Cuentan las crónicas que ni los más viejos melómanos del Real recuerdan tal profusión de ¡Jesús! santiguamientos y ¡Hasta donde vamos a llegar! procedentes de los palcos y el patio de butacas que a penas pudieron ser oidos al ser ahogados por los ¡Bravo! del anfiteatro.
Tannhäuser - Overtura
Muerte de Sardanapalus - Delacroix
Si en el cielo hay hurís y vino, como dice el mulá,
nuestro premio en lo alto será beber y amar.
Yo comienzo a gozar y vaciar copas en vida,
disponiendo mi alma al placer de allí arriba.
Omar Khayyam
Durante ciertas partes de la representación el tintineo de las pulseras producido por las damas al abanicarse hizo temer la correcta audición de músicos y cantantes. Así mismo en los aparcamientos de ciertos locales llamados de "señoritas" nunca se había visto tal acumulación de coches de lujo...
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