Viviré donde el tiempo no pasará,
en las estrellas.
Para recuperar la infancia, una canica.
Para la adolescencia un beso,
un verso,
una esperanza.
Para la juventud,
Un compromiso de amor definitivo.
Para la madurez, quizá la rebeldía,
la eterna,
renovada,
incombustible rebeldía
de aquellos viejos derrotados
que nunca se dieron por vencidos.
Antonio Pérez Morte-Para Berta
La infancia de Salvatore, en Cinema Paradiso, está marcada por las imágenes cinematográficas: su realidad es la que emerge de la pantalla. Pasa el tiempo y Toto debe abandonar su pueblo, el cual parece estar obligado a olvidar, en aras de poder realizarse como persona, lo cual logra, puesto que llega a ser un reconocido director de cine. Entre ese momento y el regreso a su pueblo, algo se ha perdido para siempre, y Toto tan siquiera sabe qué es. Finalmente, Alfredo, su gran amigo, antes de morir le deja una cinta: cuando Toto la ve, todo adquiere sentido nuevamente, y así, entre nostalgia y alegría, se da cuenta de que toda su vida solamente fue un intento por recuperar ese pedazo de cintas inconexas que fueron recortadas por la censura; un intento por recuperar su infancia.
2 comentarios:
Bonito blog.
Supongo, ya que te gusta el cine, que el nombre es por la canción "Silbando al trabajar" de Blancanieves y los 7 enanitos de Disney.
Volveré a leerte.
Monserrat
No exactamente, pero podría haber sido esa la razón.
Ya es media noche y estoy cansado. Mañana te lo cuento.
Agradecido.
Max
Publicar un comentario