Fratelli a un tempo stesso amore e morte
Ingenerò la sorte;
Cose quaggiù più belle
Altre il mondo non ha, non han le stelle.
(Hermanos a un mismo tiempo engendró la suerte al amor y a la muerte:
cosas aquí abajo más bellas,
no las tienen ni el mundo ni las estrellas)
Giacomo Leopardi
Vivamus mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque senum severiorum
omnes unius aestimemus assis!
soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel occidit brevis lux,
nox est perpetua una dormienda.
da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut ne quis malus inuidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.
Vivamos, Lesbia mía, y amémonos
y las habladurías de los viejos más severos
nos importen todas un bledo.
El sol puede ponerse y salir;
tan pronto como se nos haya muerto esta breve luz,
tenemos que dormir una noche eterna.
Dame mil besos y luego ciento,
después otros mil, luego de nuevo cien,
después otros mil todavía, luego cien.
Después, cuando nos hayamos dado muchos miles,
los embrollaremos para no saberlos
y para que ningún malvado pueda aojarnos
cuando sepa que fueron tantos nuestros besos.
cosas aquí abajo más bellas,
no las tienen ni el mundo ni las estrellas)
Giacomo Leopardi
Francisco de Goya
Si vis amari ama.
San Agustín de Hipona
“el mar siempre estará ahí, yo no”
Paseo por el Amor y la Muerte
John Huston (1969)
Vivamus mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque senum severiorum
omnes unius aestimemus assis!
soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel occidit brevis lux,
nox est perpetua una dormienda.
da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut ne quis malus inuidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.
Gaius Valerius Catullus
y las habladurías de los viejos más severos
nos importen todas un bledo.
El sol puede ponerse y salir;
tan pronto como se nos haya muerto esta breve luz,
tenemos que dormir una noche eterna.
Dame mil besos y luego ciento,
después otros mil, luego de nuevo cien,
después otros mil todavía, luego cien.
Después, cuando nos hayamos dado muchos miles,
los embrollaremos para no saberlos
y para que ningún malvado pueda aojarnos
cuando sepa que fueron tantos nuestros besos.
"Oimè, se quest'è amor, com'ei travaglia!"
(¡Ay de mí, si esto es amor, cómo atormenta!)
Giacomo Leopardi
Rogelio de Egusquiza - Tistan e Isolda
Liebestod
Kirsten Flagstad
Covent Garden (1936)
Liebestod
Muerte de amor
Cuan dulce y suave
sonríe,
como se entreabren
sus ojos tiernamente
¿Le veis, amigos?
¿No le veis?...
¡Cómo resplandece
con luz creciente!
Cómo se alza
rodeado de estrellas.
¿No le veis?
¡Cuán valiente y enchido,
lleno y sublime,
se le inflama el corazón
en el pecho!
Y de sus labios
deleitosos y suaves
fluye un hálito dulce y puro:
¡Amigos, mirad!
¿No le percibís? ¿No le veis?
¿Tan sólo oigo yo esa melodía,
que tan maravillosa y quedamente,
suena desde su interior
en delicioso lamento
que todo lo revela,
en tierno consuelo, gentil reconciliación,
penetrando en mí, elevándose,
en dulces ecos
que resuenan en mí?
Esa clara resonancia que me circunda
¿es la ondulación de delicadas brisas?
¿Son olas de aromas embriagadores?
¡Cómo se dilatan y me envuelven!
¿Debo aspirarlas?
¿Debo percibirlas?
¿Debo beber o sumergirme?
¿O fundirme en sus dulces fragancias?
En el fluctuante torrente,
en la resonancia armoniosa,
en el infinito hálito
del alma universal,
en el gran Todo...
perderse, sumergirse...
sin conciencia...
¡supremo deleite!
Oscar Dominguez - Máquina de coser electro-sexual
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