Ingredientes
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Echaremos en un cazo 1 litro de agua y media cucharadita de sal. Ponemos a hervir.
Cuando rompa a hervir, echaremos de golpe 1/2 kilo de harina (con cuidado para que no nos salte el agua hirviendo) y con la ayuda de una cuchara de madera removeremos rápidamente hasta que se desprenda la harina del cazo.
Después de remover durante 2 ó 3 minutos apartaremos el cazo del fuego y seguiremos removiendo con rapidez hasta que obtengamos una masa fina.
Pondremos abundante aceite en una sartén y la pondremos a calentar. Para controlar la temperatura del aceite nos ayudaremos de un trozo de patata mondada, cuando la patata se dore, el aceite está rusiente y listo, en ese punto, llenaremos de masa una manga churrera y la apretaremos para dejar salir tiras de la longitud aproximada de un dedo. Las freiremos de 4 en 4 (esto ya es dependiendo del tamaño de vuestra sartén).
Cuando estén bien dorados sacaremos los churros de la sartén con una espumadera, les echaremos azúcar por encima y serviremos calientes.
Aquí la temperatura a la hora de servirlos es importante, ya que los churros fríos no están tan buenos.
Muy importante: Para que no exploten los churros debes hacerlos con una manga o churrera con la punta estriada para que no salgan lisos.
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