Pero si un álbum merece estar en la B.S.O. de mi vida durante los primeros años 70 fue este.
La casa sin habitar de Chano, llena de electrodomésticos de los 60, la enorme biblioteca de su padre, el tocadiscos monoaural tan grande como un armario, cientos de disco de todos los clásicos, la colección de cactus de su hermano -el botánico- en el patio...
Y este vinilo, girando y girando.
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