Je te promets
Zaho
Te prometo
Zaho
Te gustaría que te dijese
que te amaré toda mi vida.
Te gustaría que te prometiese
todas mis noches hasta el infinito.
Te gustaría que te siguiera
por siempre sin hacer ruido
y que me diese cuenta de todo esto
sin que tú dijeses nada.
Estribillo:
Y no podría decirte
lo que no sé
y no podría darte
lo que no tengo
y no podría huir de ti
incluso cuando todo nos separa.
Todo lo que te prometo
es un nuevo comienzo
Me gustaría que el tiempo
se parase cuando hablamos
y que aparecieran en pleno día
en el cielo un millón de estrellas
para pedir un deseo
sin que mi sol se oculte
y que pudiéramos ser de nuevo
dos sin hacernos este daño
[Estribillo]
Y me gustaría esconderme
bajo tus párpados
para que pudieses verme
cuando haces tus oraciones
y me gustaría romper
todas esas luces
que te impiden ver
un poco más claro
Lala lala lalala lalala
[Estribillo]
que te amaré toda mi vida.
Te gustaría que te prometiese
todas mis noches hasta el infinito.
Te gustaría que te siguiera
por siempre sin hacer ruido
y que me diese cuenta de todo esto
sin que tú dijeses nada.
Estribillo:
Y no podría decirte
lo que no sé
y no podría darte
lo que no tengo
y no podría huir de ti
incluso cuando todo nos separa.
Todo lo que te prometo
es un nuevo comienzo
Me gustaría que el tiempo
se parase cuando hablamos
y que aparecieran en pleno día
en el cielo un millón de estrellas
para pedir un deseo
sin que mi sol se oculte
y que pudiéramos ser de nuevo
dos sin hacernos este daño
[Estribillo]
Y me gustaría esconderme
bajo tus párpados
para que pudieses verme
cuando haces tus oraciones
y me gustaría romper
todas esas luces
que te impiden ver
un poco más claro
Lala lala lalala lalala
[Estribillo]
Libre te quiero
Poema de Agustin García Calvo
Amancio Prada
Deseada
Luis Alberto de Cuenca
Era su turno. Cuidadosamente
dobló la gabardina sobre el brazo.
Se echó el pelo hacia atrás, y su mirada
se cruzó con la mía. Con los ojos
le devolví la calma. Se marchaba,
pero regresaría, y todo aquello
terminaría bien. Cerró la puerta.
Yo me quedé sentado, acariciando,
tembloroso, su ropa interior verde.
dobló la gabardina sobre el brazo.
Se echó el pelo hacia atrás, y su mirada
se cruzó con la mía. Con los ojos
le devolví la calma. Se marchaba,
pero regresaría, y todo aquello
terminaría bien. Cerró la puerta.
Yo me quedé sentado, acariciando,
tembloroso, su ropa interior verde.
4 comentarios:
Que grande Amancio Prada :)
"ni de Dios ni de nadie, ni tuya siquiera"
Saludos
... y Agustin García Calvo.
Saludos.
Max.
.
Espectacularrr!
Gracias poor traerlo. Tambien bellos los poemas.
Afectuosamente,
Ana Lucia
.
Me alegra el escucharte.
Espero que te encuentres bien.
Un abrazo.
Max.
.
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