aquí no hay agua para buscar, algún día cariño, cuando el río corra voy a traer un poco de esa agua para mí.
Hay un pájaro posado muy alto sobre un árbol, esperando por mi muerte, si no consigo un poco de agua pronto estaré muerto y desaparecido en la tarde.
Agua para el amor, profundo bajo el suelo aquí no hay agua para buscar, algún día cariño, cuando el río corra voy a traer un poco de esa agua para mí.
Una vez yo tuve una mujer, que la consideraba como mía, una vez yo tuve una mujer, y esa mujer ahora se ha ido una vez hubo un río y ahora hay solo piedras, tú sabes lo malo que esto cuando vives solo.
Agua para el amor, profundo bajo el suelo aquí no hay agua para buscar, algún día cariño, cuando el río corra voy a traer un poco de esa agua para mí.
Sed de Ti
Pablo Neruda
Sed de ti me acosa en las noches hambrientas. Trémula mano roja que hasta su vida se alza. Ebria de sed, loca sed, sed de selva en sequía. Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas……
Por eso eres la sed y lo que ha de saciarla. Cómo poder no amarte si he de amarte por eso. Si ésa es la amarra cómo poder cortarla, cómo. Cómo si hasta mis huesos tienen sed de tus huesos. Sed de ti, guirnalda atroz y dulce. Sed de ti que en las noches me muerde como un perro. Los ojos tienen sed, para qué están tus ojos.
La boca tiene sed, para qué están tus besos. El alma está incendiada de estas brasas que te aman. El cuerpo incendio vivo que ha de quemar tu cuerpo. De sed. Sed infinita. Sed que busca tu sed. Y en ella se aniquila como el agua en el fuego.
Ayer, con tus manos, me diste de beber agua en el Generalife.
Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada.
Francisco Alarcón de Icaza
The Mystic's Dream (Concierto en el Palacio de Carlos V, La Alhambra de Granada) Loreena McKennitt
Unos buenos amigos me han invitado a pasar el fin de semana en su casa y mañana, al alba, me voy para Granada. Si alguno de ustedes está por la allá tal vez nos veamos (paseando desde la puerta de Elvira a la de Vivarrambla, en el Generalife o contemplando una de las más bellas puesta de sol que nos son dadas de contemplar en el planeta). Sino fuera así, hasta el lunes.
Romance de la pérdida de Alhama
Romancero
Paseábase el rey moro — por la ciudad de Granada desde la puerta de Elvira — hasta la de Vivarrambla. —¡Ay de mi Alhama!— Cartas le fueron venidas — que Alhama era ganada. Las cartas echó en el fuego — y al mensajero matara, —¡Ay de mi Alhama!— Descabalga de una mula, — y en un caballo cabalga; por el Zacatín arriba — subido se había al Alhambra. —¡Ay de mi Alhama!— Como en el Alhambra estuvo, — al mismo punto mandaba que se toquen sus trompetas, — sus añafiles de plata. —¡Ay de mi Alhama!— Y que las cajas de guerra — apriesa toquen el arma, porque lo oigan sus moros, — los de la vega y Granada. —¡Ay de mi Alhama!— Los moros que el son oyeron — que al sangriento Marte llama, uno a uno y dos a dos — juntado se ha gran batalla. —¡Ay de mi Alhama!— Allí fabló un moro viejo, — de esta manera fablara: —¿Para qué nos llamas, rey, — para qué es esta llamada? —¡Ay de mi Alhama!— —Habéis de saber, amigos, — una nueva desdichada: que cristianos de braveza — ya nos han ganado Alhama. —¡Ay de mi Alhama!— Allí fabló un alfaquí — de barba crecida y cana: —Bien se te emplea, buen rey, — buen rey, bien se te empleara. —¡Ay de mi Alhama!— Mataste los Bencerrajes, — que eran la flor de Granada, cogiste los tornadizos — de Córdoba la nombrada. —¡Ay de mi Alhama!— Por eso mereces, rey, — una pena muy doblada: que te pierdas tú y el reino, — y aquí se pierda Granada. —¡Ay de mi Alhama!—
Y prometo dar limosna a un ciego si con él me cruzara.
