Un peligroso descenso por pendientes y barrancos.
Al fondo, el cauce de varios ríos, uno de sangre,
que desembocan todos en cuatro caminos, uno rojo,
uno blanco, uno amarillo y uno negro, que se cruzan.
Sólo este último llega hasta Xibalbá.
Un grupo de arqueólogos mexicanos descubrió el pasado año, una red de cuevas subterráneas en la zona del Yucatán que se piensa puede ser la entrada al inframundo que los mayas denominaban Xibalbá.
Encontraron varios templos situados en las profundidades de los cenotes, zonas de muy difícil acceso con una profundidad de hasta 40 metros. En esas cuevas se ha localizado una calzada maya "sacbé", de más de cien metros de longitud. La calzada gira intencionadamente hacia donde se halla un cuerpo de agua, donde se encuentra una columna de estalactitas y estalagmitas que se asemeja a una ceiba, el árbol sagrado de la vida para los mayas. Según los investigadores esta es la primera calzada maya subterránea que se conoce.
Este complejo podría corresponderse al inframundo maya, descrito en el Popol Vuh (Libro de la Comunidad), el texto sagrado que describía la historia y distribución territorial de este pueblo, además del origen de la humanidad y la civilización.
El hallazgo, ubicado dentro del proyecto "El culto al cenote en el centro de Yucatán", del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con la Universidad Autónoma de Yucatán, parece reproducir lo asentado sobre las creencias de los mayas.
Encontraron varios templos situados en las profundidades de los cenotes, zonas de muy difícil acceso con una profundidad de hasta 40 metros. En esas cuevas se ha localizado una calzada maya "sacbé", de más de cien metros de longitud. La calzada gira intencionadamente hacia donde se halla un cuerpo de agua, donde se encuentra una columna de estalactitas y estalagmitas que se asemeja a una ceiba, el árbol sagrado de la vida para los mayas. Según los investigadores esta es la primera calzada maya subterránea que se conoce.
Este complejo podría corresponderse al inframundo maya, descrito en el Popol Vuh (Libro de la Comunidad), el texto sagrado que describía la historia y distribución territorial de este pueblo, además del origen de la humanidad y la civilización.
El hallazgo, ubicado dentro del proyecto "El culto al cenote en el centro de Yucatán", del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con la Universidad Autónoma de Yucatán, parece reproducir lo asentado sobre las creencias de los mayas.
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