La Otter haciendo de Carmen, la sevillana cigarrera, con un clavel entre los senos y su melena pelirroja mordiendo el gajo de una naranja. ¿Alguien puede superar tal grado voluptuosidad y erotismo sin caer en lo burdo y soez? ¿No está irresistiblemente descarada encendiendo el cigarro? Solo hay que observar las risas nerviosas del publico cuando cuando lo hace sin dejar de murmurar la habanera.
Y aún habrá quien tilde a la Opera de ñoña...
Anne Sofie von Otter es Carmen en Glyndebourne, 2002.
Dirigida por David McVicar
Dirección de orquesta: Philippe Jordan.
El amor es cual pájaro rebelde
al que nadie es capaz de domar
Nuestros ruegos a nada van a parar,
si lo que a él se le antoja es rehusar.
Amenazas y súplicas nada valdrán.
Aquel hombre persuade; éste otro se calla.
Y es a éste, al que nada dice,
al que quiero y mi corazón prefiere
el amor, el amor...
El amor es como un niño gitano
que jamás supo de nada que sea la ley
¿Que tú no me amas? ¡Yo sí te amo!
Y si yo te amo... ¡Mejor será que del amor te guardes!
El pájaro que prender hubiste creído
batió sus alas y se alejó de ti...
Aunque distante quede tu amor, puedes esperar su regreso
¡Cuando menos lo esperas, a tu lado estará!
Y en torno tuyo, raudo y veloz, volará
Ahora bien, y ahora se va... para retornar
Te figuras tenerlo, pero te esquiva;
crees zafarte y él es tu dueño.
1 comentario:
Max, te cuento que cuando tenía unos ocho años fue mi primer encuentro con Carmen. Se incustraron sus notas en mi alma y desde ese instante la amé sin tener consciencia de ello, sin saber qué era ópera, sin saber nada de nada. La he visto más de una vez en Bogotá, a donde he viajado desde mi pueblo, Palmira; y la veo o la escucho todas las veces que puedo como una obsesa.
En un país emergente como Colombia donde, en mi pueblo huérfano de ambiente cultural y pleno de políticos corruptos, sobreaaguar para tomar aire es muy difícil. He sido priviligiada porque a pesar de todo me he dado las mañas para amancebarme con todo esto que amo. Por eso, tu página es un espacio donde encuentro delicias que de verdad me calan profundamente. Gracias por tu blog.
abrazo colombiano,
Ana Lucía
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