(Si fuera de la ONCE le compraré un cupón, claro).
Se fue el verano. Este recién como aquél ya tan lejano y el otoño está llamado a la puerta. Saquemos el edredón y planeemos nuevas misiones de reconocimiento, iniciemos batallas, empuñemos las armas... Ven, mujer, mete la cabeza bajo él, que el ruido de la calle es horrible.
HACER EL AMOR (flower power)
Juan Daniel Perrotta
Se prepara la batalla por Bagdad los americanos sobrevuelan nueva york para prevenir el espanto.
Los gases químicos alertan a los soldados que los lanzan que se defienden.
Yo sigo siendo un hippie un hippie viejo que no perdió las mañas.
Creo en el poder del amor en hacer el amor.
Prefiero emprender una misión de reconocimiento sobre tu cuerpo sobrevolar tus pechos estudiando cada irregularidad en el terreno de tus pezones cada minúscula grieta.
Creo mejor arrojar besos explosivos sobre tu cuello mordisquearte las orejas. Puedo lanzarme con alegría en picada sobre tu sexo abrir mi boca dejar que la bomba perforante busque el bunker en donde ocultas tus orgasmos incendiar todo el lugar en represalia. Bastante has hurgado en mí haciendo estallar no sólo fuegos de artificio cuando avanzas de universo en universo en mi galaxia a grandes zancos titiritera de estrellas que altera el orden de los mundos. El fundamentalismo amoroso justifica una campaña punitiva que estimo será larga para liberar tu tierra sembrarla en nombre de la paz y la libertad.
"Gente amable con flores en su cabello
A través de toda la nación
Es una vibración tan extraña
Gente en movimiento
Hay toda una generación
Con una nueva explicación
Gente en movimiento, gente en movimiento"
San Francisco Scott McKenzie
Y qué es lo que quedó de aquel viejo verano en las costas de Grecia? ¿Qué resta en mí del único verano de mi vida?
Francisco Brines
Hair
Miloš Forman (1979)
"La vida estaba en todas partes:
en tu cabello, sobre el césped,
sobre la tierra que añorabas,
sobre los chopos, por tu frente...
Todo pasó, tal un verano,
sobre tu carne pura y breve.
Como la piel de un fruto, ¡eras
tan olorosa y atrayente!"
José Agustin Goytisolo
Día de otoño
Rainer Maria Rilke
Señor: es hora. Largo fue el verano. Pon tu sombra en los relojes solares, y suelta los vientos por las llanuras.
Haz que sazonen los últimos frutos; concédeles dos días más del sur, úrgeles a su madurez y mete en el vino espeso el postrer dulzor.
No hará casa el que ahora no la tiene, el que ahora está solo lo estará siempre, velará, leerá, escribirá largas cartas, y deambulará por las avenidas, inquieto como el rodar de las hojas.
Hace escasos minutos, cuando caminaba durante habitual paseo mañanero, me he encontrado en el suelo húmedo aún por la tormenta de anoche, como si estubiera durmiendo, un gorrión muerto y lo he fotografiado. No se porqué extrañas asociaciones en mi cereblo me he acordado de Dorothy (http://silbandoalcaminar.blogspot.com/2009/07/ruby-tuesday.html) y que ya hace más de un año que nos dejó.
Sparrow Simon and Garfunkel
Gorrión
¿Quién va a amar a un gorrión que ha venido de muy lejos y suspira por descansar? "Yo no -dice la encina- No quiero compartir mis ramas con ningun nido de gorrión, y mi cobijo de hojas no calentará su fría pechuga".
¿Quién va a amar a un gorrión y decirle una palabra cariñosa? "Yo no -dice el cisne- Me parece una ocurrencia totalmente absurda. Se reirían y burlarían de mí si llegase a oídos de los otros cisnes".
¿Quién va a encontrar un poco de piedad en su corazón y dará de comer a un gorrión hambriento? "Yo no -dice el dorado trigo- Me gustaría si pudiese, pero sé que no puedo. Necesito todo mi grano para extenderme y crecer".
