¿Cómo a mí te entregaste, luz morena?
¿por qué me diste llenos
de amor tu sexo de azucena
y el rumor de tus senos?
Federico García Lorca
Poema 19
Pablo Neruda
Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.
Un sol negro y ansioso se te arrolla en las hebras
de la negra melena, cuando estiras los brazos.
Tú juegas con el sol como con un estero
y él te deja en los ojos dos oscuros remansos.
Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca.
Todo de ti me aleja, como del mediodía.
Eres la delirante juventud de la abeja,
la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga.
Mi corazón sombrío te busca, sin embargo,
y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada.
Mariposa morena dulce y definitiva
como el trigal y el sol, la amapola y el agua.
The Corrs
Negro es el color
Negros son los cabellos
de mi amor verdadero,
se diría que su rostro
es de algún hada de cuento.
Con las manos bien limpias
y este rostro tan bello
beso el suelo que pisa.
A mi amor yo lo quiero
y él lo sabe. Amo el suelo
dondequiera que vaya.
Si distingues su huella
en el suelo, es que acaso
como me aconsejaste
ahora te he aconsejado.
Hasta el Clyde yo me acerco
a sufrir y llorar,
mas no logro dormir
satisfecha jamás.
Le pondré una misiva,
unas líneas tan sólo:
que por él yo la muerte
sufriría mil veces.
Negros son los cabellos
de mi amor verdadero,
se diría su rostro
de algún hada de cuento.
Con las manos bien limpias
y este rostro tan bello
beso el suelo que pisa.
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