La noche nos trajo tormentas y esta mañana de sopetón se ha presentado el otoño. He salido a caminar y contemplar uno de los últimos amaneceres del verano que se nos va.
Amanece lloviendo...
Cesar Vallejo
Amanece lloviendo. Bien peinada
la mañana chorrea el pelo fino.
Melancolía está amarrada;
y en mal asfaltado oxidente de muebles hindúes,
vira, se asienta apenas el destino.
Cielos de puna descorazonada
por gran amor, los cielos de platino, torvos
de imposible.
Rumia la majada y se subraya
de un relincho andino.
Me acuerdo de mí mismo. Pero bastan
las astas del viento, los timones quietos hasta
hacerse uno,
y el grillo del tedio y el jiboso codo inquebrantable.
Basta la mañana de libres crinejas
de brea preciosa, serrana,
cuando salgo y busco las once
y no son más que las doce deshoras.
Nuevo Día
Lole y Manuel
Lole y Manuel
Gabriel Fauré compuso el Cantique de Jean Racine Op. 11 a la edad de 19 años. Su título proviene del autor del texto, Jean Racine (1639 - 1699), en realidad se trata de una traducción de un himno medieval en latín titulado "Consors paterni lumini" atribuido a San Ambrosio y que forma parte de la liturgia de las horas, concretamente para los maitines (oración de la mañana) del miércoles. Versión para órgano (Stephen Farr) y coro (el de la catedral de Winchester dirigido por David Hill).
Y ahora iré comprar el pan...
2 comentarios:
Me alegra que hayas podido ir a por el pan, Max.
Que todo vaya mejor.
Por aquí ha llovido pero un poco más arriba, en Cáceres, cayó lo que no está en los escritos.
Espero que el dios de la lluvia tenga piedad, sea magnánimo y cierre las compuertas y no me estropee la invitación de unos amigos de Granada para el fin de semana del 24.
Max
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