¿Quién va a amar a un gorrión? ¿Nadie va a escribirle un epitafio? "Yo lo haré" -dice La Tierra- "porque todo lo que he creado vuelve a mí: del polvo fueron hechos, y en polvo se convertirán"
Será porque yo le escribí en una hoja de papel cuadriculado la letra de:
Como un gorrión J. M. Serrat
O tal vez porque ella me guió, en su vieja guitarra llena de pegatinas, como hacer para que sonara decentemente:
Free Bird Lynard Skynard
Pájaro libre
Si me fuera mañana, ¿me recordarías? Tengo que partir ahora porque hay muchos sitios que debo ver. Y si estuviera quí contigo, chica, las cosas no serían las mismas. Porque soy un pájaro libre y no me puedes cambiar El Señor lo sabe, no puedo cambiar.
Adiós, pequeña, ha sido un dulce amor, sí, Suplicarás y yo no puedo cambiar. Pero, por favor, no te lo tomes a mal. Porque el Señor sabe que no tengo la culpa. Pero si me quedara aquí contigo las cosas no sería igual. Porque ahora soy un pájaro libre y a este pájaro no lo puedes cambiar, oh! Y a este pájaro no lo puedes cambiar. El Señor lo sabe, no puedo cambiar. Señor, ayúdame. No puedo cambiar.
Señor, no puedo cambiar.
¿Volarás alto, pájaro libre?
Picasso - Gato devorando un pajaro
Hoy escribiré a tu marido y mandaré besos para tus hijos que han heredado tu sonrisa.
Arte helenístico, copia romana - Museos Capitolinos, Roma
Sempre e per sempre Francesco De Gregori
Siempre y por siempre
¿Lluvia y sol cambian la cara a las personas,
ponen patas arriba el corazón y pasan y vuelven
y ya no las paramos.
Siempre y por siempre tu
recuerda allá donde estés, si me buscas
siempre y por siempre del mismo lado me encontrarás. He visto a gente andar, perderse y volver y perderse todavía
y tender la mano a manos vacías
y con los mismos zapatos caminar por diferentes vías
o con diferentes zapatos sobre una sola vía.
Tu no creas si alguno te dice que no soy el mismo ya.
Lluvia y sol ladran y muerden pero dejan, dejan el tiempo que encuentran
y el verdadero amor puede esconderse, confundirse pero ya no puede perderse. Siempre y por siempre del mismo lado me encontrarás. Siempre y por siempre del mismo lado me encontrarás.
domingo, 19 de septiembre de 2010
El alba me despierta con la noticia de que ha muerto el "profesor cascarrabias", un caminante que se metió "un país en la mochila" y que gracias a los dioses, lo de "políticamente correcto", lo dejaba para los "meapilas" y corbatones de "sonrisa profiden".
La noche nos trajo tormentas y esta mañana de sopetón se ha presentado el otoño. He salido a caminar y contemplar uno de los últimos amaneceres del verano que se nos va.
Amanece lloviendo...
Cesar Vallejo
Amanece lloviendo. Bien peinada la mañana chorrea el pelo fino. Melancolía está amarrada; y en mal asfaltado oxidente de muebles hindúes, vira, se asienta apenas el destino.
Cielos de puna descorazonada por gran amor, los cielos de platino, torvos de imposible.
Rumia la majada y se subraya de un relincho andino.
Me acuerdo de mí mismo. Pero bastan las astas del viento, los timones quietos hasta hacerse uno, y el grillo del tedio y el jiboso codo inquebrantable.
Basta la mañana de libres crinejas de brea preciosa, serrana, cuando salgo y busco las once y no son más que las doce deshoras.
Nuevo Día Lole y Manuel
Gabriel Fauré compuso el Cantique de Jean Racine Op. 11 a la edad de 19 años. Su título proviene del autor del texto, Jean Racine (1639 - 1699), en realidad se trata de una traducción de un himno medieval en latín titulado "Consors paterni lumini" atribuido a San Ambrosio y que forma parte de la liturgia de las horas, concretamente para los maitines (oración de la mañana) del miércoles. Versión para órgano (Stephen Farr) y coro (el de la catedral de Winchester dirigido por David Hill).
