Al servicio del Príncipe Esterhazy había muchos músicos jóvenes, la mayoría de ellos casados, que estaban obligados a permanecer en las dependencias del palacio por todo el tiempo que el Príncipe así lo solicitara. Contrariamente a su habitual rutina, sucedió que cierta vez el Príncipe decidió quedarse algunas semanas más en su residencia de Esterhaz, para desmayo de los músicos, quienes por causa de esta circunstancia deberían permanecer lejos de sus familias por más tiempo que el previsto.Los músicos recurren entonces al Kapellmeister Haydn, en busca de un consejo. Y a éste se lo ocurre componer una sinfonía donde claramente quedase asentado el malestar. En el movimiento final, cuando la nota dominante Mi mayor aparece, los oboes y el segundo corno tienen un elaborado solo, al final del cual el primer oboe y el segundo corno se levantan, apagan las velas de sus atriles y se retiran con su instrumento bajo el brazo. Seguidamente es al fagot al que le toca una parte solista y, al igual que sus compañeros, hace mutis por el foro... Le siguen, repitiendo este esquema, el segundo oboe y el primer corno. Luego el contrabajo, el cello, los violines y la viola. Hasta que sólo quedan el primer violín Tomasini y el director Haydn, quienes, luego de un breve pasaje, también apagan sus velas... y se van. Al parecer el Príncipe entendió el sutilísimo mensaje, pues al día siguiente dispuso que todos los músicos pudiesen regresar de inmediato a sus hogares. Tal es la historia de la sinfonía "Los Adioses", que nos muestra a un Haydn humano, que actúa de la manera que mejor sabe, que es a través de la música, para brindar su solidaridad a quienes dependiendo en cierto modo de él, solicitaron su ayuda.
Symphony No. 45 (Farewell Symphony) - I - Allegro assai
Symphony No. 45 (Farewell Symphony) - II - Adagio
Symphony No. 45 (Farewell Symphony) - III - Menuet Allegretto
Symphony No. 45 (Farewell Symphony) - IV - Presto Final
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