Dominique Ingres - La gran odalisca
Canción de una amada
1. Lo sé, amada: ahora se me cae el pelo por mi vida salvaje,
y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más
barato, y camino desnudo al viento.
2. Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.
3. Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba
es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.
4. Ella vio que yo era malo, y me amó.
5. No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino,
y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo:
esto es todo. Y fue mi cuerpo.
6. Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una
nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.
7. Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara,
pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante
el viento.
Bertolt Brecht
Take a message to Mary
Bob Dylan
Llévale un mensaje a Mary
que perdió su amor cuando se volvió malo.
Llévale un mensaje a Mary
pero no le digas donde estoy
llévale un mensaje a Mary
pero no le digas que estoy en un aprieto
puedes decirle que tenía que ver el mundo
dile que mi barco se puso a la vela
puedes decirle que sería mejor que no me esperara
pero no le digas que estoy en la cárcel,
oh, no le digas que estoy en la cárcel.
Llévale un mensaje a Mary
pero no le digas lo que he hecho
por favor, no menciones la diligencia
ni el disparo del arma que portaba
mejor dile que tuve que cambiar mis planes
y suspender el día de la boda
por favor, no le menciones la solitaria celda
donde voy a consumirme,
hasta el día de mi muerte.
Llévale un mensaje a Mary
pero no le digas todo lo que sabes
mi corazón se está quejando por Mary
Dios sabe que la hecho tanto de menos
sólo dile que fui a Tumbuktú
dile que estoy buscando oro
puedes decirle que mejor que se busque
a otro a quien estimar y abrazar,
oh Dios, esta celda es tan fría.
He aquí que tú estás sola y que estoy solo.
Haces tus cosas diariamente y piensas
y yo pienso y recuerdo y estoy solo.
A la misma hora nos recordamos algo
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya
somos, y una locura celular nos recorre
y una sangre rebelde y sin cansancio.
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,
se me caerá la carne trozo a trozo.
Esto es lejía y muerte.
El corrosivo estar, el malestar
muriendo es nuestra muerte.
Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado
quién eres, dónde estás, cómo te llamas.
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,
una mitad apenas, sólo un brazo.
Te recuerdo en mi boca y en mis manos.
Con mi lengua y mis ojos y mis manos
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti,
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí.
En mis labios te sé, te reconozco,
y giras y eres y miras incansable
y toda tú me suenas
dentro del corazón como mi sangre.
Te digo que estoy solo y que me faltas.
Nos faltamos, amor, y nos morimos
y nada haremos ya sino morirnos.
Esto lo sé, amor, esto sabemos.
Hoy y mañana, así, y cuando estemos
en nuestros brazos simples y cansados,
me faltarás, amor, nos faltaremos.
Jaime Sabines
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