¿Por qué inactivo está el Senado e inmóviles los senadores no legislan?
Porque hoy llegan los bárbaros.
¿Qué leyes votarán los senadores?
Cuando los bárbaros lleguen darán la ley.
¿Por qué nuestro emperador dejó su lecho al alba, y en la puerta mayor espera ahora sentado en su alto trono, coronado y solemne?
Porque hoy llegan los bárbaros. Nuestro emperador aguarda para recibir a su jefe. Al que hará entrega de un largo pergamino. En él escritas hay muchas dignidades y títulos.
¿Por qué nuestros dos cónsules y los pretores visten sus rojas togas, de finos brocados; y lucen brazaletes de amatistas, y refulgentes anillos de esmeraldas espléndidas? ¿Por qué ostentan bastones maravillosamente cincelados en oro y plata, signos de su poder?
Porque hoy llegan los bárbaros; y todas esas cosas deslumbran a los bárbaros.
¿Por qué no acuden como siempre nuestros ilustres oradores a brindarnos el chorro feliz de su elocuencia?
Porque hoy llegan los bárbaros que odian la retórica y los largos discursos.
¿Por qué de pronto esa inquietud y movimiento? (Cuánta gravedad en los rostros.) ¿Por qué vacía la multitud calles y plazas, y sombría regresa a sus moradas?
Porque la noche cae y no llegan los bárbaros. Y gente venida desde la frontera afirma que ya no hay bárbaros.
¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros? Quizá ellos fueran una solución después de todo.
Helplessly Hoping Crosby, Stills, Nash and Young
Esperanza desesperanzada
(más o menos)
Su arlequín ronda cerca, anhelante y abandonado
esperando una palabra Abre la boca asombrado al vislumbrar un aire tierno y genuino Corre pensando que ojalá pudiera volar. sólo para viajar al son del adiós
Sin palabras observa, y espera junto a la ventana Y se maravilla por el espacio vacío de dentro Se hace un hueco, descorazonado, en sus pesadillas Se preocupa, ¿oyó un adiós? ¿quizá un hola?
Son una sola persona Son dos por separado Son tres cuando están juntos
Son el uno para el otro. Quédate junto a la escalera, verás algo verdadero que decirte, la confusión tiene un precio El amor no es mentir, es algo licencioso en una dama que remolonea diciendo que está perdida y que se atraganta al decir hola.
Son una sola persona Son dos por separado Son tres cuando están juntos Son el uno para el otro
Waiting for Godot (Esperando a Godot) Samuel Beckett
ESTRAGÓN.- Espera, tenemos mi cinturón.
VLADIMIRO.- Es demasiado corto.
ESTRAGÓN.- Tú me tiras de las piernas.
VLADIMIRO.- ¿Y quién tira de las mías?
ESTRAGÓN.- Es verdad.
VLADIMIRO.- De todas formas, déjame ver. (ESTRAGÓN se desata la cuerda que sujeta su pantalón. Este, demasiado ancho, se le cae hasta los tobillos. Miran la cuerda.) Yo creo que puede servir. Pero ¿será fuerte? ESTRAGÓN.- Vamos a ver. Toma. (Cada uno agarra un extremo de la cuerda, y tiran. La cuerda se rompe. Están a punto de caer.)
VLADIMIRO.- No vale.(Silencio.)
ESTRAGÓN.- ¿Dices que tenemos que volver mañana?
VLADIMIRO.- Si.
ESTRAGÓN.- Entonces nos traeremos una buena cuerda.
VLADIMIRO.- Eso es.( Silencio.)
ESTRAGÓN.- Didi.
VLADIMIRO.- ¿Qué?
ESTRAGÓN.- No puedo continuar así.
VLADIMIRO.- Eso se dice fácilmente.
ESTRAGÓN. ¿Y si nos separásemos? Quizá nos fuera mejor.
VLADIMIRO.- Mañana nos ahorcaremos. (Pausa.) A no ser que venga Godot.
ESTRAGÓN.- ¿Y si viene?
VLADIMIRO.- Estaremos salvados. (VLADIMIRO se quita su sombrero -el de LUCKY-, mira en el interior, pasa la mano, lo sacude y se lo vuelve a poner.)
