A Cristo crucificado
Anónimo del siglo XVI
No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
¡Tú me mueves, Señor!, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiese infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
porque, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Misa de Réquiem en re menor, K. 626
Wolfgang Amadeus Mozart
Matthias Grünewald - La crucifixión
Detalle
Detalle
Así suspenso ni crucificado
ni en fúnebre meditación ni en cruz
ni en sepultura
suspendido
en perpetuo descenso
la figura está inmóvil tras ochocientos años.
Crueles escultores y conversos
que acudían y un mísero ladrón
le mantienen en perpetua agonía.
Mil años de madera
lo contienen a medio caminar
del fracaso y del triunfo:
ni cadáver ni resucitado,
más allá de los hombres
sin llegar a los dioses.
Félix de Azúa
Atmosphere
Joy Division
Joy Division
Atmósfera
No te vayas, en silencio.
Mira el peligro,
siempre peligro.
Conversaciones sin fin.
La vida comenzando de nuevo.
No te vayas.
Caminas en silencio.
No te apartes, en silencio.
Tu confusión,
mi ilusión,
vestida como una máscara de odio hacia ti mismo,
te hace frente, y luego se muere.
No te vayas.
La gente como tú lo encuentra fácil.
No lo pueden ver.
Caminando por el aire.
Cazando cerca de los ríos.
A través de las calles.
Esquinas abandonadas demasiado deprisa,
con la debida sutileza.
No te vayas en silencio.
No te vayas.
Pues yo si me voy.
Nos leemos el miércoles 17 de abril.
Nos leemos el miércoles 17 de abril.
Sed felices
1 comentario:
Un blog de gustos personales, como debe de ser. Comparto tu declaración de intenciones y agradezco tu aportación al descubrimiento de toda la cultura a nuestro alcance.
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