Después de todo -pero después de todo-
sólo se trata de acostarse juntos,
se trata de la carne,
de los cuerpos desnudos,
lámpara de la muerte en el mundo.
Gloria degollada, sobreviviente
del tiempo sordomudo,
mezquina paga de los que mueren juntos.
A la miseria del placer, eternidad,
condenaste la búsqueda, al injusto
fracaso encadenaste sed,
clavaste el corazón a un muro.
Se trata de mi cuerpo al que bendigo,
contra el que lucho,
el que ha de darme todo
en un silencio robusto
y el que se muere y mata a menudo.
Soledad, márcame con tu pie desnudo,
aprieta mi corazón como las uvas
y lléname la boca con su licor maduro.
Jaime Sabines
Dan Hill
A veces cuando nos tocamos
Me preguntas si te quiero
y me ahogo con mi respuesta
prefiero herirte honestamente
que inducirte a error con una mentira
y ¿quién soy yo para juzgar
lo que haces o lo que dices?
Sólo estoy empezando a ver tu auténtico tú
Y a veces cuando nos tocamos
la honestidad es excesiva
y tengo que cerrar los ojos y esconderme
quiero abrazarte hasta morir
hasta que los fracasemos y lloremos
quiero abrazarte hasta que el miedo en mí remita
El romance y toda su estrategia
me deja luchando con mi orgullo
pero en la inseguridad
sobrevive un poco de ternura
sólo soy otro escritor
aún atrapado en mi verdad
un luchador premiado titubeante
aún atrapado en mi juventud
Y a veces cuando nos tocamos
la honestidad es excesiva
y tengo que cerrar los ojos y esconderme
quiero abrazarte hasta morir
hasta que los fracasemos y lloremos
quiero abrazarte hasta que el miedo en mí remita
A veces me gustaría destrozarte
y hacer que te arrodillases
a veces me gustaría seguir adelante
y abrazarte sin parar
A veces te entiendo
y sé lo mucho que lo has intentado
he estado mirando mientras el amor te dirige
y he estado mirando el amor pasar a tu lado
A veces creo que vamos dando tumbos por la vida
aún buscando un amigo
un hermano o una hermana
y luego la pasión brilla de nuevo
Y a veces cuando nos tocamos
la honestidad es excesiva
y tengo que cerrar los ojos y esconderme
quiero abrazarte hasta morir
hasta que los fracasemos y lloremos
quiero abrazarte hasta que el miedo en mí remita
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