ESTRAGÓN.- Entonces, ¿nos vamos?
VLADIMIRO.- Súbete los pantalones.
ESTRAGÓN.- ¿Qué?
VLADIMIRO.- Súbete los pantalones.
ESTRAGÓN.- ¿Que me arremangue los pantalones?
VLADIMIRO.- ¡Que te los subas!
ESTRAGÓN.- Es verdad. (Se sube los pantalones. Silencio.)
Voy a escribir un libro que hable de las (poquísimas) mujeres de mi vida. De mi primera novia, me enseñó el amor y las puertas secretas del cielo y del infierno; de Isabel, que se fue al país de los sueños con el pequeño Nemo, porque aquí lo pasaba fatal; de Margarita, recordando unos jeans blancos y unos lunares estratégicamente dispuestos; de Ginebra, que le dejó a Lanzarote plantado por mi culpa y fundó una familia respetable a mi costa; de Susana, que sigue tan guapa como entonces; de Macarena, un dulce que me amargó la vida dos veranos enteros; de Carmen, que era bruja y veía el futuro con ojos de muchacho; de la red que guardaba los cabellos de Paula cuando me enamoré de su melancolía; de Arancha, de Paloma, de Marta y de Teresa; de sus besos, que izaron la bandera del triunfo sobre la negra muerte, y también de su helado desdén, que recluyó tantas veces mi espíritu en la triste mazmorra de la desesperanza. Voy a escribir un libro que hable de las mujeres que han escrito mi vida.
Tangos de la Repompa Las Migas
El olvido
Luis Alberto de Cuenca
La olvidé. Por completo. Para siempre
(o eso creía entonces). Me cruzaba con ella por la calle y no era ella quien se paraba ante un escaparate de ropa deportiva, no era ella quien compraba el periódico en un quiosco y se perdía entre la muchedumbre. Como si hubiera muerto. No era ella. Su nombre era el de todas las mujeres.
a alguien exactamente igual a ti He dado la vuelta al mundo, esperando cruzarme contigo. Alguien como tú hace que eso merezca la pena. Alguien como tú hace que me sienta satisfecho. Alguien exactamente como tú. He viajado por duras carreteras, buscando a alguien como tú. He llevado mi pesada carga, esperando que la luz llegara y me iluminara. Alguien como tú hace que me sienta satisfecho. Alguien exactamente como tú. He estado buscando mi propia alma, para averiguar donde estabas. He ido y venido por autopistas, en todos los países del extranjero. Alguien como tú...
Recorriendo todo el mundo, caminando al ritmo de un tambor diferente cada vez.
Pero recientemente me he dado cuenta de que lo mejor estaba por llegar. Alguien como tú...
Pablo Picasso - Dora Maar
With a girl like you
The Troggs
Con una chica como tú The Troggs
Quiero vivir toda la vida con una chica como tú
Ba ba ba ba, ba ba ba
Y hacer todas las cosas que tú quieras que haga
Ba ba ba ba, ba ba ba
Hasta que llegue el momento en que podamos vivir como uno
¿puedo bailar contigo?
Ba ba ba ba, ba ba ba
Ba ba ba ba, ba ba ba
Puedo decir por tu manera de vestir que eres muy refinada
Ba ba ba ba, ba ba ba
Y por la manera en que hablas, que eres justo mi tipo
Ba ba ba ba, ba ba ba
Chica, por qué será que no te fijas en mí
¿puedo bailar contigo?
Ba ba ba ba, ba ba ba
Ba ba ba ba, ba ba ba
Nena, nena, no hay opción
de que pueda sacarte en el último baile
durante toda la noche, sí, he estado esperando
así que no habrá titubeos
Así que, antes de que este baile haya llegado a su fin
Ba ba ba ba, ba ba ba
A tí, a través de la pista, mi amor enviaré
Ba ba ba ba, ba ba ba
Sólo espero y rezo por encontrar una manera de decir
¿puedo bailar contigo?
