Verano en Lisboa. La Torre de Belém al fondo y la sensibilidad a flor de piel. Oh Dios ¡Como amo a esa ciudad!
Oh gente de mi tierra
(Amália Rodrigues - Tiago Machado)
Este fado es mío y vuestro
destino que nos ata
por más que sea negado
a las cuerdas de una guitarra.
Siempre que se oye un gemido
de una guitarra cantar
se queda uno perdido
con ganas de llorar.
Oh gente de mi tierra
ahora entendí
que esta tristeza que tengo
de vosotros la recibí.
Y parecería ternura
si me dejase mecer
era mayor la amargura
menos triste mi cantar.
Oh gente de mi tierra
Oh gente de mi tierra
ahora entendí
que esta tristeza que tengo
de vosotros la recibí.
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