Ana recuerda el triste verano que pasó en el caserón familiar de Madrid al poco de la muerte de su padre, ocurrida en la cama con su amante, de la que fue testigo. La niña -que estaba espiando la escena- cree que fue a causa de un vaso de leche que el padre ha bebido y en el que ella echó lo que creyó es veneno, y no fue más que perborato sódico. Entonces tenía nueve años y pensaba que poseía un extraño poder sobre la vida y la muerte de la gente...
Al final del régimen fascista en España, esta película retrató una sociedad podrida vista a traves de los ojos de una niña.
Si criaron cuervos... ¿Que esperaban?
Es como la fábula escorpión que le pide a una rana que le cruce el río, y cuando a mitad de trayecto el escorpión la pica, la rana pregunta: “¿Por qué has hecho eso? ¿Acaso no ves que ahora vamos a morir los dos?“ A lo que el escorpión responde: “Ya, pero es que soy un escorpión…”
...Y te sacarán los ojos
Esta mañana, durante mi caminata ritual, he vuelto a escuchar la irresistible musiquilla de la canción de Jeanette escapándose entre las hojas de una ventana entreabierta. Además de recordarme la película -llevo todo el día tarareando la pegadiza melodía- me ha hecho sonreír el recuerdo de los millones de pies que en toda Europa fueron incapaces de resistise a la impulso de marcar el ritmo de la dichosa canción.
2 comentarios:
Max, seguir tu blog es una delicia. Me acosa, mi paso queda corto pues cada post me invita a buscar, a conocer más sobre cada tema que propones. Es maravilloso, como maravilloso conocer a Concha Buika. Acabo de escucharla en "Ojos Verdes", "La Niña de Fuego".
Besos,
Ana Lucía
.
No se si alegrarme o pedirte disculpas...
Abrazos.
Max
Publicar un comentario