Ba ba ba ba, ba ba ba
Ba ba ba ba, ba ba ba
Sarabanda
Suite para cello solo Nº. 1 en Sol Major, BWV 1007 de J. S. Bach
Mira, chica, un barco blanco viene río arriba, con un gran farol rojo, y una bandera, y un hombre en la barandilla, Creo que deberías llamar a John, porque no parece que vengan a traer el correo Y están a menos de una milla de aquí, Espero que no vengan a quedarse, Lleva soldados a estribor y un cañón, y viene levantando grandes olas.
Papá se ha ido, mi hermano está fuera cazando en los montes, Big John no ha parado de beber desde que el río se tragó a Emmy-Lou, parece que los poderes fácticos me han dejado aquí para que decida, Acababa de cumplir los veintidós Y me preguntaba qué podía hacer, Y cuanto más se acercaban Esos sentimientos se hacían más fuertes.
El rifle de papá en mi mano me transmitía tranquilidad, Él me dijo: “Rojo significa corre, hijo, y los soldados se han alistado para nada” Cuando el primer disparo rebotó en los muelles me lo olí, Levanté mi rifle hacia mi ojo, Nunca me paré a preguntar por qué. Entonces vi oscuridad, y mi cara salpicó el cielo.
Protégeme de la pólvora y del dedo Cúbreme con el pensamiento que apretó el gatillo Piensa en mí como en alguien de quien nunca habrías imaginado Que se esfumaría tan joven Con tanto por hacer, Dále recuerdos a mi amor, sé que la echaré de menos.
Canción del esposo soldado
Miguel Hernández
He poblado tu vientre de amor y sementera, he prolongado el eco de sangre a que respondo y espero sobre el surco como el arado espera: he llegado hasta el fondo.
Morena de altas torres, alta luz y ojos altos, esposa de mi piel, gran trago de mi vida, tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos de cierva concebida.
Ya me parece que eres un cristal delicado, temo que te me rompas al más leve tropiezo, y a reforzar tus venas con mi piel de soldado fuera como el cerezo.
Espejo de mi carne, sustento de mis alas, te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo.
Sobre los ataúdes feroces en acecho, sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho hasta en el polvo, esposa.
Cuando junto a los campos de combate te piensa mi frente que no enfría ni aplaca tu figura, te acercas hacia mí como una boca inmensa de hambrienta dentadura.
Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo, y defiendo tu vientre de pobre que me espera, y defiendo tu hijo.
Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado envuelto en un clamor de victoria y guitarras, y dejaré a tu puerta mi vida de soldado sin colmillos ni garras.
Es preciso matar para seguir viviendo. Un día iré a la sombra de tu pelo lejano, y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo cosida por tu mano.
Tus piernas implacables al parto van derechas, y tu implacable boca de labios indomables, y ante mi soledad de explosiones y brechas recorres un camino de besos implacables.
Para el hijo será la paz que estoy forjando. Y al fin en un océano de irremediables huesos tu corazón y el mío naufragarán, quedando una mujer y un hombre gastados por los besos.
Bajo el limonero que plantó mi padre, con Coco y Kika roneando en mi regazo.
...
Tal vez sea por el "ribera del Duero", tal vez que el árbol, demasiado viejo y cansado, no da limones...
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"Papá, una sorpresa para ti, es una canción siciliana al cien por
ciento, la he preparado para ti..."
Antonio Corleone para su padre, Michael Corleone
Brucia la luna (El Padrino III-1990) Nino Rota
Arde la luna
Laluna arde en el cielo Y yo ardo de amor El fuego es consumido
Como mi corazón Mi alma llora
Dolorida
No estoy en paz
Qué mala noche El tiempo pasa
Mas no amanece No hay más sol Si ella no vuelve
Mi tierra está ardiendo Y arde mi corazón Lo que ella ansia por agua
Yo ansío por amor ¿A quién le canto Mi canción Si no hay nadie Que se asome en el balcón? La luna arde en el cielo Y yo ardo de amor El fuego es consumido Como mi corazón…
Luna congelada
Mario Benedetti
Con esta soledad alevosa tranquila con esta soledad de sagradas goteras de lejanos aullidos de monstruos de silencio de recuerdos al firme de luna congelada de noche para otros de ojos bien abiertos